Capítulo VI: Danna Soto

20 0 0
                                    


En una casa pequeña, pero acogedora, ubicada por el centro de Huancayo, en una zona muy comercial y repleta de gente de clase media, una niña despierta muy emocionada el 23 de agosto, aquel día era muy especial para ella, ya que es su cumpleaños, pero a diferencia de la mayoría de niños y niñas de su edad, ella no está emocionada por los regalos, ni por la gran fiesta que podría tener, ella solo espera poder ver a esa persona tan especial, que viene todo los años a visitarla por su cumpleaños. Lo que ella no sabe es que toda su vida cambiará para siempre pronto.

-Al fin, es hoy, después de un año vendrá-se dijo Danna a si misma muy entusiasmada nada más levantarse.

Salí de mi cama y me cambié de ropa lo más rápido posible, me dirigí al baño a lavarme los dientes, limpiarme la cara y por último peinarme. Tenia que hacer muchas cosas hoy antes de que llegara, solo tenia tiempo hasta antes de las 5, así que debo apresurarme.

Danna salió de su cuarto e inmediatamente bajo las escaleras, dirigiéndose a la cocina.

-Feliz cumpleaños mi amor-dijo mi mamá mientras se abalanzaba sobre mi y me llenaba de besos.

-Gracias mamá- dije mientras también la abrazaba muy emocionada.

-Mira hija, compré mil hojas, tus favoritos.

-Uff gracias mamá, el mejor desayuno que podría tener, no podría empezar mejor el día.

-Por cierto, ya invité a todos las personas que me dijiste.

-Genial, con tal que Paolo no venga estaré mas que contenta-dije feliz mientras comía el mil hojas.

-Uhmm, hablando de eso, su madre me llamó ayer y me preguntó si haríamos una fiesta como todos los años.

-¿No me digas que le dijiste que si y lo invitaste? -pregunté muy molesta.

-Si te digo que sí, ¿me perdonarías?

-¿Por qué mamá?, sabes que las cosas están raras entre el y yo desde que se me declaró antes de dar la prueba en Castalia-respondí furiosa.

-Lo sé hija, pero como será la última fiesta que harás en esta casa, al menos por un tiempo, ya que ingresaste a Castalia, pensé que sería bueno que estén todos tus familiares y amigos, aunque las cosas vayan complicadas con Paolo.

-Está bien mamá, lo aguantaré por ti nomás-dije resignada mientras terminaba el último mil hojas.

-¡Aquí está la cumpleañera! -exclamó mi prima Wendy que bajaba corriendo las escaleras-la bebé cada vez está mas grande, felicitaciones-dijo mientras me abrazaba.

Mi prima Wendy de 16 años, vivía con nosotros hace ya unos cuantos años, ya que sus papás paraban viajando casi todo el año debido a su trabajo, prácticamente era como mi hermana mayor y siempre me hace bromas sobre que soy la bebé de la casa o cosas así, pero no me molestan.

-Gracias primita, pero te recuerdo que el próximo año estaré en Castalia, así que soy casi una adolescente-dije con aires de orgullo

-No, para mi siempre serás una bebé.

-Jaja, bueno veo que no puedo convencerte de lo contrario.

-Me alegro que lo entiendas

-¿No sabes saludar a tus mayores Wendy? -preguntó mi mamá a Wendy, casi como regañándola.

-¡Es verdad! -exclamó Wendy-Perdóname tía, no fue mi intención, ¿Quién es la tía más linda del mundo?

-Ya no seas una aduladora, termina tu desayuno rápido para que me ayudes con unas cosas.

Los elegidos Elementales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora