Capítulo 2

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- ¿Hija, como te sientes?

- Aturdida, ¿Qué paso?

- Tranquila estas en el hospital, tuviste un accidente.

- ¿¿Accidente??, De que hablas que accidente.

- Te desmayaste en el colegio

- ¿En el colegio?

No entendía nada, como me había desmayado en el colegio, si había ido a la universidad, nunca había vuelto al colegio, o quizás nunca había salido de él. Eso quiere decir que nunca lo vi, que solo fue un sueño, tiene sentido que fuera uno sobre todo si recordaba la parte del autobús, que sueño más extraño.

Mi papá estaba hablando con el doctor, cuando Alfo entro corriendo a la habitación gritando como una loca, ¿Qué cómo estaba su amiga?

- Tranquila Alfo, estoy bien, solo me desmaye.

- ¿Cuándo?, En la Universidad?

- No, en el colegio.

- Tricy, nunca volviste al colegio.

En sus manos estaba mi cartera y mis cosas, la quede mirando algo confundida, la mire y en voz baja le dije, hablamos después no quiero que mi padre se asuste más, por favor. Me miro algo incrédula y asintió con la cabeza.

- El doctor dice que ya puedes irte a la casa, que solo fue un desmayo por estrés o algo así. Dijo que te dará una licencia para que descanses lo que resta de semana.

- Gracias, papá.

- Las espero en el auto.

Ya sola con Alfo, la mire y lo primero que le pregunte es si es cierto que él había estado en la universidad dando una clase, me respondió que sí, que ella se había enterado y me había contado, que yo había salido corriendo del colegio, y que ella había dicho que había tenido una urgencia familiar, que me había esperado hasta cuando cerraron el colegio y se había llevado mis cosas a su casa, cuando mi padre la había llamado preguntándole si yo estaba bien, y ella había pensado que se refería a lo de él, y que le había dicho que ella esperaba que sí. Que mi padre se había quedado callado y le había dicho, que como no sabia si estaba bien o mal, que acaso no había sido ella quien me había llevado al hospital, y en ese minuto ella había salido corriendo a verme.

La miré cada vez más atónita por lo que me contaba y le conté lo que recordaba del día, y se puso a reír, una risa entre nerviosa y preocupada.

- Creo que necesita urgentemente ver a un doctor

- La miré y sonreí, estoy en un hospital, me acaba de ver un doctor.

- Claro, tienes razón.

En el transcurso camino a casa, mi padre no hablo mucho, se notaba mucha preocupación en su mirada, lamentaba mucho verlo así, no me gusta ver esa mirada en su rostro, no de nuevo, no por mí.

- Cariño, me quieres contar que paso.

- Papá, solo fue un desmayo. He estado con mucho trabajo en el colegio, me hará bien descansar un poco, no te preocupes. Te quiero

- Yo también te quiero descansa un poco.

Ese beso cálido en la frente, el que me calmaba por las noches cuando niña al despertar llorando, ese beso tan tierno, pero que demostraba todos sus sentimientos, un beso delicado que simplemente decía: "Tranquila, estoy aquí"

Descifrando tú mensajeOnde as histórias ganham vida. Descobre agora