Nuestra vida es rutinaria, la gente allá fuera vive y celebra, e incluso a veces me he preguntado si soy lo suficientemente afortunada del tener todo lo que tengo o simplemente tuve la desgracia de nacer especial y estar rodeada de muros. He llegado a la conclusión de que la gente nunca está conforme, probablemente haya fuera haya alguien con libertad pero sin comodidad. Nuestro padre nos ha dado las suficientes comodidades para vivir de apariencias, tenemos comics, tenemos figuras, la gente nos adora ya que somos unos héroes... yo, yo salgo en revistas, mi padre es excelente para fingir que lo tenemos todo, cuando vi a esa chica nueva por primera vez no pude evitar pensar que aunque ella estaba allá afuera... algo me decía que se sentía tan atrapada, al igual que yo. Necesitaba una amiga, alguien que no fueran mis hermanos, mucho menos la ordinaria de Vanya, necesitaba alguien a quien platicarle lo mucho que me gustaba Luther... ni si quiera Klaus podía entenderme, decidí aprovechar mi tiempo de estudio independiente para escabullirme a la habitación de Eileen la cual se encuentra a unos pasos de la mía.
Toque su puerta y la abrió dándome una sorprendida mirada. - Hola, ¿número...? - completé - número tres - sonrió apenada - ¡Cierto, una disculpa! - Acepté sus disculpas y le pregunté acerca de lo que estaba haciendo en estas pocas horas que llevaba aquí.
- Te desearía bastante suerte aquí
- ¿Por que lo dices?
- Papá odia el desorden, odia las faltas de respeto y sobre todo la impuntualidad. Lidiar con eso es complicado y más en los entrenamientos, espero poco a poco puedas acostumbrarte. De hecho yo no debería estar aquí, podría meterme en problemas ya que papá tiene cámaras en casi todos lados, debería estar estudiando y tú igual.
- Me va a ir realmente mal entonces - Reinos ambas, aunque quería conocerla más, quería saber cuáles eran sus habilidades o si realmente tenía algo especial... por supuesto no quise ser grosera así que se lo pregunté de forma bastante casual.— Y bueno, ¿porque estás aquí? — me dedico una mirada nostálgica — Perdón, no debí de ser tan entrometida y es mejor que yo me vaya.— Me detuvo explicándome que ella tenía poderes, telequinesis y teletransportación, me contó acerca de cómo los descubrió pero que aún no los dominaba ni los podía controlar y por eso ella estaba aquí.- Así que 2 poderes eh! Que envidia
- Supongo, oye no es por ser entrometida pero... esa chica Vanya, ¿Le caigo mal?
- No para nada , Vanya siempre se aleja de todo y de todos igual no le tomes importancia no la tiene aparte que más da caerle mal a la ordinaria.
- Si pero sabes no deberías de tratar así, es tu hermana y es igual que tú y todos.
Lyra sabía lo que era sentirse sola y rechazada por los demás, conocía el sentimiento de no ser aceptada sólo por ser distinta. Se siento tan identificada co Vanya que se prometió no permitir que la hicieran menos nunca.
Allison escuchó la campaña por lo cual significaba que era hora de la comida, le explicó a Lyra que en cuanto esa campana sonara estaba exactamente a menos de cinco minutos para estar en el comedor principal. En cuanto bajaron número cinco chocó el hombro sin cuidado de Lyra, por lo cual ella confundida pero ignorante le dio poca importancia, bajando así las escaleras y llegando al gran comedor para ponerse al rededor de sus sillas correspondientes aunque ella no supiera en donde le tocara.- ¡Sentados! -dijo papá-
- ¿Dónde me siento? -pregunto Lyra-
- Alado de número cuatro
Frunció el ceño
- Acá ando -klaus alzo la mano-
- Okay -sonrió-
La comida comenzó y Eileen estaba de lo mas maravillada con tanta comida que había
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"Just me and you" (En edición)
FanfictionNo, ella no era perfecta ni si quiera su historia, sin embargo... a los ojos de Five Hagrevees esa chica no era más que su mundo, su salvación y su refugio. ¿Conoces el sentimiento cuando alguien llega y te pone el mundo de cabeza? Una historia ll...