Capitulo Veinte: ¿Desconfías de mi?

54 8 34
                                    

Narra YoonHo

16 de diciembre de 2020

Ayer finalmente no me quedé con los tres pequeños gatos en mi casa porque me quedé yo a dormir en la de Hosung, solo a dormir, habiendo cenado algo delicioso con lo que me sorprendió, durmiéndose en mis brazos, si Hosung dormido en mis brazos, mientras veíamos una película.

Esta mañana hemos amanecido en el sofá porque no fui capaz de llevarle a la habitación dado que solo sabia abrazarse a mi de forma que no me facilitaba hacer esa sencilla tarea, resignándome a dormir en este sofá en el que por suerte cabemos los dos.

Ahora por la mañana, siendo casi las ocho y quedando tiempo para ir a nuestros trabajos, yo por lo menos al mio, me encuentro apartando los rebeldes mechones de su frente, sonriendo porque se ve tan bonito y tranquilo durmiendo que no me creo que sea el mismo hombre insistente que no dejaba de perseguirme para dirigir mi propia vida por el camino correcto.

— Hosung —le muevo con cuidado —tienes que despertar, ¿o tengo que buscar la forma de hacerlo?

Hosung al parecer tiene el sueño tan profundo que no me ha escuchado, o quizá simplemente se hace el dormido. No se cual de las dos opciones es, pero si la solución para que despierte. Acercando mi mano a su rostro, acariciando con mimo su mejilla sonrío, llevando ahora dos de mis dedos a su nariz, pellizcando de tal forma que enseguida empieza a surtir efecto, viéndole removerse hasta que se mueve y le suelto, riendo cuando responde atacándome con cosquillas que me hacen removerme bajo su cuerpo, doliéndome las mejillas de tanto reír, callándome de un momento a otro con sus labios sobre los míos, rindiendome poco a poco ante este beso que tan bien me hace sentir, no siendo esperado pero si agradable.

— ¿Qué formas de despertarme son esas? —sonrío inocente ante su mirada —¿por qué estamos en el sofá?

— Te dormiste viendo la película y no me dejaste llevarte a la cama —me encojo de hombros —además de pesar, eres fuerte para ser tan delgado. Te abrazabas a mi como un koala. ¿Puedes dejar que me levante? Tengo urgencias que solucionar.

Hosung me mira por un momento como si hubiese dicho una locura, comprendiéndolo rápidamente porque ya me deja ponerme en pie, ir al cuarto de baño como tenia ya ganas de ir desde hace un rato, con más urgencia por su decisión a atacarme con cosquillas, saliendo no mucho después, encontrándome con que está ahora haciendo el desayuno.

— ¿Te ayudo? —niega —¿por qué no? Bueno como quieras.. iré a jugar con los gatitos mientras.

Yendo ahora a su habitación, sabiendo que es ahí donde se encuentran, me arrodillo en el suelo, acariciando a los tres que pronto se acercan a mi, maúllan, sonriendo por el recibimiento que me dan sin conocerme a penas habiendo estado una vez aquí con ellos.

— Pequeños os vais a quedar conmigo pronto —cojo a la única hembra —y os quiero poner nombres bonitos ya que vuestro dueño no lo ha hecho todavía. Tu pequeña te llamarás Yang y tus hermanos Yin y Lua. Sois tan bonitos y pequeños que merecéis lo mejor.

Acariciándoles aún arrodillado en el suelo, sintiéndome mejor con estos pequeños gatos satisfechos por la atención y el cariño que reciben miro la habitación, tentado por un momento a mirar que secretos esconde aquí Hosung, conteniéndome porque se que se molestará si lo hago, así como sucedió con su ordenador siendo atrapado sin darme cuenta.

— No creo que pase nada al menos por mirar un poco los cajones de su mesita de noche —miro el mueble en si —será un rápido vistazo.

Acercándome al mueble, mirando primero en dirección a la puerta abierta de esta habitación, lo abro con sumo cuidado, fijándome en el interior en este momento.

También te gustarán

          

— No tiene gran cosa —digo con algo de decepción —¿qué es eso?

Algo evidentemente llama mi atención, no solo que esté prácticamente vacío sino la pequeña cajita que hay en su interior. Se que no debería porque es personal, pero la curiosidad me gana y estoy seguro de que si lo dejo como estaba no lo verá.

Cogiendo la cajita, mirando nuevamente hacia la puerta ahora me atrevo a abrirla, sorprendiéndome por el contenido.

Es pequeño, sencillo, como si lo hubiesen hecho a medida y a conciencia para alguien en concreto y no hubiese una oportunidad de que esa persona lo llevase. Observándolo bien entre mis dedos, dejándolo en la cajita nuevamente, pienso en quien debe ser esa persona a la que Hosung le regalaría un anillo como este, quien seria tan especial como para darle algo tan especial y significativo.

Cerrándolo no dejo de pensar en ello, teniendo además la idea de que esta casa tan grande en realidad podría ser un hogar para dos personas y no de su familia como bien me explico.

— YoonHo.

Girándome rápido, tratando de no ser atrapado si ve en mi alguna señal de que es lo que hacia, me pongo en pie, acariciando una vez más a los tres felinos antes de acercarme a Hosung, pensando realmente en ello, decidido a no sacar el tema frente a él si no quiere hablarlo.

— Ya está el desayuno preparado —asiento, dedicándole mi mejor sonrisa —¿qué estabas haciendo?

— Jugar con Yin, Yang y Lua —señalo a los tres gatos —ya tienen nombres y no se los cambiarás.

Saliendo de la habitación, apresurando un poco mi paso recorriendo el eterno camino hasta la cocina me siento finalmente, mirando todo cuanto ha preparado, bebiendo un poco del delicioso zumo de frutas que ha servido antes de ir a avisarme. Dejando el vaso le veo ahora tomar asiento frente a mi, así como también apoyarse en sus manos, mirándome tan fijamente que me hace sentir algo inquieto, aunque por supuesto disimulo lo mejor que puedo que me sienta así, volviendo a sonreirle.

— Me gustan los nombres aunque no era necesario —sus palabras me confunden —tenia pensado ya unos pero me gustan más los que les pusiste. ¿Solo hacías eso?

— Hosung —le miro fijamente —se sincero conmigo. ¿Desconfías de mi? ¿Es por eso que siempre te enfadas si hago algo que según tu está mal como querer cuidar de tus gatos o ver simplemente algo en el ordenador de tu consulta que además es de mi propiedad?

— No desconfío de ti YoonHo pero siento que algo si has hecho porque eres demasiado curioso —niego despacio —cuéntamelo por favor. No quiero tener razones para desconfiar de ti, mucho menos porque estamos iniciando una relación que debe ser sincera por parte de los dos.

— Solo jugaba con los gatos te lo he dicho —cojo un poco de arroz, acercándolo a mi boca —no deberías desconfiar de mi cuando solo he confiado en ti hasta mi salud. ¿Quien haría eso si sabe que el otro va a desconfiar? No se por quien me tomas..

— Has visto esto.

Mirándole, fijando más bien mi atención en lo que ha dejado en la mesa junto a su mano siento que ya no tengo mucho más que decir, más que nada porque rápidamente se ha dado cuenta.

— No se que es eso —dejo los palillos a un lado de mi plato —ni porque me lo muestras.. ¿hay algo que me quieras contar?

— Es un anillo si lo sabes porque lo has abierto dado que estaba al revés a como yo lo guardé —lo guarda en el bolsillo de su chaqueta —YoonHo no te lo diré más veces. No toques mis cosas sin permiso.

— Tu te metiste en mi vida y mi anterior relación sin mi permiso —frunzo el ceño cansado de esto —que tengas ese anillo significa que tienes el propósito de casarte con otro imagino. ¿Entonces que soy yo? ¿Un entretenimiento hasta que te decidas?

Se tu mismo //Layno//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora