❥ ¡Te salvaré, Rengoku-san! || ❝ KyoTan ❞

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"¿Cita secreta en la capital?"(2/2)

29 de Diciembre || 6:50am

Le apenaba despertar al chico que dormía plácidamente a su lado. Sin importar cuantas veces lo vea en ese estado, le causaba una gran ternura.

Siempre se le escapaba un adorable hilo de saliva, su rojizo cabello se desordenaba y le provocaba muchas ganas de querer acariciarlo.

"¿Realmente tengo el derecho de hacerlo?"

Lo pensó por unos momentos, no quería hacer nada que pudiera incómodarlo. Pero las palabras del menor vinieron a su mente, haciendo latir con fuerza su corazón y formando una gran sonrisa en su rostro. No pudo evitarlo más y con total suavidad, comenzó a acariciar los cabellos del chico.

– ¿Rengoku-san...? - El menor comenzó a tallar sus ojos y dio un gran bostezo.

Era bastante temprano, pero debían levantarse pronto, Rengoku quería llevarlo a muchos lugares de la capital, sobretodo al famoso restaurante que Uzui le había recomendado.

– ¡Buenos días, mi muchacho! - Dijo alegremente el mayor, le costaba controlar su tono de voz. Aún así, el joven ya se había acostumbrado a su forma de hablar. - ¡Tenemos que ir a la capital, mi chico!

– ¿A la capital? ¡¿Nos están atacando?! - Exclamó preocupado para luego levantarse de golpe, estaba medio dormido y en consecuencia, le costaba procesar las cosas.

– ¡Hahahaha! ¡Aún no, joven Kamado! Solo debemos ir a la capital para que tomen nuestras medidas, aún no hemos mandado a hacer nuestros trajes y el evento social será muy pronto. - Explicó mientras observaba al menor con su tipica sonrisa, lleno de energía.

Rengoku podría haber solicitado o más dicho ordenado la presencia del mejor diseñador y costurero del Imperio, pero Kyojuro prefería llevar al menor a la capital, sabía que le gustaba. Solo era cuestión de recordar la dulce sonrisa que se había formado en su rostro la primera vez que estuvieron en la capital.

– L-Lo lamento, acababa de despertar. - Se disculpó con vergüenza el menor por su reacción. - Ahora mismo voy a prepararme. - El chico comenzó a quitar la parte superior de su pijama, quedando con su abdomen al descubierto.

Al estar medio dormido, no le estaba tomando importancia al hecho de que el mayor estaba presente mientras se desvestía. Los ojidorados lo observaron solo por unos instantes, el rubio rápidamente se dio la vuelta mientras sonreía tratando de ocultar sus nervios, el sudor frío corría por su frente.

Kyojuro quería darse con urgencia un puñetazo en el rostro, ver al menor de esa forma despertaba pensamientos indebidos en su interior. Se sentía un total pervertido, pero deseaba recorrer con sus manos cada parte del deseable cuerpo del joven. Las venas se marcaban en su frente no por enojo, si no por las fuertes emociones que inundaban su ser, no era fácil controlarse.

– Esto...¡Joven Kamado! ¡Tengo que hacer algo urgente, volveré en unos momentos! - Dijo para luego salir con rápidez de la habitación, dejando algo perplejo al menor pero no le dio mucha importancia, el estar medio dormido provocaba que se sienta perdido en tiempo y espacio, tanto que podría quedarse viendo un zapato por largos minutos.

Un fuerte estruendo se escuchó en el pasillo, un hombre de cabellera rubia con mechones rojos acababa de golpear su frente contra la pared. No podía sacar aquellos sucios pensamientos de su mente.