Queen of Mean

28 Capìtulo

Staxx una vez cumpliendo su misión, se atrevió a regresar a la guarida en donde se encontraba su actual jefe; este con total tranquilidad se quitó su capa como si le estorbara, hacienda que los demás secuaces comenzaran a recoger las prendas que se iba quitando. Quedando únicamente su ropa cotidiana, se acercó a buscar a aquel ser que lo había traído de nueva cuenta a la vida. Topándose con algunas enfermeras que corrían de lado a lado en el cuarto de aquel ser omnipotente, este acercándose con rapidez podía ver la escena clara; quedándose atónito se atrevió a acercarse, sabiendo que no era lo más adecuado pero si tenía que ayudarle era lo justo... él había hecho todo por este. Quejidos y gruñidos salían por toda la habitación, hasta que un silencio absoluto comenzó a reinar por toda la guarida.

Mientras tanto, una vez que Alex estaba curado y un poco más calmado; Rubius atino a gruñir con fuerza ante la situación que actualmente tenían, y no era nada favorable. Se arrepentía en cierta manera el quedar en cinta, pero lentamente deshacía la idea como si este tuviera toda la culpa. Lentamente, Auron se atrevió a ver a todos en la sala y aclarar su garganta para llamar la atención de todos los presentes.

- Bueno, ¿Cuál es el plan? –comento sin más-

- Según Vegetta estamos perdidos –comento el oso, el cual recibió la mirada de todos dirigirse al peli morado- Willy aún se recupera, y yo estoy en cinta... y dudo mucho que con lo que paso Alex quiera acercarse a la pelea.

- Rubius –hablo Willy con tranquilidad, pasando a su pequeña a manos de Fargan- Debes entender que Staxx era el más poderoso en aquel tiempo, tanto que desafiarlo era confiar en que morirías ahí mismo. Vegetta lo comprende perfectamente, y yo también lo entendí a la mala –suspiro-

- Después de todo –recrimino de nuevo el oso- Entonces voy a entregarme a Luzu, decirle que mejor me mate en escondidas y estaré esperanzado que probablemente ahora si vayan a vengarme.

- Rubius deja de decir tonterías –hablo Vegetta con molestia- Entiende, Luzu sabe de todo un poco... estamos en desventaja.

- No creo que lo estemos tanto –musito Auron, retirándose las gafas- Tengo entendido que Lolito renuncio a todo su papel al igual que Mangel; por lo tanto, ellos no van a participar en esto. Luzu quiere venganza contra todos, pero Staxx solo va por Alex. Alex, tú lo conocías perfectamente... tiene que tener un punto débil.

- Lo único que tenia de debilidad era su casco –musito el pelinegro suspirando- con ese podía tele transportarse a todos lados, incluso llegar a lugares poco concurridos con un simple ajuste. Pero antes de morir ajusto sus guantes y espada, esta responde con el casco... -le miraba un tanto intranquilo- Preferiría no participar en esto...

- Alex... -musito Fargan con un poco de comprensión-

- No te creo –musito el oso nuevamente gruñendo- No les creo a ninguno de ustedes, ni siquiera le creo a Vegetta. Fargan es especialista en vuelo y gracias a Willy han perfeccionado sus técnicas de ataque, a tal punto que las mismas bombas pueden causar más daño de lo que creíamos; Vegetta con sus lobos es imparable, con una simple acción puede hacer que una horda de lo que sea acabe destruido a cenizas. –lentamente Auron se acercaba a este, el cual se alejó un poco- Tu Auron, eres lo suficientemente bueno con combate a cuerpo y así lo perfeccionaste con Luzu; pero Alex también es bueno con la espada gracias a Staxx, ustedes pueden practicar juntos y llegar más lejos... Me van a decir que no hay oportunidad.

- ¿Y tú que harás? Tú no puedes ir, estas en cinta y las probabilidades de perderlo son más altas cada dia –se levantó Vegetta completamente molesto, encarándolo-

- Prefiero perderlo y tener otro después de derrotarlos –le gruño con fuerza mostrando sus dientes- Preferiría perderlo y traer a otro, para que viera todo lo que nosotros en algún momento disfrutamos juntos... ¿Me dirán que no? Fargan tu que harías por tu pequeña –miraba al contrario, el cual la cargaba con todo su amor posible-

- Por ella haría todo... haría todo por Boreal –acero su frente con la de la pequeña, la cual soltó una pequeña risa- Cuenta conmigo para ir la pelea.

- Y conmigo tonto –le pego suavemente Willy a Fargan- Recuerda que somos el dúo de bombas, mientras más mejor.

- No puedo creer lo que diré, pero si Auron me enseña el cuerpo a cuerpo prometo enseñarle a usar una espada –Alex esbozaba una suave sonrisa, mientras Fargan apoyaba su mano en el hombro de este-

- Pero que dices, si la espada se me da bien. –rio Auron un poco, antes de ver al oso- Creo que concuerdo con Alex, si es para un bien mayor en Karmaland hare todo lo posible, calvo.

Vegetta por unos segundos se retiraba de la sala completamente molesto, lo que había hecho el contrario sabía que corrían completo peligro; no sabía en qué momento aquel oso había conseguido tanto valor para encarar a todos, y en especial a este. Sus gruñidos se hicieron cada vez más fuertes, a tal grado de mostrar sus colmillos; sin embargo, aquel oso se atrevió a salir del hospital, acercándose al contrario y recibir un gruñido.

- Hazlo, grúñeme –musito el contrario, mientras suspiraba- Yo no peleare, pero hare algo mucho mejor y que le puedo enseñar a Willy. –reía suavemente, antes de intentar volver a acercarse- Vegetta tu siempre me lo has dicho, y porque rendirte ahora... tu nunca lo haces.

- Pero hay que saber cuándo se tiene que hacerlo –suspiro pesadamente, mientras dejaba que el contrario se acercaba- y en realidad tienes razón, si Boreal quiere salir a correr libremente o nuestra cría quiere conocer el mundo... necesita que esté libre de maldad.

- Por eso mismo somos los héroes de Karmaland, tú me lo has dicho –se acercó a depositarle un suave beso en los labios- Todo estará bien, Luzu aún tiene su parte buena... solo hay que localizarla.

- ¿Tú crees que por eso no ataco a Auron? –miraba a Rubius con algo de confusión-

- Es eso, y por otra cosa importante –llamo la atención de los contrarios al escuchar la voz del susodicho- una noche antes vino a verme, el prometió que todo estaría bien... y confió plenamente en su palabra. Esa noche era Luzu todavía, y también el dia que nos atacó... solamente que hay algo distinto en él, y con un poco de entrenamiento tendremos una oportunidad. –se acercó a ambos dándoles algunas pastillas- Tómalas Rubius, te ayudaran para tu cría... Nos vemos mañana...

Ambos se miraron un poco más tranquilos, y supieron que tenían aun una pequeña esperanza de ganar; conocían a todos sus enemigos anteriores, y sabían que aun y cuando quedaran heridos... siempre había una persona que los haría levantarse de entre las cenizas.

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