PRÓLOGO

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—¿Qué dices que hacías ahí, Eric? ¿Estás completamente mal? — Le gritó por el teléfono, su hermano solamente le colgó, dejándola aun mas furiosa.

Willow se levantó corriendo a su clóset para quitarse la pijama e irse en una ropa mas decente, ya que eran las 3:03 a.m y su hermano estaba completamente ebrio en el antro "Hot Beer" y la guardia de su mamá en el hospital terminaba a las 4.

Dios. Maldito Kyle. Mira lo que me haces hacer, maldito hermano. 

Al parecer la suerte estaba de su lado hoy, porque el bar estaba a dos cuadras de su casa y fácilmente podía ir caminando y llegar en 5 minutos.

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Dio un paso en el establecimiento y tuvo que taparse la nariz, ya que olía demasiado a cigarro. Se adentró en el antro y buscó con la mirada a Eric.

—¡Eric!— Le giró, pero su voz se perdió entre el estruendoso sonido de la música y la gente.

El teléfono sonó en su bolsillo y rápidamente lo descolgó, era su hermano.

—Hermanita, desde que-hip-llegaste, te vi.—Le dijo arrastrando las palabras— Ya Kyle, no molestes-hip-...— susurró a la persona que estaba al lado de él.

—¿Dónde estás, Eric?

—Es un secretito— Se rió.

—No permitiré que mamá me castigue solamente por un capricho tuyo de ir a beber así de la nada, eres un egoísta.

Hubo silencio en la otra línea.

—Crees saberlo todo Willow, pero no es así, no sabes nada—Se las arregló para hablar correctamente, y sonaba molesto. En seguida colgó dejando a Willow muy confundida, ¿algo mas estaba pasando con su hermano que tuvo que ir a desahogarse en un antro?

Negó con la cabeza, ya habría tiempo para aclarar todo, vio la hora en su celular 3:15.

Mierda, mierda.

¿Desde que punto su hermano podría haberla visto? El antro era algo sencillo, humo con reflectores de muchos colores con sillones donde la gente platicaba, o mayormente se comía la boca y mesitas altas de dos asientos.

No podía ver a través de todas estas personas, necesitaba verlo todo desde un punto más...

Alto.

Por su cabeza cruzó la idea de subirse a una mesa, pero no. No estaba completamente loca, claro que no.

Un brazo golpeó contra su hombro.

—¡Auch!—Se quejó.

Rápidamente dirigió su mirada a a la persona proveniente del golpe, y quedó fascinada con unos ojos verdes-marrones hipnotizantes y unos carnosos labios rojos. No podía apartar su mirada, obligó a sus ojos a hacerlo pero parecían tener vida propia ante esos 1.70 metros de belleza.

El chico también quedó embelesado ante Willow, y de repente, ella se sintió muy pequeña.

—¡Willow! ¡Llevame a casa hermanita!— Un apestoso y borracho Eric se acercó a ellos por detrás. —KYLE, veo que conociste a la pequeñita— Despeinó su cabello.

—Vámonos— Musitó levemente la pequeña, y se dio cuenta que Kyle jamás le quitó los ojos de encima. Eso la hizo sentir muy nerviosa.

Iban hacia la salida, y se preguntó porque aquella belleza cegadora no había pronunciado ninguna palabra. Se quedó con ganas de escuchar su voz.

Ronca, grave, profunda, ¿Cómo sería?

Al llegar a casa, durmió profundamente y sonó con unos ojos verdes maravillosos y piel perfecta.







WillowWhere stories live. Discover now