En una casa pequeña, pero acogedora, ubicada por el centro de Huancayo, en una zona muy comercial y repleta de gente de clase media, una niña despierta muy emocionada el 23 de agosto, aquel día era muy especial para ella, ya que es su cumpleaños, pero a diferencia de la mayoría de niños y niñas de su edad, ella no está emocionada por los regalos, ni por la gran fiesta que podría tener, ella solo espera poder ver a esa persona tan especial, que viene todo los años a visitarla por su cumpleaños. Lo que ella no sabe es que toda su vida cambiará para siempre pronto.
-Al fin, es hoy, después de un año vendrá-se dijo Danna a si misma muy entusiasmada nada más levantarse.
Salí de mi cama y me cambié de ropa lo más rápido posible, me dirigí al baño a lavarme los dientes, limpiarme la cara y por último peinarme. Tenia que hacer muchas cosas hoy antes de que llegara, solo tenia tiempo hasta antes de las 5, así que debo apresurarme.
Danna salió de su cuarto e inmediatamente bajo las escaleras, dirigiéndose a la cocina.
-Feliz cumpleaños mi amor-dijo mi mamá mientras se abalanzaba sobre mi y me llenaba de besos.
-Gracias mamá- dije mientras también la abrazaba muy emocionada.
-Mira hija, compré mil hojas, tus favoritos.
-Uff gracias mamá, el mejor desayuno que podría tener, no podría empezar mejor el día.
-Por cierto, ya invité a todos las personas que me dijiste.
-Genial, con tal que Paolo no venga estaré mas que contenta-dije feliz mientras comía el mil hojas.
-Uhmm, hablando de eso, su madre me llamó ayer y me preguntó si haríamos una fiesta como todos los años.
-¿No me digas que le dijiste que si y lo invitaste? -pregunté muy molesta.
-Si te digo que sí, ¿me perdonarías?
-¿Por qué mamá?, sabes que las cosas están raras entre el y yo desde que se me declaró antes de dar la prueba en Castalia-respondí furiosa.
-Lo sé hija, pero como será la última fiesta que harás en esta casa, al menos por un tiempo, ya que ingresaste a Castalia, pensé que sería bueno que estén todos tus familiares y amigos, aunque las cosas vayan complicadas con Paolo.
-Está bien mamá, lo aguantaré por ti nomás-dije resignada mientras terminaba el último mil hojas.
-¡Aquí está la cumpleañera! -exclamó mi prima Wendy que bajaba corriendo las escaleras-la bebé cada vez está mas grande, felicitaciones-dijo mientras me abrazaba.
Mi prima Wendy de 16 años, vivía con nosotros hace ya unos cuantos años, ya que sus papás paraban viajando casi todo el año debido a su trabajo, prácticamente era como mi hermana mayor y siempre me hace bromas sobre que soy la bebé de la casa o cosas así, pero no me molestan.
-Gracias primita, pero te recuerdo que el próximo año estaré en Castalia, así que soy casi una adolescente-dije con aires de orgullo
-No, para mi siempre serás una bebé.
-Jaja, bueno veo que no puedo convencerte de lo contrario.
-Me alegro que lo entiendas
-¿No sabes saludar a tus mayores Wendy? -preguntó mi mamá a Wendy, casi como regañándola.
-¡Es verdad! -exclamó Wendy-Perdóname tía, no fue mi intención, ¿Quién es la tía más linda del mundo?
-Ya no seas una aduladora, termina tu desayuno rápido para que me ayudes con unas cosas.
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Los elegidos Elementales
FantasyDicen que toda persona incluso hasta la más repugnante y sanguinaria tiene algo de bondad dentro de sí, no puedo hablar mucho de eso, solo que es muy difícil de creer, pero no puedo negarlo ni confirmarlo, pero lo que sí puedo afirmar es que después...