Draco Malfoy - Efecto Azkaban [TERMINADA]

IV. Proyecto personal

CUATRO

Cuando Hermione terminó de vestirse estaba lo suficientemente preocupada y ansiosa. Hacía ya bastante tiempo que no veía a Minerva McGonagall. Y no tenía idea de que cosa urgente podría querer con ella.

— Quizá tiene un puesto para ti en Hogwarts — arriesgó Harry.

— Eso no sería urgente — puntualizó Ginny desde el sofá donde estaba sentada

— ¿En serio no tienes idea? — cuestionó su amigo, desviando la mirada de su novia para mirar a su amiga.

Hermione puso los ojos en blanco, y terminó de quitar las arrugas de su ropa.

— No, Harry. No tengo idea. Pero ya se los contaré en cuanto me entere.

Les dedico una sonrisa que intentaba ocultar su nerviosismo. ¿Qué podría querer Minerva con ella en tono urgente?

Los dos asintieron y Hermione soltó los polvos flu en la chimenea. Dijo el nombre del colegio al que tanto tiempo había acudido y entro en el escuálido lugar.

En segundos salió en el despacho de Minerva, que estaba sentada detrás del escritorio que algún día había pertenecido a Dumbledore.

— Ah, querida. Que vista agradable. Me alegro mucho que aceptaras venir. — la mujer la saludó, haciendo una reverencia con las manos para indicarle que se sentará en el sofá que tenía cerca.

Hermione asintió, aunque levemente confundida. Su carta no parecía para nada tener la opción de negarse.

— También estoy contenta de verla. Ha pasado un tiempo. — dijo, sentándose. Minerva también se sentó, a escasos centímetros de ella, esbozó una pequeña sonrisa que no llegaron a sus arrugados ojos.

Hermione miró el lugar a su alrededor. Seguía bastante igual. Con algunos cambios sutiles que dejaba ver que otra persona ocupaba el sitio.

— Seré directa. — dijo la mujer, llamando la atención de la bruja — te contacte con la esperanza que aceptes un trabajo.

Hermione sonrió, Harry tenía razón después de todo, aunque ella no estaba tan contenta con la noticia. Si hubiera sabido que de eso se trataba podría haberlo negado por carta, y evitar el malestar de venir a este lugar. Abrió la boca para negarse sutilmente. Dar clases en Hogwarts no estaba en sus planes. Solo de volver a ese lugar ya se sentía levemente mal. Tantas cosas habían pasado ahí.

Pero antes de que pudiera decir cualquier cosa Minerva la interrumpió.

— Es una tarea difícil. En todos sus sentidos. Pero entiendo que eres la mejor para la posición.

Hermione erguido una ceja. Curiosa.

— No creo estar preparada para dar clases... yo... — comenzó la bruja menor, levantando las manos, pero no avanzo muy lejos antes de que Minerva negara con la cabeza.

—Oh, no, no, querida, no es para docencia que te llamo. Es otro asunto. Uno más delicado, si se quiere. Y seguramente más problemático. No estoy segura de que aceptes, a decir verdad, pero eres mi mejor opción, sino la única.

Hermione abrió la boca y la volvió a cerrar. Tanto misterio la estaba dejando muy nerviosa.

— Lo siento, Minerva, pero no entiendo a dónde deseas llegar — comentó, por fin, rindiéndose.

Minerva sostuvo sus manos entre las suyas, en un gesto que la sorprendió, y clavó sus ojos en los de ella.

— Necesito tu ayuda con algo. Con un proyecto personal.

Hermione esperó a que su antigua profesora continuará, pero al ver que no diría más nada, se arriesgó.

— ¿Y cuál sería ese proyecto? — cuestionó la joven bruja, sin estar segura de querer conocer la verdad.

Minerva hizo una mueca, como si se preparase para sus siguientes palabras. Hasta que esbozó una sonrisa leve y volvió a hablar.

— La reintegración de Draco Malfoy a la sociedad. 

Aquí me tienen de nuevo! Esta revelado lo que quería Minerva con Hermione, pero ¿Cuál será la reacción de Hermione? El capitulo que sigue es muy intenso, pero me encantó escribirlo!

Les cuento que voy a comenzar a publicar esta historia los miércoles y los domingos, a igual que la otra, Draco Malfoy, que esta en mi perfil por si quieren leerla!  

Tengo curiosidad, ¿Cuál creen que va a ser la reacción de Hermione? 

Nos encontramos el domingo!