Reflexión

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Edad Media, época de ignorancia y embrutecimiento en la que se desarrolla la trágica historia de estos dos enamorados, Calisto y Melibea.

La virginidad era el elemento más importante de una mujer, de su familia y de su matrimonio. Melibea, tras las insistentes artimañas de la famosa alcahueta, queda locamente enamorada de ese noble apuesto. La pasión de dos jóvenes cuyas miradas eran el claro reflejo del deseo y cuyas palabras eran una dulce caricia que hacía tu bello erizar. Día tras día, la perseverancia de Calisto hizo que Melibea fuera cayendo en sus brazos, en los brazos de un joven que la llevaría a la peor de las desgracias para una mujer. Ésta perdió su pureza, su lealtad a sí misma y a su familia, ¿qué podría hacer ahora?

Tras la inesperada muerte de Calisto, Melibea se derrumba, no sabe qué hacer, se siente pérdida. Sabe que no podrá hacer nada en su vida ya que su verdadero amor acaba de morir llevándose la única raíz capaz de dar los elementos necesarios para vivir, lo único que le podía hacer falta para construir una vida. Por todo esto, su historia termina en lo alto de una torre, donde los pensamientos de perdición y desamor la llevan a la muerte siendo imaginable la presión que pudo sentir, si sería lo correcto o estaría completamente equivocada con la decisión que iba a tomar y que ya había tomado entregándose a Calisto.

Melibea es el claro reflejo de la mujer del medievo. Las relaciones sexuales eran un requisito para confirmar o anular un matrimonio, una vida, llegando al punto de ser inspeccionadas para saber si eran capaces de cumplir sus obligaciones maritales sexuales. Este acto era una auténtica violación del cuerpo de la mujer convirtiéndonos en un mero objeto que satisfacía los deseos de un hombre y daba vida a un ser. Melibea sabía lo que le esperaba, ser analizada, repudiada y avergonzada por hacer aquello que sentía.

Actualmente, éstos son actos que nos impactan pero que a su vez nos han servido para valorarnos a nosotras mismas y para que los demás nos empiecen a valorar a nosotras. Ahora hay que conseguir con el ejemplo de esta impresionante obra y de los magníficos personajes que en ella se desarrollan, que todas las mujeres del mundo sean libres de decidir a quién amar y qué hacer con su vida, que ninguna sea cuestionada por cómo se viste, con quién sale o deja de salir. La virginidad no determinada nada sobre cómo es la mujer, hay que apreciar su verdadera identidad para poder dictaminar algo sobre ella o sobre cualquier otra persona. Todo acto tiene una serie de consecuencias que hay que pensar y meditar. Desconozco si Melibea pensó que podría ocurrir, pero de los actos de otras personas y de los tuyos propios se aprende, y sin duda alguna Melibea nos enseña unos valores muy importantes y nos refleja la situación que muchas mujeres tuvieron que vivir.

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⏰ Last updated: Feb 12, 2020 ⏰

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Melibea, una mujer de la Edad MediaWhere stories live. Discover now