VOLTERRA |ALEC VULTURI|

Capítulo 11

Los días pasan y gracias a Dominick me ha presentado a todo el mundo en la Guardia, y no son tan malos y perversos como yo había pensado. Es más, no paran de ayudarme a integrarme.

—Buenos días, Fiorella. —Me saluda Dominick entrando en mi cuarto, ya que he dejado la de Alec para que no piense que estoy abusando de él y de sus cosas, aunque le he tomado prestado varios libros. —Hoy, he pensado que como el día está nublado, podríamos dar un paseo por Volterra, ¿qué te parece?

—Suena genial. —Digo con una sonrisa mientras termino de colocarme el zapato. Dominick me ofrece su brazo, como suele hacer habitualmente y caminamos hacia fuera del castillo hablando de trivialidades.

Mientras desayunamos, mi móvil vibra y puedo ver un mensaje de Alec en el que me desea un buen día. Lleva haciendo eso desde que se fue hace casi un mes. Aunque no hemos podido hablar más de eso, ya que dice que deben mantenerse en silencio cuando vigilan los neófitos.

—¿Alec? —Pregunta Dominick enarcando una ceja, asiento y le muestro el mensaje. —Nadie se imaginaba que se comportase así de bien, o que tan si quiera tuviera corazón.

—¿A qué te refieres? —Pregunto confusa, ya que este tiempo en el cual he estado conociendo al resto de la Guardia, todos han hecho comentarios similares sobre Alec y su hermana Jane.

—En la Guardia se los conoce como los gemelos brujos o los gemelos sádicos. —Responde acercándose a mí para que nadie demasiado cotilla escuche nuestra conversación. —Y no se han ganado ese mote por nada. Disfrutan matando a quien Aro les ordena, y Jane, con su don, suele disfrutar mucho más torturando.

Miro la taza de café pensando en las palabras de Dominick, quien parece complacido por haberme comentado esto. ¿Realmente Alec es un sádico que disfruta torturando y matando?

Cuando levanto la mirada, Dominick me guiña un ojo y se levanta a pagar, dejándome sola con mis pensamientos pesimistas. Con unas palabras me ha hecho dudar de Alec.