Chico de ojos negros.

5 2 0
                                    

Él era un tanto torpe, la verdad
Sin embargo eso lo hacía resaltar entre la ola de personas que se acumulaba alrededor.
Lo conocí en la salida del colegio, cuando apenas era una niña que no tenía mucha experiencia en el amor; allí lo vi, con su cabello despeinado, manos temblorosas y camisa por fuera.

Siendo una pequeña inocente le di una oportunidad, nos llegamos a conocer tan bien que el riesgo de rompernos era mi mayor pesadilla. Llegué a saber de su familia, de sus sueños y metas, llegue a saber de cosas tan estúpidas como su odio al calor y el asco que le dan los mariscos, que cuando está aburrido ama dibujar y en sus tiempos libres le gusta leer poesía en páginas de instagram.

Hizo que el negro fuese mi color de ojos favoritos, y que cantar por llamadas fuese mi mayor acto de cariño instantáneo. Marcó tanto en mí que ahora no podría escribirle de esta forma a alguien más, y tampoco podría hacer otros abrazos mi hogar.

Quien iba a pensar que alguien como él se convertiría en el amor de mi vida, en el amor más fugaz que pudo haber marcado con tinta indeleble mi vida.
El primer amor nunca se olvida, y menos cuando este te llegó a transmitir tanta magia en su tiempo de luminocidad.

Como es de esperarse, cuando este chico de ojos negros y piel color miel se marchó de mi vida dejó un vacío infinito, dejó hojas repletas de versos tristes y lágrimas a medio salir, dejó desastre repleto de polvo de hadas caducado e inspiración rota.

A veces me gusta pensar que realmente aún no se ha marchado por completo, que al salir de clases él estará allí con sus brazos abiertos para abrazarme y reparar las lesiones del corazón. A veces me gusta pensar que solo se tomó un tiempo, que pronto volverá y que si decide hacerlo todo el desastre se volvería magia y paz, nuevamente.

Chico de ojos negros, si por casualidad llegas a leer esto, aquí estoy, nunca me fui.

NadaWhere stories live. Discover now