Shabal

Imagino cosas, aveces las observo por largos ratos entre pequeños tragos de té. Acostumbro prender cigarrillos y dejarlos morir en mi boca, lo mismo hago con los besos. En ocasiones, me dejo llevar por la vida aventurera y comienzo a dar de brincos en el frío, solitario y silencioso mundo de una sombra; se materializa la oscuridad en las letras y me empieza a contar su historia. Otras veces, la luz es tan fuerte que la mirada se limita a indicar donde deben teclear los dedos, mas la emoción es la misma en ambos casos. El corazón se está delatando y hay que dejarlo libre, sin importar si es en la alegría o la angustia.