𝐏𝐨𝐞𝐦𝐚𝐬 𝐲 𝐜𝐨𝐧𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐚𝐥𝐦𝐚

El tiempo en tus dedos

"Cómo quieres que duerma, si tu sonrisa es mi desvelo.

Cómo deseas que deje correr el tiempo, cuando los segundos llevan tu nombre

Cuento los minutos como si estos fueran cada una de tus pecas.
Observo fijo las manecillas de mi reloj como si en cada movimiento, ellas se convirtieran en abrazos.

Pasan las horas, esas interminables y sin conteo y menos tiempo.
Pues cuando estás conmigo este se detiene, así como mi mirada que se pierde en la tuya.

Me envuelvo entre minuteros y pasos danzantes hacia tu piel.
Tus dedos recorren desde el uno hasta el once
Siendo que los míos logran llevarte hasta el clímax de las doce".