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FIVE

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Domingo

Un nuevo día comenzaba, y esta vez Youngmi despertó no por las habituales pesadillas que la acosaban con recuerdos de su pasado, sino por el sonido de su celular vibrando en la mesita de noche. Parpadeando varias veces para despejarse, extendió la mano y agarró el teléfono, aún medio dormida.

—¿Dos mensajes de Sunoo a esta hora? —murmuró para sí misma mientras entraba en el chat.

Grupo: Proyecto

~Kim Sunoo 
•¿Ya está todo listo? 
•Mañana tenemos que entregarlo.

~Youngmi 
•Ya junté tu parte y la de Jungwon. 
•Solo falta la parte de Yeji.

~Hwang Yeji 
•No la hice. 
•Hágalo ustedes.

~Youngmi 
•Yeji, era tu responsabilidad...

~Hwang Yeji 
•Hagan lo que quieran, no me importa.

~Youngmi 
•Yo haré tu parte.
•No pienso reprobar

Frustrada, Youngmi lanzó su teléfono a un lado de la cama con un suspiro. Por fin había tenido una noche tranquila, sin sueños ni pesadillas, y al despertar, ya le habían arruinado el día. Sabía que Yeji no se iba a molestar en ayudar, pero no dejó de sentirse furiosa por la indiferencia de su compañera.

Se levantó de la cama, fue al baño para lavarse la cara y despejarse un poco, luego volvió a buscar su teléfono por si habían llegado más mensajes. Esta vez, eran dos de Jungwon.

~Wonnie 
•Leí los mensajes del grupo. 
•¿Te ayudo?

~Youngmi 
•¿Puedes venir después del almuerzo?

~Wonnie 
•Sí, claro. 
•Sinceramente pensé que dirías que no.

~Youngmi 
•¿Por qué lo creíste?

~Wonnie 
•Me he dado cuanta de que las veces que alguien te ofrece ayuda no la aceptas

~Youngmi 
•Estoy cansada y estresada. 
•No creo que pueda concentrarme bien sola hoy.

~Wonnie 
•Bueno. 
•Entonces, ¿nos vemos en la tarde?

~Youngmi 
•Sip, nos vemos luego.

Youngmi suspiró y se dejó caer de nuevo en la cama, mirando al techo. Era la primera vez que invitaba a alguien a su casa, pero confiaba en Jungwon. Sentía que podía confiar en él. Sabía que él no la molestaría ni invadiría su espacio, algo que valoraba mucho.

[Flashback. Noche anterior] 

—¿Alguna vez has perdido a alguien realmente importante? —preguntó Jungwon

—Sí... mi hermana —respondió Youngmi sin pensarlo. Al darse cuenta de eso desvió la mirada—. Pero prefiero no hablar de eso, ¿sí?

—Está bien. Cuéntame cuando estés lista, no te voy a presionar. No volveremos a tocar el tema hasta que tú lo consideres necesario —dijo Jungwon con suavidad.

—Gracias, Jungwon —murmuró ella, sintiéndose aliviada por su comprensión. 

[Fin del Flashback]

Por la tarde, Jungwon estaba frente a la puerta del apartamento de Youngmi, algo nervioso. No era solo porque iba a entrar a la casa de una chica por primera vez, sino también porque aún se sentía avergonzado por haber llorado tanto frente a ella la noche anterior. Aunque Youngmi le repetía una y otra vez que no la había incomodado, la inseguridad seguía latente.