De un brinco salí por completo de la cama dirigiéndome hasta el baño para tomar una ducha.
La alarma había sonado por tercera vez invadiendo mi cuerpo de un terror escalofriante.
Aún no me explico como mierda no la escuche a la primera.
Debería ponerle un control a mi vida para ver si así dejaba de ser tan alocada. No podía darme el lujo de llegar tarde al aeropuerto, sería firmar mi propia muerte, Victoria me desollaría y se haría un abrigo con mi piel, de eso estaba completamente segura.
Me coloqué un pantalón color crema, con mi camisa de seda marca ZARA. Combiné mis tacones con el bolso negro y acomodé mi cabello en un moño algo desordenado pero hermoso. Sombreé mis ojos de un tono marrón claro, pasé la brocha del polvo por mis mejillas resaltándolas y pinté mis labios con mi creyón nude, el cual me habían obsequiado en una de las pasarelas donde Dior había sido el patrocinador.
Amaba mi trabajo, y más cuando podía tener el lujo de vestir el último grito de la moda.
Salí del departamento lo más rápido posible que me permitían aquellos tacones, llegué al ascensor apretando el botón, para que en pocos segundos este se abriera de par en par accediéndome la entrada a su interior.
Al adentrarme en el lobby del edificio, la sonrisa de Mauricio me dio la bienvenida, aquel señor de traje negro negó varias veces con la cabeza al observar la prisa que llevaba... Creo que ya todo el mundo conocía mi pequeño mal de llegar tarde a todos los lugares.
— Buenos días Mau — pasé como un rayo por su lado.
— Tenga cuidado, podría caerse — giré mi vista hacia donde se encontraba sonriéndole ampliamente.
— No te preocupes, lo tengo controlado — o eso creía hasta que choqué con el cristal de la puerta que aún permanecía cerrada. Froté mi frente y me giré nuevamente hacia Mauricio esbozándole otra sonrisa de dientes afuera — ¡Estoy bien!
Grité y salí por completo de aquel lugar rumbo al parqueo, para arrancar mi auto y de una vez por todas dirigirme hacia el dichoso aeropuerto.
Ya con este puesto en marcha le marqué a Patty para ver si había llegado, la cual me contestó con un grito de "Es tarde ¿dónde mierda estas?"...y si, esa era mi mejor amiga, tan sincera que asustaba algunas veces.
Llegué al parqueo de mi destino "Ángeles International Airport" más conocido como LAX y me adentré un poco más en aquel inmenso lugar, hasta toparme con Patty, la cual me miraba como si fuera el ser más raro de la tierra.
— ¿Será que nunca vas a cambiar Nina? — se quejaba como mi madre, solo que esta última lo hacía cuando no quería pasarle dinero para su tarjeta.
— No escuché la alarma.
— Dime otra cosa que no sepa — pasamos por la cafetería para ordenar el desayuno. — Menos mal que el vuelo llega dentro de cinco minutos.
— Debemos estar atentas cuando salgan — miré a la dependienta, la cual estaba tomando la orden del muchacho que se encontraba a mi lado. — Ellos no saben quiénes somos.
— Dos desayuno para llevar por favor — dijo mi amiga llamando la atención de la chica detrás de la barra — Hice una pancarta.
— ¿Cómo que una pancarta?
— Puse sus nombres en una cartulina blanca, así sabrán quienes somos — sacó de su bolso lo antes mencionado y me lo mostró.
— Que inteligente mi pequeña Watson — sonreí alborotando su pelo... Patricia era un poco más bajita que yo y aunque tuviera mi misma edad, parecía una niñita pequeña.
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Secrets | K.TH
Fanfiction¿Cómo decirle a la chica de la cual estás perdidamente enamorado, que no eres gay y que todo fue un malentendido...? La vida nos pone en situaciones embarazosas de las cuales se nos dificulta salir... Mentir, nunca estuvo en mis planes... Pero al pa...