O N C E

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Ámbar estaba recogiendo sus cosas despacio para no despertar a Simón quien estaba en uno de los sillones de la habitación ¿será la de Gary cuando el apartamento era suyo? Ahora se regañaba mentalmente por haberlo llamado, pero de todas maneras la salvo de algo muy grave que pudo haberle pasado.

-¿Dónde vas?- pregunto Simón asustándola, se estaba rascando un ojo mientras se sentaba en el sillón que parecía costoso – te llevo a la mansión, oye a todos esto no crees que demasiado temprano

-Simón son las 8 de la mañana, ya creo que se dieron cuenta de que no dormir en la mansión o... - dijo deteniéndose, nadie nunca iba a su habitación por las mañanas además la vieron salir y de seguro creían que estaba con Emilia – mejor dicho, deben creer que me quede con Emilia así que no hay drama

-Entonces espérate y te doy algo de comer y cargas tu teléfono porque esta apagado – dijo mirándola, para él parecía una obra de arte recién levantada.

- Mi cargador se esta ahogando en mi bañera y no creo que tengas un cargador de iPhone – dijo sin mirarlo, para ella en cambio, al verlo adormilado le daban ganas de volver a la cama, pero con él y hablar de todo

- ¿Por qué esta en tu bañera?- pregunto Simón estirándose y haciendo sonar sus huesos – y creo que Nico tiene uno, le diré

-No es necesario puedo vivir sin mi teléfono hoy comprare otro cargador – dijo ella encontrando su zapato – muchas gracias por lo de anoche, por alguna razón tu número es el único que recuerdo casi por completo – dijo mirando para otra parte- intente llamar a Emilia, pero no recordaba su número

-Tranquila, para mi no fue un problema – dijo Simón sonriendo, su número lo recordaba, le parecía tierno - ¿quieres desayunar? Nico y Pedro duermen hasta más tarde

-No, me quiero ir – dijo poniéndose su aro, no quería tentarse a quedarse con él porque después no se querría ir de ahí – ya abuse mucho de tú disposición, vuelve a dormir

- Ya que – dijo dejando de insistir, sabia que no iba a lograr nada – te acompaño hasta abajo

- Dale que me se la salida Simón – dijo ella rodando los ojos – deja de fingir que te preocupas por mi o con algo relacionado a mí.

- mira solo me estoy preocupando por ti – dijo un poco harto de su actitud – anoche intentaron drogarte para hacerte quien sabe que o no se si te drogaste y te pusiste en peligro, lo bueno es que estas bien y no te paso nada, yo solo quiero ver que llegues bien a tu casa y que no te pase nada, al menos ándate en un taxi o llama a Emilia para que te lleve- dijo soltando todo lo que tenía dentro – no soportaría si algo te pasara Ámbar

-¿ahora te preocupas por mí?- dijo Ámbar en voz baja y aguantando las lágrimas – Cuando te pedí que quedaras conmigo me ignoraste y me trataste como basura y ahora yo debo decirte todo lo que pasa ¿no es gracioso?

- Esta bien, la regué ¿si? Me porte como un pendejo contigo cuando me necesitabas, pero ahora quiero estar ahí para ti, se que estas pasando por mucho ahora, pero créeme que por donde estas yendo no es correcto, te estas haciendo daño y se que eres más lista que andar en drogas

- quizás yo quiera estar así Simón – dijo ella tratando de no gritarle – quizás quiero desaparecer para siempre y eso a nadie le importa más que a mí, tú ni nadie sabe por lo que paso, por lo que pase con Sharon, me aburrí de ser lo que todos quieren ver y ser, ya no puedo ni quiero más

-¿y las drogas te ayudan? No seas ingenua Ámbar – dijo acercándose a ella

- Me ayudan a dejar de pensar en todo lo que esta jodido en mi vida Simón – dijo ella soltando lagrimas – me deja ser libre por un momento ¿pero que vas a saber tú? Tú eres afortunado de tener todo lo que yo nunca pude así que no tenes el derecho a decirme como debo afrontar mis problemas

On My Own- Ámbar SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora