Líricos de un adolescente deprimido

fvck u

Juani. 20.07.2020

La noche brilla a tu merced
y con ello ya sacas ventaja.
Desenterró todo vástago
que di por muerto aquella tarde de noviembre.

Cegaste mis ojos.
Censuraste todo aquello que emitían mis labios.
Gobernaste en mi vida
porque sabías que lo único que yacía en mí
eran miedos.

Cualquiera se aferraría
a anhelos traslúcidos
en busca de calma
luego de tumultos que sancionan sus raíces.

Camuflado de semblante de fuerte,
encarnaste dependencia de por medio
y permití que envenenes mi alma
con ese aire que aún dificulta mi ascenso.

Y luego de tantas lunas
induciéndome en una agonía nocturna,
logré deducir:

Tú no buscabas herir,
sino ir en destrucción masiva.
Provocar derrumbes.
Matar lo poco que quedaba de mí.

Ahondé mi brillo
en ese lazo sanguíneo
sin saber que cortarías todo de raíz
y pronto el ardor me calcinaría en vida.

No cesa.
Los paños ya no calman el dolor.
Clamar propicia es en vano.
Lo es cuando logras que todo conspire a tu favor.

Vi magia en esas migajas de cariño intangibles.

Soy el único responsable
de forjar tautologías
que me mantienen cautivo
de eximirme.

Creo que ahí estuvo el problema.
Aprovechar la vulnerabilidad
de algo tan monótono
para beneficio propio.

Y yo lo permití.

La falta de escrúpulos se encargó de nublar tu vista
y conducirte a esto.

Pero los dados cayeron del lado correcto.
Al igual que siempre.

Para desgracia mía:
Tu premio fue mi sentencia
por todos esos años que pasé a tu lado.