Capitulo 4

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Decidí ir a mi mesita de noche y sacar un pequeño snack que había dentro.

-¡Me tomaste por sorpresa! No puedo ofrecerte más que esto Sebas.

Eran un par de galletas japonesas cubiertas de chocolate que a él le gustan mucho, seguramente las habrán visto alguna vez en los animes. Son muy ricas al igual que prácticas, ya que su forma de palitos hace que no tires migajas por todas partes. Lo notaba bastante tranquilo como para estar en medio de la noche en mi habitación.

-¿No vas a prender la luz?

-Solo podemos prender un poco la de nuestros celulares, mis padres a veces son de sueño ligero y si notan que yo estoy aún despierta se preocuparan y entrarán.

-Está bien, la verdad es que vine porque me dejó un poco preocupado tú mensaje. Sonaba serio pequeña

-¡No me llames pequeña! Tú también eres un Dreamthief y nunca me lo dijiste Sebastián. ¿Por eso te acercaste a mi verdad? Solo porque era igual a ti...

-¡Shhh! Baja tú volumen o nos encontrarán Sara

¡Ugh! Era frustrante tener que hablar susurrando de algo tan serio. Por eso quería ir al día siguiente en los columpios, ahí no tendría que moderar el volumen de mi voz. Podría decirle todo lo que pienso cara a cara y de ser necesario salir corriendo. Sebastián me abrazó y me dijo al oído

-Sí Sara, al inicio me interesaste porque mis padres me dijeron que tú familia era de Dreamthiefs. Pero te aseguro que lo que pasó el día de la rosa y el baño no lo planee en lo absoluto. Todo fue casualidad, o tal vez que estábamos destinados a encontrarnos.

Sebastián me conocía bien y sabía que amaba todo lo que tuviera que ver con el destino. Pensar que realmente estábamos destinados a encontrarnos me hacia sentir bien. Este tonto sabia como alegrarme y arreglar sus errores. Respondí al abrazo y al terminar tuve un poco de curiosidad de saber como él llevaba lo de ser Dreamthief.

-¿Tú has desarrollado el poder?

-Si... cuando tenía doce mis papás me explicaron la situación. Poco tiempo después me dieron el libro de herencia familiar como regalo de cumpleaños y desde ese momento he anotado todo lo que he podido.

- ¿Tus padres también son Dreamthiefs?

-No, solo mi mamá. Al conocerse ellos se enamoraron pero mi madre escuchó el gran sueño de mi padre. Los años pasaron y mi padre le pidió matrimonio, antes de dar una respuesta le explico todo. Él estaba bastante sorprendido pero comprendía el porqué se le estaba complicando tanto convertirse en astronauta.

Sebastián agachó un poco la cabeza, podía notar como le daba un poco de pesar que su madre haya arruinado el sueño de su padre. El solo pensar que si no estaba con alguien que fuera como yo me destrozaba el alma.

Se que en este momento un novio no es mi prioridad pero... viéndolo hacia el futuro no me gustaría acabar en una soledad inevitable. Porque si alguien se acerca a mi automáticamente su sueño tendrá que ser robado, no cumplido y sus esperanzas destrozadas. Toda la vida se sentirá como un fracaso y ni siquiera habría sido su culpa, sino mía.

No creo poder con esto, parecía que Sebastián podía leer mi mente. Tomo mi mano y siguió la historia como si en ella hubiera un poco de esperanza para mi.

-Pero ni siquiera eso frenó el gran amor que sentía mi padre por ella, empezaron a hacer grandes planes y mi padre cambió de carrera. Se convirtió en el piloto que hoy conoces y mi madre en una gran empresaria.

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