Tra(cy)vis

Capítulo 2: "Día de la fotografía"

- No voy a usar eso - dijo Travis al ver lo que su madre le había traído.

Se había despertado temprano para terminar la tarea que había dejado inconclusa el día anterior. Después se dispuso a bañarse y, al salir, vio a su madre esperándolo con la ropa que había comprado para él: un saco gris, camisa blanca y una corbata que hacía juego con el conjunto.

Era el día de la fotografía escolar y debía ir bien arreglado, cosa que a Travis no le agradaba mucho. Por el contrario, su mamá lo veía como a un bebé y el ayudarlo a vestirse y peinarse le recordaba los viejos tiempos donde su hijo era alegre, le decía a diario que la amaba y le encantaba pasar tiempo con ella.

- Lo usarás quieras o no - respondió su madre.

---

Trajeado y peinado con gel, Travis llegó a la escuela. Su madre había tenido que llevarlo en auto ya que había perdido el autobús por pelear con ella para evitar usar corbata, aunque al final tuvo que ponérsela. Se sentía muy incómodo y, aunque sabía que nadie voltearía a verlo, mantuvo la mirada en el piso mientras caminaba encorvado hacia el salón de fotografía.

Al entrar, Travis vio que Bárbara estaba al final de la larga fila de estudiantes de primer año, quienes vestían atuendos muy elegantes y llevaban peinados endurecidos con gel y fijador, los cuales estiraban su piel y formaban un efecto de ojos rasgados.

Bárbara lucía un vestido un poco corto de color rosa palo, llevaba el cabello recogido en una cola de caballo y tenía tacones bajos. Travis no podía quitarle la mirada de encima, la ropa de su amiga era muy linda. La forma en que la tela del vestido se balanceaba, el hermoso color que reflejaba feminidad y el sonido de los tacones que sonaban al compás de los pasos de Bárbara provocaban en él un deseo de usar esa ropa. No obstante, parecía que a Bárbara no le gustaba el atuendo tanto como a él, puesto que continuamente lo jaloneaba tratando de cubrir sus rodillas.

- Miren que chica tan guapa - dijo Travis, acercándose.

- Pero mira nada más, que elegante. ¿Quién diría que te ves bien cuando te bañas? - rió Bárbara pero calló en cuanto vio pasar a Joe; Travis solo puso los ojos en blanco - ¿De verdad me veo bien?

- Sí, relájate. Te ves hermosa y tu vestido es fabuloso

- ¿Fabuloso? ¡Es terrible! Odio usar vestidos - dijo Bárbara molesta.

- ¿De qué hablas? Son tan amplios y frescos, se ven muy cómodos - contestó Travis.

- Pues te lo regalo. No hay nada mejor que usar pantalones y poder moverte sin temor de que toda la gente vea tu ropa interior.

Tras decir esto, Bárbara y Travis rieron. En eso, por el rabillo del ojo Travis pudo ver a un grupo de chicas que acababan de entrar al salón. Eran cinco en total, pero solo conocía el nombre de dos de ellas: Sofía e Ingrid.

Sofía era la abeja reina, todas la seguían y, de acuerdo a lo que había escuchado, decían que envidiaba a Victoria ya que quería ser la chica más popular de la escuela. Sin embargo, podía llegar a ser muy cruel con cualquier persona que no considerara digna de hablarle.

Por otra parte, Ingrid parecía una chica más tranquila. Travis jamás había hablado con ella pero parecía la clase de chica con la que todos podrían ser amigos, si no fuera por el hecho de que se juntaba con Sofia. No obstante, esas solo eran especulaciones de Travis.

El grupo de chicas lideradas por Sofía pasaron caminando a un lado de Travis y Bárbara. Generalmente eran ignorados, pero esa vez fue diferente: Sofía se detuvo al ver a Bárbara y la observó fijamente, recorriendo todo su ser de pies a cabeza antes de comenzar a reír.