Derramo mil cosas por él

Ese estúpido baile

Cuando por fin volvimos a nuestros hogares, pude tirarme en mi cama y solté un grito, me sentía extraño después de todo lo que había pasado con Sena en ésta semana. Eran cerca de las 7 de la tarde y recibí una llamada de Zyean.

-¿Hola?

-Boogie, mañana iremos Sena y yo a un antro, ¿quieres ir? Ricko no se animó

-Espera, ¿qué?- pregunté con cierto asombro- ¿Cómo que a un antro?

-Si, ¿vas?

-No lo sé...

-Irá Sena, y ya sabes que él usa ese tipo de ropa que tanto te gusta

-E-Está bien

-¡Bien, si no hace falta rogarte! Mañana pasaré por ti a las cinco de la tarde

-Ok

Colgué y lo medité por un momento, yo nunca había ido a un antro, y la verdad  tampoco era como si me llamara la atención, pero Sena iría, así que no lo dudé y le dije que si iría.

Fui hasta la cocina para buscar algo de cenar y lo único que pude encontrar fue algo de cereal, no me sentí con ganas de cocinar algo, me senté junto a la televisión y pude una película, pues aún no tenía sueño. Cuando la película terminó, me levanté del sofá y fui al baño para lavar mis dientes, una vez que terminé, me quité la ropa, quedando sólo con mis boxers, hacía algo de calor, por lo que se me hizo más cómodo dormir de ésta forma. Al día siguiente, me levanté y me quedé mirando a la nada, miré el reloj y eran las 7 de la mañana, por alguna extraña razón me sentía un poco cansado, por lo que me recosté nuevamente mirando al techo.

Un rato después me levanté y tomé una taza de café, me duché y esperé a que diera la hora de ir con Zyean y Sena al dichoso antro.

Una vez dieron las 5 de la tarde, escuché el timbre y dejé mi celular de lado para ir a ver quién era, y si, eran ellos dos. Me quedé boquiabierto al ver a Sena recargado en un árbol, se veía exageradamente hermoso.

-Tierra llamando a Boogie, ¿estás bien?

-Si si, vámonos ya

Llegamos a aquel lugar con una pinta no muy de fiar, pero por dentro se veía enorme, estaba algo oscuro, pero se lograba ver con algo de claridad todas esas luces de colores que alumbraban el lugar, había mucha gente bailando, bebiendo y claro, metidos muy en su mundo besándose o toqueteándose.

-¿Bailas?- me preguntó Sena-

-Lo siento, la verdad no sé como bailar ese tipo de música

No sabría explicarlo, pero tenía un buen ritmo, algo pegajoso, sin embargo la forma en que lo bailaban era un poco erótico.

-Está bien- dijo y miró a Zyean- ¿Tu bailas, Zye?

-Claro, ya venimos Boogie

Miré cómo ambos se alejaban y comenzaban a bailar, inmediatamente sentí celos de Zyean, estaba bailando muy, MUY cerca de Sena, quien le daba la espalda a él y ligeramente inclinado hacia adelante acercaba su cadera a la entrepierna de Zyean, quien le seguía la pista sosteniéndolo de la cadera. Volvió a darse la vuelta y ahora bailaba con un poco más de distancia de Zye, pero ésta vez me sorprendió; alzaba sus brazos y movía sus caderas de una forma más que sensual, mientras que mi otro amigo lo observaba y a ratos dirigía su mirada hacia mi con una pícara sonrisa. No pude evitar excitarme y mirar cada parte del cuerpo sensual de Sena. Él y ese estúpido bailesito suyo me estaba volviendo loco, pero no quería acercarme, tal vez él pensaría que sólo quiero toquetearlo.