¿Quién? [NarutoFem]

Capítulo 41

Pov Narrador

—¿Quién?—su voz salió temblorosa, pero fue lo suficientemente audible para el hombre peliblanco.

El mayor asintió intentando ocultar las ganas de reír al ver el rostro de la pequeña.

—Ven acá, te explicaré todo.

Naruko dudó un poco en acercarse, pero en cabeza albergaba la curiosidad y no pudo evitar hacerle caso.

—Kurama, ¿Ero-sennin es alguien confiable?

La palabra "confiar" era poco usada por la rubia. Toda su vida vivió con el miedo de que las personas traicionaran su confianza y por lo tanto se había vuelto un tanto reacia al aceptar que las personas entraran en su vida.

En su vida diaria no era tan difícil, ya que de alguna forma se sentía segura porque mostraba una persona falsa a los demás, se sentía de alguna forma a salvo cuando usaba su transformación, pero cuando ésta se disipaba todas sus inseguridades volvían a ella.

—Tranquila, estarás bien, no es alguien malo

Con esas palabras en mente, se acercó al mayor con su mente un poco más calmada.

El peliblaco se sentó sobre una roca y esperó a que la rubia hiciera lo mismo frente a ella.

—Verás, yo soy un gran amigo del Tercero—comenzó a explicar.

—¿Entonces porqué nunca te había visto?—toda su vida había crecido junto a Hiruzen y en ningún momento había visto a ese "gran amigo".

—Tuve que hacer un viaje por un tiempo, pero sé algunas cosas sobre ti por él—mintió un poco, en realidad no lo conocía por él, pero eso Naruko no necesitaba saberlo aún.

Por otro lado Naruko se sentía un poco traicionada, Hiruzen nunca le había dicho que ese sujeto conocía su verdadera identidad pero eso provocó que sintiera curiosidad acerca de el hombre frente a ella.

—Puedes disipar el jutsu si así lo deseas—ofreció el hombre.

Y así lo hizo.

Frente al hombre se miraba la viva imagen de Minato en el cuerpo de Kushina, la pequeña era tan parecida a ambos que a Jiraiya le atacó repentinamente el sentimiento de nostalgia.

Naruko un poco avergonzada por la atención cambió su mirada de dirección para disimular un poco su timidez.

—Bien, ahora que estamos más en confianza te explicaré algo más que necesitas saber—agregó el hombre.

—Está bien—asintió mientras ponía atención, parecía ser algo serio por el tono de voz usado por el mayor.

—No se si te has dado cuenta, pero en tu cuerpo hay dos tipos de chakras.

—Oh no, aquí viene la charla—se quejó el gran zorro mientras movía sus grandes colas de un lado a otro.

—¿Dos chakras?—preguntó ignorando el comentario del animal.

—Sí, tienes una parte de chakra azul y otra roja—explicó.

La rubia pensó un poco en aquella especificación y recordó la sensación que tenía cuando Kurama hacía de las suyas con su chakra. Se sentía claramente diferente y si tenía que describirlo en un color sería el rojo.

—¡Oh! hablas del chakra de Kurama—soltó sin pensar.

—¡Pulgosa!

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