13

490 95 62
                                    

"Está bien, creo que deberíamos estar bien ahora."

Jungeun se dobló instantáneamente, jadeando pesadamente. Este fue el trabajo más físico que había hecho en mucho tiempo.

Jinsoul miró a la chica más baja mientras recuperaba el aliento. Ella también estaba respirando profundamente, pero nada comparado con las sibilancias que la menor mostraba frente a ella.

"¿Estás bien?" Preguntó Jinsoul, a lo que Jungeun negó con la cabeza.

La pelinegra se quitó el bolso de la espalda y se puso de rodillas mientras empezaba a revisarlo. Encontró la botella de agua que estaba buscando y se la entregó a Jungeun, quien rápidamente la bebió.

Pasaron varios segundos y la respiración de Jungeun comenzó a volver a la normalidad, para alivio de Jinsoul.

La castaña ahora podía pensar con más claridad. El primer pensamiento que cruzó por su mente fue que ni siquiera habían estado en esta dimensión por dos días. Sin embargo, ya se habían metido en problemas.

"¿Ahora qué?" Preguntó Jungeun mientras se sentaba con las piernas cruzadas en el suelo frente a Jinsoul. Estaban sentadas en un pequeño terreno. La hierba le hacía cosquillas suavemente en los tobillos expuestos.

"Conozco un hotel más pequeño y menos conocido al que podemos ir. Investigué sobre varios hoteles de la zona antes de cruzar".

Jungeun asintió con la cabeza; estaba feliz de que Jinsoul pareciera haber trazado cuidadosamente un plan, porque si se le dejaba a ella, sería un desastre. Ella todavía estaba procesando todo lo que había sucedido y asintió lentamente con la cabeza, incapaz de hablar.

"Aquí. Tenemos que ponernos esto."

Jinsoul le entregó a Jungeun una sudadera y una gorra. Sin una palabra, la menor lo hizo, al igual que la contraria. Ahora las chicas tenían el rostro completamente oculto, lo que les permitía moverse libremente sin temor a ser avistadas por la Policía.

"De acuerdo, vámonos." Jinsoul dijo mientras se ponía de pie.

Jungeun imitó sus acciones. Estaba cansada y se sentía agotada. El cielo ya se había oscurecido, lo que ayudaba a que pasaran desapercibidas.

"Necesito que estés cerca en todo momento". Jinsoul le susurró mientras tomaba su mano.

Al instante, Jungeun se puso alerta. Su mano, que ahora estaba unida a la de Jinsoul, pareció sentir un hormigueo. Comenzó a sentir una afluencia de emoción, que trató de controlar. Jungeun no pudo evitar disfrutar de la familiar sensación de la mano de Jinsoul junto a la suya. La simple acción la hacía sentir diez veces más segura.

Por un breve momento, se olvidó de todo lo que acababa de suceder. Se había olvidado de lo que había descubierto ese mismo día. Todo en lo que podía pensar era en la cálida sensación de la mano de la mayor. El pulgar de Jinsoul frotó lentamente sobre la piel de Jungeun y ésta casi se derritió al sentirlo.

"Llegamos", anunció Jinsoul después de unos veinte minutos de las dos chicas caminando en silencio.

Jungeun miró lo que tenían ante ellas. Era un hotel, un hotel muy pequeño, tal vez incluso un motel. Estaba muy escondido, a menos que supieras que estaba allí, parecía algo que sería imposible de encontrar.

"No te alejes demasiado de mí." Jinsoul le susurró una vez más a la menor mientras su mano se alejaba lentamente.

Jungeun instantáneamente sintió que su corazón se encogía ante la pérdida de calidez que le brindaba Jinsoul. Se sintió vulnerable; expuesta.

Uncover - LIPSOULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora