Hypnophobia ©

☾q u i n c e☽

—Yo también a ti, muchísimo.

Suspiro, sin saber qué decir y sin saber tampoco qué hacer.

—¿Sigues con Sandy?

—No, en realidad nunca he estado con ella.

—Pero cuando... —¿de verdad quiero guiar la conversación por este camino?—. Me alegro entonces. Ya sabes lo que opino de esa chica.

—Lo sé, y haces bien pensando así.

Asiento, como si Elliot pudiera verme.

El silencio que hay entre los dos se hace cada vez más incómodo. Escucho el claxon de los coches al otro lado de la línea, y también la respiración de Elliot cada vez más agitada. ¿Qué estará haciendo?

—¿Darcy? —dice entre jadeos—. ¿Sigues ahí?

—Sí, sigo aquí.

—Bien, no me cuelgues, por favor.

—Vale, ¿pero qué estás haciendo?

No obtengo respuesta por su parte, así que me limito a esperar a que vuelva a hablar.

—Asómate un momento a la ventana.

Hago lo que me dice y, cuando abro la ventana de mi habitación y saco la cabeza por ella, veo al chico de pelo oscuro luchando por volver a respirar con normalidad.

—¿Qué estás haciendo aquí? —hablo por el teléfono, ya que desde un tercer piso junto a todos los ruidos de la calle, es difícil hablar.

—¿Puedo subir?

Asiento, cerrando la ventana después de colgar la llamada.

Me dirijo hacia la puerta principal y ahí esta mi madre mirando un programa en la televisión.

—¿Dónde vas, cariño?

—A ningún sitio mamá —sonrió—. Ha venido Elliot.

—Me alegra ver a ese chico de nuevo por aquí. Y parece que no soy la única.

Me sonríe, y al instante sé a lo que se refiere.

Un par de golpes se escuchan al otro lado de la puerta principal, y me apresuro a abrirla. Veo a Elliot al otro lado de ella, esperando a entrar con una coqueta sonrisa.

—¿Puedo pasar?

Y antes de poder articular palabra, me lanzo a sus brazos, abrazándole como siempre había querido hacer.

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