Capítulo 15

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Claramente no fue nuestra primera noche juntos. Ivar y yo habíamos compartido más de una noche, pero sin duda alguna ninguna había sido tan cercana e íntima como aquella. Ni siquiera la que compartimos en la estación de policía que, aunque fue la primera, fue horrible.

Finalmente terminamos separándonos antes de las 7:00 am, antes de que Mila empezara a tocar la puerta o Mike saliera al jardín a saludar a nuestros antipáticos vecinos, después de una buena sesión de besos matutinos Ivar termino saliendo por mi ventana.

La escalera termino en su lugar en la bodega después de que Mike enumerara los cientos de peligros que corrimos al tener la escalera una noche al pie de la ventana.

—Debiste de decirme, Olivia —reprendió Mike—. Pudo haber entrado cualquiera. ¿Qué hubieras hecho si algún delincuente se escabulle en medio de la noche?

—Por fortuna nada de eso paso. —mentí.

Ay Mike, ni te imaginas.

Después de esa noche juntos, no hemos salido ni una sola vez por precaución a que alguien pueda vernos juntos y atar cabos, él ha estado muy ocupado tratando de solucionar sus problemas con Jenn. Mientras que los primeros días nos encargamos de crear encuentros casuales en la plaza, para poder seguir viéndonos. Ahora, por lo menos 2 veces a la semana aparca su coche dos cuadras adelante, esperando a que termine mi rutina de footing matutino para tomar café encerrados en su coche —el único problema es que el auto llama mucho la atención y algunos vecinos ya empiezan a saludarnos, debería conseguirse un auto más discreto, uno como él mío—.

Por otra parte, el grupo parece muy ocupado ahora. Las fiestas parecen haberse tomado unas vacaciones, o por lo menos yo me tome unas vacaciones de las fiestas. Todos estamos muy ocupados. Luca y Josh están ocupados buscando opciones universitarias y en sus ratos libres buscan víveres para el famoso campamento. Nora y Jake están más juntos que nunca aprovechando lo máximo posible de tiempo juntos, antes de que Jake se mude con Ivar a California. Mila está ayudando a Anne con los últimos detalles para la apertura del restaurante. Y yo, por mi parte me he dedicado a terminar de acomodarme.

Cada día siento a Chicago más como mi hogar. El recuerdo de Michigan, Noah y mamá parece cada día más lejano. Me cuesta creer que apenas haya pasado un mes.

Me he mantenido en contacto con Bill, quien me mantuvo al tanto sobre todos los detalles de la separación con mi madre, al parecer fue más simple que un trámite de divorcio al no tener hijos en común Bill simplemente se mudó hace un par de días, mi madre decidido vender la casa y dividir el dinero para comprar un departamento más pequeño. Sigue sin hablarme y yo sigo sin querer enviarle mensaje. Noah no volvió a llamar y espero que así se mantenga.

Mike a pesar de tener vacaciones se ha mantenido adelantando trabajando desde casa, porque ahora que Anne vuelve a estar ocupada todo el tiempo dice que se siente solo. Eso me hizo pensar en el anuncio que me envió Luca sobre el empleo, así que me puse en marcha, pero al parecer dejé pasar mucho tiempo y la vacante ya no estaba disponible cuando me presenté, así que sigo sin tener dinero.

Mi pequeño auto ha pasado al fondo de nuestro garaje al aire libre y no hay mañana en que Mike no insista en que debo de venderlo, con el argumento de que nunca lo utilizo, ocupa espacio valioso y que en cuanto entre al colegio tendré que compartir auto con Mila, quien al parecer si tiene coche propio, pero sigue en el taller porque se estrelló contra el porche del vecino de Nora.

Sabía que sus habilidades al volante no eran muchas. Pero, ahora, dejar que ella conduzca en estado de ebriedad parece sentencia de muerte, o por lo menos de algún hueso roto.

IT'S MEWhere stories live. Discover now