Bloody Enemy

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-Una cura. Suena difícil.-

En la habitación del hospital, el grupo que acompañaba a Edd tuvo que informar a los soldados sobre el estado del chico castaño y sobre el ridículo plan que tenía en mente la única persona que acompañaba a su jefe, sumando el innecesario deseo final de Edd que empeoraba el asunto. Paul ya había expresado su opinión.

-Paul, no seas pesimista. Tord es inteligente.- Patryk prefería ser positivo.

-Él ni siquiera está aquí. El joven Gould morirá antes de que se entere.-

El hombre de enormes cejas se asustó cuando la camisa de su uniforme fue sujetada con fuerza por la chica de ojos naranja que demostraban un terrible enojo.

-Te reto a decir eso otra vez.- Su voz fue baja pero amenazante.

-Sólo estoy siendo realista, señorita.- Con cuidado apartó las manos de Lucy. -No sabemos dónde están, tenemos rivales siguiéndonos y éste tonto no quiere contarle a Tord sobre su enfermedad lo cual agota su tiempo.-

Paul se quedó de pie con los brazos cruzados a la par de la cama de Edd, esperando una respuesta. Los demás se enfocaron en el castaño que estaba muy tranquilo con su cuaderno de dibujo. Se imaginaron que estaría totalmente aislado, estando sumergido en su mundo.

-No pido que lo entiendas, Paul.- En realidad si estaba prestando atención. -Pero esto es importante para mí.-

-Me estoy yendo por la parte lógica.- Paul respondió cerrando los puños con fuerza. -Es por tu bien.-

Aún si lo que Paul decía tenía sentido, Edd no se molestó en mirarlo, seguía dibujado. Finalmente Patryk se levantó para tomar a Paul del brazo obligándolo a sentarse para que se calmara.

-Matt...- Lucy llamó la atención de la única persona que no había dicho nada en todo ese rato pero que para nada se había despegado del asiento junto a la cama de Edd. -¿Hablarías con él?-

Los soldados tenían una expresión de que era una terrible idea, pero había algo que ellos no habían notado y Lucy si. Desde que entraron a ese hospital, Matt había dejado de ser Matt. Para bien o para mal, es un cambio impresionante.

-Si- Respondió.

Los otros tres salieron de la habitación dejando a Matt solo con Edd.

-¿Edd?- Estuvo un buen rato sin hablar. Cuando lo hizo su voz fue ronca y baja. -Sé que dijiste que es importante, pero... realmente estoy asustado.-

Edd cerró el cuaderno de dibujo y lo hizo a un lado. Quería que Matt supiera que lo estaba escuchando aunque no miraba su rostro.

-Lo siento, Matt. No quería que te sintieras así.- Lo miró con una débil sonrisa. -No debes estarlo, porque yo ya lo acepté.-

-No digas eso, Edd.- Matt no entendía como su amigo era tan fuerte mientras él se estaba derrumbando por dentro.

En ese momento salieron lágrimas de los ojos de Matt, bajó la cabeza y se tapaba la boca para no gritar por el llanto. Edd se rompía al ver a su amigo llorar, tomó su mano intentando ser fuerte hasta que no pudo más. Al final los dos se abrazaron con mucha fuerza.

En otro lado, se hacía tarde para otros dos.

-No haremos autostop.- Tord se recostó en un árbol cerca de la carretera para sostenerse por el mareo causado por el vodka.

-Nos estamos atrasando.- Tom estaba frente a él tambaleándose un poco.

-Llama a tu amiga para que nos lleve.-

Our Red War ( Eddsworld - TomTord )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora