CAPÍTULO SEIS

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El día anterior fue genial. Hoy soñé que Alex y yo estábamos en un parque y nos besábamos. Fue un sueño muy bonito que no estaba tan lejos de la realidad. Alex me dijo que sentía algo por mi, ¿y si yo le hubiera dicho que yo también sentía eso? No lo sé, quizás parezca demasiado rápido formar una relación ya que no nos hemos tratado mucho este año. El año anterior sí, pero solo fueron insultos. Dicen que del odio al amor hay un solo paso, puede que sí...

Prendo mi móvil y empiezo a revisar el perfil de Alex, tiene fotos muy bonitas. Me apetece comentar alguna pero no me atrevo. Hay una foto en especial que me llama la atención, es de un anime. Si sabía que Alex era otaku, lo que no sabía era que tenía novia. Así es, el tenía novia, me decía cosas bonitas pero ya estaba en una relación. Esa foto de anime es la mitad que Alex puso, y su novia Sofía puso la otra.

De inmediato caen lágrimas de mis ojos. Odio que me mientan, pero sobretodo que me ilusionen y jueguen conmigo. ¡MIERDA! No sé qué hacer. Agarro mi teléfono y le escribo.

¿Qué creías? ¿Que podías jugar conmigo? Tenías novia, nunca me hablaste de eso, me trajiste chocolates me dijiste que sentías cosas por mi, que me querías. Eres un maldito mentiroso, recuerda que el karma existe, puto. Hasta nunca. 

Después de escribirle tiré mi móvil por la ventana. No podía controlar mis impulsos. ¡Alex es un maldito hijo de perra! ¿Qué hago ahora? Nada... ya no puedo hacer nada. Me eché a llorar. 

De pronto oí una voz que decía 'Adriana, aquí estoy'. Y de inmediato apareció un hombre en mi habitación. 

-¿Quién eres? ¿Esto es algún tipo de broma? ¿Qué quieres de mi? Yo no he hecho nada a nadie. Déjame en paz, quiero estar sola. 

El hombre tenía ventas en los brazos, estaba vestido totalmente de negro. Y tenía una cicatriz en el rostro. Se me acercó más y me dijo: 

-Tranquila, desde ahora no estarás sola. Vine a ayudarte, a aliviar tus penas y a salvarte. 

-¿A salvarme? ¿Y de quién? 

-De ti misma, estando así eres capaz de cometer una locura. Sé que te han roto el corazón muchísimas veces, sé que todo lo que estás pasando no te lo mereces porque no es culpa tuya. Sé todo de tí desde hoy, porque fuí enviado para ayudarte, fuí enviado porque tu eres la elegida.

-¿Quien eres? ¿Estoy soñando, no es así? No entiendo de qué me hablas.

-Yo soy Octopus, soy un alma del más allá. He pasado por lo mismo que tu. He sido enviado a ti justamente por eso, porque no quiero que sigas sufriendo más. Te abriré los ojos, te aconsejaré. Haré que vivas de verdad, que disfrutes. 

-¿Todo esto es en serio? Vaya, llegas justo cuando más te necesito. 

-Si, lo sé. Alex no te merece, es un patán. Tu mereces a alguien muchísimo mejor. No mereces chocolates, mereces más. 

-Espera... ¿cómo sabes eso?  O sea lo de Alex y los chocolates que me trajo.

-Te digo que desde hoy sé todo de tí. Sobre tu mamá, tu papa, el estúpido de Carlos y el imbécil de Alex. ¿Y sabes qué? Vengo a traerte la solución a todos tus problemas.

-¿Y cuál es?

Octopus me sonrió, se quitó las vendas y me mostró sus brazos. 

-Pues una nueva mejor amiga.-dijo a la vez que sacaba una hoja de Gillette de su pantalón.

-¿Por qué te cortabas? 

-Porque es el mejor placer de la vida. Te olvidas de todo. Puedes controlarte. Si lo hubieras hecho después de que te enteraste que Alex te mintió, no habrías tirado tu móvil por la ventana, créeme. Sé que pensaras que cortarse en algo loco o tonto, pero es una buena forma de sentirte genial. Reemplazas el dolor emocional por el físico. Tu solo intenta y veras. Pero recuerda, siempre en el brazo izquierdo. 

Agarre la Gillette y la clave en mi muñeca.

Nudillos EnsangrentadosWhere stories live. Discover now