Capítulo 75

3.9K 403 303
                                    

Narrador omnisciente:

Habían pasado algunos meses. La tripa de Aradia había crecido mucho. Fue una de las noticias más importantes del infierno. Lilith se había encargado personalmente del tratamiento de la futura madre y del desarrollo del embrión. Pero no sabían el sexo, prefirieron dejarlo para cuando naciera.

En ese momento se encontraban ambos demonios en la cama. Alastor era incapaz de separarse de ella. Se había vuelto mucho más protector y cariñoso desde el momento que supo que una vida se estaba formando dentro de ella. Su bebe.

Puso suavemente su cabeza en el vientre de ella mientras lo acariciaba esperando escuchar algo.

-Sabes que cuando acaricias se relaja.-habló ella.

-Eso lo ha sacado de los dos.- rió para escuchar los pequeños latidos de su cría-. Tengo tantas ganas de verle.

-Lo se. Ya queda poco. Tengo curiosidad por saber como será.

-Terco como la madre.

-E infantil como el padre.- dijo en forma de burla.

-Será muy fuerte. Puedo sentirlo cada vez que da una patada. Será un demonio poderoso.

-Al que nosotros enseñaremos.

-Si.

-¿Sabes que aún te sigo odiando?

-¿A mi por qué?

-Lo sabes de sobra. Lo que estoy pasando por ti.

-En el fondo te gusta y lo sabes.

-Solo porque nuestro pequeño esta dentro. De no ser por la carita que me pusiste no estaríamos asi.

-Se me da muy bien.

-Odio que hayas aprendido eso de Angel. Así consigues lo que quieres.- gruñó ella.

-Por eso le pedí que me enseñara. Siendo un ciervo te convencía fácil.

-Idiota.- río besándole.

-¿Qué crees que será?

-No lo se. Una niña quizás.

-Si lo fuera nadie se acercaría a ella.

-¿Ya estas de padre sobreprotector? Aún ni nacio.

-Para que se vaya enterando.

-¿Y si es niño?

-Pues le enseñare a pelear contra los estúpidos pecadores.

-Eres todo un caso. Y yo que pensaba que no te gustaban los niños.

-No es lo mismo si son mios. La cosa cambia.

Notó como ella se recostaba más y empezaba a cerrar los ojos.

-Descansa, mi amor. El cachorrillo te tiene que agotar mucho.- se apartó para ponerse a su lado y acariciarla

-No lo sabes tu bien. Te quiero.- susurró antes de quedarse profundamente dormida.

-Y yo muchísimo más.- la besó suavemente y acarició la tripa dándole las buenas noches al cachorro.

***

-¡Deja que te ayude!

-Puedo sola.

-Pero...

-Angel, por favor. Puedo bajar unas escaleras perfectamente.- se quejó mirándole.

-Quiero cuidar de ti y de mi sobrina.

Todo por ti (Alastor y tu)Where stories live. Discover now