Ámbar estaba recogiendo sus cosas despacio para no despertar a Simón quien estaba en uno de los sillones de la habitación ¿será la de Gary cuando el apartamento era suyo? Ahora se regañaba mentalmente por haberlo llamado, pero de todas maneras la salvo de algo muy grave que pudo haberle pasado.
-¿Dónde vas?- pregunto Simón asustándola, se estaba rascando un ojo mientras se sentaba en el sillón que parecía costoso – te llevo a la mansión, oye a todos esto no crees que demasiado temprano
-Simón son las 8 de la mañana, ya creo que se dieron cuenta de que no dormir en la mansión o... - dijo deteniéndose, nadie nunca iba a su habitación por las mañanas además la vieron salir y de seguro creían que estaba con Emilia – mejor dicho, deben creer que me quede con Emilia así que no hay drama
-Entonces espérate y te doy algo de comer y cargas tu teléfono porque esta apagado – dijo mirándola, para él parecía una obra de arte recién levantada.
- Mi cargador se esta ahogando en mi bañera y no creo que tengas un cargador de iPhone – dijo sin mirarlo, para ella en cambio, al verlo adormilado le daban ganas de volver a la cama, pero con él y hablar de todo
- ¿Por qué esta en tu bañera?- pregunto Simón estirándose y haciendo sonar sus huesos – y creo que Nico tiene uno, le diré
-No es necesario puedo vivir sin mi teléfono hoy comprare otro cargador – dijo ella encontrando su zapato – muchas gracias por lo de anoche, por alguna razón tu número es el único que recuerdo casi por completo – dijo mirando para otra parte- intente llamar a Emilia, pero no recordaba su número
-Tranquila, para mi no fue un problema – dijo Simón sonriendo, su número lo recordaba, le parecía tierno - ¿quieres desayunar? Nico y Pedro duermen hasta más tarde
-No, me quiero ir – dijo poniéndose su aro, no quería tentarse a quedarse con él porque después no se querría ir de ahí – ya abuse mucho de tú disposición, vuelve a dormir
- Ya que – dijo dejando de insistir, sabia que no iba a lograr nada – te acompaño hasta abajo
- Dale que me se la salida Simón – dijo ella rodando los ojos – deja de fingir que te preocupas por mi o con algo relacionado a mí.
- mira solo me estoy preocupando por ti – dijo un poco harto de su actitud – anoche intentaron drogarte para hacerte quien sabe que o no se si te drogaste y te pusiste en peligro, lo bueno es que estas bien y no te paso nada, yo solo quiero ver que llegues bien a tu casa y que no te pase nada, al menos ándate en un taxi o llama a Emilia para que te lleve- dijo soltando todo lo que tenía dentro – no soportaría si algo te pasara Ámbar
-¿ahora te preocupas por mí?- dijo Ámbar en voz baja y aguantando las lágrimas – Cuando te pedí que quedaras conmigo me ignoraste y me trataste como basura y ahora yo debo decirte todo lo que pasa ¿no es gracioso?
- Esta bien, la regué ¿si? Me porte como un pendejo contigo cuando me necesitabas, pero ahora quiero estar ahí para ti, se que estas pasando por mucho ahora, pero créeme que por donde estas yendo no es correcto, te estas haciendo daño y se que eres más lista que andar en drogas
- quizás yo quiera estar así Simón – dijo ella tratando de no gritarle – quizás quiero desaparecer para siempre y eso a nadie le importa más que a mí, tú ni nadie sabe por lo que paso, por lo que pase con Sharon, me aburrí de ser lo que todos quieren ver y ser, ya no puedo ni quiero más
-¿y las drogas te ayudan? No seas ingenua Ámbar – dijo acercándose a ella
- Me ayudan a dejar de pensar en todo lo que esta jodido en mi vida Simón – dijo ella soltando lagrimas – me deja ser libre por un momento ¿pero que vas a saber tú? Tú eres afortunado de tener todo lo que yo nunca pude así que no tenes el derecho a decirme como debo afrontar mis problemas
-Al parecer no puedo cambiar tu opinión para que busques ayuda Ámbar – dijo calmándose un poco, tratando de que no llorara, no le gustaba verla así, porque el amaba su sonrisa y hasta sus gestos de mal humor – no llores, pase lo que pase contigo créeme que estaré ahí, yo te quiero, pero también te quiero viva y sana y no como una adicta
- No soy una adicta – dijo harta de la conversación – estoy bien, solo quiero disfrutar de mi vida ahora que nadie esta para decirme lo que puedo y lo que no puedo hacer
Simón iba a decirle algo, pero el timbre sonó muy fuerte, ambos se miraron y bajaron para que Ámbar se fuera y Simón abriera la puerta, dejaría esta conversación para que ella pensara un poco. Al bajar vio que Nico abría la puerta y saludaba a un chico que ninguno conocía
-eh, chicos él es Seba mi primo – dijo Nico presentando a Sebastián ante Ámbar, Simón y Pedro quien estaba recién despertando - ¿Qué haces acá tan temprano? El que está en el sofá es Pedro y ellos Simón y Ámbar
-Mi papá quiere unos papeles del Roller o no sé cómo se llama la verdad el lugar que compro – dijo entrando y dirigiéndose al estudio que había al lado de la cocina - ¿sabes cuánto le rogué para que me diera el loft? Te envidio Nico – dijo riéndose y vio a Ámbar, de primera le pareció la chica más linda que había visto nunca, pero ¿Ámbar? era demasiada coincidencia –
- ehm estamos aquí por Simón que le gano en una apuesta a mi tío – dijo Nico y riendo de como veía a Ámbar y de los celos tan notorios de su amigo
-¿le ganaste una apuesta a mi papa? Viejo eres un genio – dijo riéndose – creo que ni mi mama le pudo ganar algo a ese hombre, bueno los dejo, voy por esos papeles – dijo entrando a una habitación que era el estudio de Gary
- Bueno yo me voy, muchas gracias, chicos – dijo Ámbar saliendo por la puerta sin esperar a que le respondieran
- Bueno ¿Qué paso? No es muy temprano para que este despierta – dijo Pedro extrañado
- discutimos y se enojó, como siempre últimamente – dijo el tirándose donde usualmente dormía – no ve que solo quiero lo mejor para ella
-Yo creo que ya debes alejarte de ella Simón – le dijo Pedro, con Delfi siempre hablaban de todo y a veces de Simón y Ámbar, y ella decía lo egoísta que solía ser la rubia, no le importaba nadie más que ella misma – te estás haciendo daño
-Créeme que lo sé, pero ¿Qué puedo hacer? Me enamore de ella – admitió en voz alta por primera vez, sus amigos se miraron entre si sorprendidos ¿la amaba?- la amo y no se que hacer para dejarla ir, o tal vez no quiero que se vaya, desearía poder no sentir nada por ella
- Pregúntale a Matteo – dijo Nico riendo ya que lo decía en modo broma y Pedro lo golpeo en el brazo - ¿Qué? Yo me acuerdo de que estaba muy enganchado de Ámbar y eso fue antes de la llegada de Luna, vos no los conocías cuando eran una pareja real y no tanto de apariencia
- quizás tengas razón – dijo Simón pensando en lo que dijo su amigo, todo estaba en su diario y se notaba que ambos se querían un montón, quizás así la dejaría y que ella tomara sus decisiones – pero no puedo dejarla sufrir así, Sharon la dejo y esta sola, pero no quiere a nadie cerca porque creen que le tienen lastima, en la fiesta de Luna note el resentimiento que tiene con su abuelo y en general con medio mundo
Por alguna razón Sebastián estaba atento a lo que decían, ¿Quién era Sharon? Quizás su mamá, no podía ser su hermana, había como cinco millones de chicas llamadas Ámbar en Argentina y pronto se iría así que ella no podía ser, pero de que la chica era hermosa, lo era.
El chico encontró los documentos de su padre, no entendía porque no podía venir él o a lo mejor le daba vergüenza estar frente al chico que le gano, su padre actuaba muy raro y jamás lo entendería, por accidente tiro unos papeles y al recogerlos vio unas fotografías, era el con una mujer muy guapa y una bebé de semanas, debía ser su hermana, se la llevaría solo para investigar un poco más por su cuenta, necesitaba todas las respuestas.