Magnus y Alec estaban en frente del instituto, esperando a que los hicieran pasar.
Alec le dio la mano y la apretó.— Te prometo que todo estará bien.
— Yo confío en ti.— le susurró.— Solo espero que las cosas no se compliquen y los otros lleguen rápido adentro.
— Así será, confío en mis hermanos y en Will.— le sonrió.
Iba a decirle algo más cuando unos tipos salieron.
— La inquisidora Ingrid quiere ver solo al brujo.— le dijo mirando a Alec, una clara orden.
— Por supuesto que no.— se interpuso Alec.— El no entrará solo.
— Eso o ninguno.— dijo el otro encogiendo se hombro sin interés.— Al final son ustedes los que pierden.
— Alec. — le susurró.— Puedo ir, al menos los distraere mientras ustedes sacan a la inquisidora. Todo estará bien.
— Tu no los conoces, ella es cruel.— le susurraba enojado.
— ¿ Se irán o entrará el brujo?.
— Iré.— contestó Magnus, avanzó y sintió un jalón, supo que era Alec, sin embargo se soltó y lo miró.— Te amo Alec.
Magnus siguió a los hombres dentro de un gran edificio que era entre una iglesia y una enorme mansión.
Habían muchas personas ahí, todas eran Nefelim, ya que tenían runas y armas.
Por un momento se sintió amenazado, y presionado, pero el aceptó entrar.
— Por aquí.— un hombre le señaló un portal, ¡ iban a llevarlo de ahí!, Pensó aterrado.
Ingresaron al portal y llegaron a una sala donde habían unas ocho personas sentadas y una mujer a la cabeza de la mesa con una espada a su lado.
— Buenas, ¿ Magnus Bane, cierto?— le dijo ella, tenía una mirada oscura, como si ya lo odiara.
— A... asi es.— dijo nervioso.
— ¿ A que se debe el.... honor?— preguntó ella con una extraña sonrisa.
— Vengo a.... a pedirles que desistan con la matanza que se ha generado en contra de los subterráneos.— pidió con cautela.
— Vienes a pedirnos. — se burló ella.— ¿ Como una orden?
— No señora, solo una petición.— le respondió con toda la seguridad que podía reunir.
— ¿ Y por que haríamos eso?.
— Yo solo quiero un trato igualitario. Los nefilim nos han hecho a un lado y hasta quieren matarnos, pero nosotros no merecemos eso.— comenzó ganándose una mirada asesina de Ingrid.— A los brujos nos han separado de nuestras madres, yo se que muchos de ustedes tienen hijos, ¿ creen que es justo lo que nos hacen?. Esa profecía nos a traído a cosas brutales, yo debería ayudarles a ustedes con los demonios.
— No sabes de lo que hablas.— lo calló Ingrid.
— Claro que lo se, es verdad que hace poco era un mundano más, mas eso cambió.
— ¿ Y que propones entonces?— preguntó un hombre.
— Calla Gabriel.— casi grita ella.
— Lo siento, pero yo tampoco quiero guerras, causaría estragos, quedaremos pocos y no sería bueno.— le contestó él. Otros dos más asintieron y supo que decía las palabras correctas.— Sigue Bane.
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Amigo Imaginario.
Random¿ Será normal enamorarte de un amigo imaginario? Una historia donde veremos a un niño triste, muy abandonado por parte de su padre, pero como dicen, en la oscuridad siempre hay claridad y Alexander Ligthwood sera la luz y salvación de Magnus Bane. ...