✧BESO

178 28 7
                                    


De todas las estupideces que he hecho en mi vida, decirle a Jeno que seamos amigos, ha sido una de las peores. Nunca aprenderé. Si ya antes me molestaba que estuviera siempre a mi lado entre clase y clase e incluso en ellas, ahora que siempre estuviera abrazado a mí era mucho peor. Y para rematarlo, nos miraban ya hasta los profesores.

Lo mejor es ignorarlos y he llegado a esa conclusión después de un día incómodo.

Lo único que quería era llegar a mi casa y olvidarme de todo por un rato solamente, pero eso era demasiado pedir al parecer. Algo que jamás hicieron, hoy era el día de hacerlo y unas cuantas chicas nos seguían a pocos pasos de distancia. Sobra decir que Jeno y yo ahora nos íbamos juntos a casa y no es para menos, éramos "amigos" y vivíamos en el mismo edificio por lo que ir separados era una tontería.

Solo me preguntaba cuánto tiempo iba a durar todo esto de la extraña fantasía que se han creado las chicas hormonales sin nada que hacer, que hacer de mi y la garrapata una pareja homosexual. Ósea ¿qué?

—¿Crees qué nos seguirán por mucho tiempo?—Me preguntó Jeno una vez estábamos cerca de llegar a nuestro hogar.

—Sinceramente, no lo sé. ¿Crees qué serán capaces de entrar en nuestras casas?

—Las mujeres son muy raras... Puede que sí.

Mi cara de horror mientras decía aquello debió de causarle risa ya que enseguida me miró con esa expresión burlona, tan característico de él.

Jeno tomó mi mano y echó a correr hacia la dirección contraria de donde vivíamos. No se a que venía todo esto pero habíamos conseguido que el pequeño grupo de chicas nos perdieran la pista durante unos segundos. Si hace tiempo me hubieran dicho que correría solo para que un grupo de locas dejara de perseguirme, hubiera bufado y pasado el tema. Correr no era mi especialidad y más si era por gente que no valía la pena. Si mi vida corriera riesgos, ahí si, me faltarían pies para correr.

No pude evitar reírme cuando la risa de Jeno llegó a mis oídos mientras recorríamos entre las pequeñas calles del barrio, intentando esquivar a los niños y ancianos que se cruzaban con nosotros. Sin darme cuenta habíamos entrelazado nuestros dedos, pero no me molestó, es más, puse más fuerza en nuestro agarre para que nuestras manos no se soltaran. ¿Quién iba a pensar que las chicas nos seguirían? Ni en mis mejores sueños las mujeres más hermosas corrían tras de mí.

Llegó un momento en el que ya mi capacidad pulmonar no daba para más y debía detenerme o me moriría ahogado. Que exagerado soy. Empuje a Jeno contra un pequeño callejón entre las casas de estilo antiguo y me escondí lo que más pude entre las sombras, juntando mi cuerpo con el de Jeno, que contuvo el aliento como si ellas fueran capaces de escucharlo, pero hasta estas alturas ya no se que pensar. Me dan miedo.

—¿Se han ido?—Me susurró intentando controlar su respiración, que por la carrera se oía agitada.

—Creo que si...han pasado de largo.

Nos quedamos un rato en silencio, mirándonos fijamente con una expresión divertida en el rostro, aguantándonos las risas hasta que no pudimos más. Ni siquiera sabía de que me reía, a lo mejor de lo absurda de la situación o de lo poco verosímil que resultaba todo pero al fin de al cabo era gracioso y raro. En un momento ya ni siquiera me importó que estuviéramos en un recóndito lugar a saber de cuantas calles de mi adorada casa a la cual quería llegar pronto para quitarme el sudor del cuerpo. Tenía muy poca capacidad física.

—En mi vida he tenido que correr porque mujeres me siguen. Dios mío...¿qué ha sido todo eso?

—Están locas, no busques la lógica. Últimamente nada tiene sentido.

You'll also like

          

Al decir eso último sentí los brazos de Jeno envolver mi cintura, provocándome un ligero cosquilleo allí donde sus manos rozaron mi cuerpo. La cosa se podía poner más extraña y no por sus toqueteos a los cuales ya me tenia medianamente acostumbrado, sino que en ese momento no hice ademán de apartarlo de un manotazo o algo por el estilo.

—Oye, Garrapata ¿qué se supone que haces? S-suéltame o te golpearé, lo juro.

—Nada es lógico últimamente, ¿verdad?

¿Y ahora a dónde quería llegar a parar? Ah, maldita sea la hora en la que esté se acercó a mí. Me está poniendo de los nervios y de una manera tan extraña que comienza a resultarme agradable... ¡desagradable! Si, eso...desagradable, Jaemin. Métetelo eso en la cabeza.

Intenté apartar sus manos, pero solo conseguí que su abrazo sea más firme entorno a mi, pegándome más a su cuerpo. ¿He dicho que amo mi espacio personal? Bueno, pues esto era una completa violación de ella y aún así no puse demasiado empeño en ello.

Jeno no dijo nada más, solo se quedó observando la manera en la que mi rostro expresaba el disgusto por la situación mal disimulado. Ahora deseaba que las locas vinieran y nos espantaran como si fuéramos palomas en un parque, que detuvieran lo que sea que estuviera pasando o apunto de pasar. Era agradable estar con él cuando no me ponía nervioso, y ahora lo estaba a niveles elevados.

—Hay algo completamente ilógico que ronda por mi cabeza. Tan ilógico que resulta casi una fantasía. Ah...recién somos amigos y ya lo echaré a perder.

—¿De qué hablas?

Este también está loco, no lo olvides. Y es difícil comprender la locura de los demás, así que deja de esforzarte en intentar descifrar el idioma simio, aunque sea tú mono favorito este renacuajo el cual está ignorando el amor que le tengo a mi espacio personal y te haga sentir de manera diferente a los demás. Si ya de por sí no es la misma forma.

Lo último que esperaba era que Jeno se acercaba más a mí, como si ya no estuviera lo suficientemente cerca. Lo último que esperaba era que una de sus manos subieran hasta mi nuca, enredando sus dedos en mi cabello y, por supuesto, lo último que me esperaba era sentir, algún día, la suavidad del tacto de sus labios, esos labios carnosos, contra los míos. Me sentí extrañamente mareado cuando su aliento chocó contra mí y el calor que emanaba rápidamente me envolvió. De pronto, la expresión quedarse en blanco tomó sentido con fuerza en ese momento y tarde más tiempo de lo que me gustaría admitir en reaccionar.

¿Y yo que hice? ¿¡Qué hice!?

Cerrar los ojos e intentar disfrutar de lo que sería mi primer beso.

.
.
.

No sé en qué momento volví a ser consciente de lo que hacía con Jeno.

Nos estábamos besando en un callejón a unas calles lejos de nuestra casa, pero cualquiera podía descubrirnos en cualquier momento y no podía dejar que se alargará más el momento.

Dios mío...¿por qué nunca nadie me dijo que el contacto de los labios se sentía tan jodidamente bien? No, no podía frenar aquello. Solo quería más y más de él, quería más rapidez. Pero estaba tomándoselo con demasiada calma, tratándome con cuidado e incluso oí como hacía un pequeño ruidito de sorpresa cuando lo acorrale con más fuerza contra aquella pared. ¿Qué me está pasando?

Sepárate de él ¡ya! Es un chico por el amor de todos los santos. Aléjate, aunque sea para que no te vean besando a un hombre. Seguro que a nadie le gustaría ser espectador de todo esto.

Llevándome la contraría como siempre, mis manos subieron hasta las mejillas de Jeno del mismo modo que él tomaba mi rostro para asegurarse de que no me alejara y moví mis labios al son de los suyos, intentado seguir su ritmo lo mejor que pude aunque seguía siendo un beso un poco torpe de mi parte. De vez en cuando mis dientes chocaban con los suyos pero no parecía realmente molesto por eso, estaba teniendo bastante paciencia conmigo...¡Demonios, reacciona!

҂ღ.٭ORGULLO VS ORGULLO (NOMIN)Where stories live. Discover now