Muchas veces nos encontramos con aquel chico malo, sin corazón y bastante manipulador en muchos libros. Ya sea porque es un interés romántico de la protagonista o porque es un personaje al cual el karma va a terminar haciendo sufrir. Pero, ¿Y si este chico fuera el protagonista? Blake siempre ha sido conocido por su encanto y carisma. Siempre ha sabido agradar a los demás a través de la retórica. Y siempre ha sabido conquistar. Sin mucho más en la mente que disfrutar de su nueva vida ahora que vive en Inglaterra con su tía, su egoísmo no podía sentirse más fuerte. Sin embargo, todo esto se ve interrumpido cuando una entidad extraña se sienta a su lado mientras disfruta de una tarde como cualquier otra. Y le hace una petición tan extraña como imposible de cumplir para una persona como Blake. Y aunque claramente se niega, este ser no piensa dejar de atormentarlo hasta que cumpla dicha petición. Recordándole una y otra vez que El destino eligió que él debía cumplir con estas obligaciones, y no hay nada que pueda hacer para resistirse a ello. Pero, ¿Qué es exactamente este destino? Entre fantasmas, secretos, muchas mentiras, amores correspondidos y no correspondidos, Blake es obligado a preguntarse qué es realmente lo que quiere hacer con su vida y por qué, o por quién, vale la pena luchar.
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