La Chica De La Otra Acera

capitulo 2

Ya han pasado tres días desde que desperté, el doctor Carlos me notificó que físicamente estaba mejor y que me pasarían a una habitación normal de observación.

- Doctor, antes que se retire quisiera saber algo - empecé a susurrar no quería que nadie me escuchará- la enfermera que viene a veces a revisarme ¿seguirá estando pendiente de mi caso?

El doctor rió a bajo volumen, y en su cara se empezó a dibujar un gesto de picardía

- ¿Te llama la atención Sofía?

- ¿Sofía? La verdad no sabía su nombre, no he tenido la suficiente gallardía para preguntarle cómo se llama, siempre que veo su rostro cruzar la puerta algo en mi interior hace que no reaccione y que mis frases no fluyan libremente como lo harian con cualquier otra chica, y creo que ella se ha dado cuenta de eso.

- Talvez si, ella es muy inteligente, de igual manera no tienes de que preocuparte, tu Julieta seguirá cuidando de ti Romeo.

La actitud del Doctor Carlos era increíble, intentaba andar con una sonrisa que le daba esperanza y alegría, no solo a sus pacientes si no también a sus compañeros de trabajo, aunque a mí no me parecía del todo natural, empecé entonces a sospechar que algo en su interior estaba quebrado, y que su sonrisa no era más que una simple máscara que oculta el verdadero sufrimiento de su alma, sabia que la respuesta estaría en su mirada, me causa mucha intriga saber que encontrare al ver detalladamente las ventanas de su alma. Talvez podría ayudar a esa persona que todos los días lucha por salvar la vida de la gente y que ahora necesita que lo salven a el.

Al poco tiempo me transladaron a una habitación más amplia y tranquila, aun mi cuerpo tenía moretones y mi brazo izquierdo aún estaba en recuperación después de haberse fracturado, le pedí al joven que se encargó de llevarme de una habitación a otra el favor de acercarme un libro para distraer mi mente, dijo que miraría si tenía alguno, pero nunca regresó, en ese momento recordé lo que se siente cuando te dejan plantado.

Sofía entro a echar un corto vistazo y revisar que todo andará en orden, entonces me llene de valor, y apesar de conocer su nombre decidí preguntarselo

- Oye te quería agradecer por venir y revisar mi estado de salud, pero para hacer eso necesitaria tu nombre.

Sentí que dije la idiotez más grande del mundo, aunque dió frutos cuando ví que su rostro empezó a sonrojarse

- Sofia- dijo mientras sonreía y apretaba sus labios con cierta ternura- no tienes que agradecerme, la verdad tu caso me interesa bastante, nunca había atendido a una persona que sufriera perdidas de memoria, la verdad me parece muy interesante

- Bueno pues aprovecha la oportunidad que tienes conmigo, soy el primero y sería agradable que aclararás dudas que tengas conmigo

- Realmente me gustaría saber como interpretas cosas del mundo que aun desconoces, talvez puedas darle una perspectiva distinta a situaciones que no recuerdas, y que talvez cuando las conocías las veias de forma distinta.

Enserio era muy inteligente, esa hipótesis que me planteó me dejó sin palabras

- Vaya!, La verdad no se me había ocurrido eso, me dejaste pensando, eres sin duda una mujer curiosa e interesante

- Gracias por fijarte en eso- al parecer no sabía dónde colocar sus manos en un momento estaban en su bata, despues en su cabello- ¿te puedo hacer unas preguntas cuando acabe mi turno?

- Claro- respondí seguro porque sabía que le llamaba la atención y no me importaba si era solo por la perdida de memoria, podría sacar provecho de eso para conocerla.

- Vale, entonces mas tarde hablamos.

Se fue y sentía una alegría que salia de mi pecho, apesar que no fue una conversación larga, si quería que el tema fuera más interesante tendría que intentar recordar lo que había pasado.

Entonces decidí cerrar mis ojos y concentrarme en mis pensamientos, quería alejarme de este mundo terrenal para adentrarme en mi cabeza e intentar recordar aquella chica que mi madre menciono, esa chica de la otra acera por la cual aparentemente moriría y que ahora vive en un baúl que mi mente no quiere abrir. En medio de esa meditación, a mi mente llegó un nombre, un nombre que se dibujo ante mi como un lienzo de un artista que acaba de finalizar su obra maestra.

Karen