Todos estaban guardando sus cosas, Valt salió del salón para después marcarle a sus hermanos.–Contesta rápido. –Valt le habló al teléfono mientras esperaba que su llamada fuera atendida. –
[–Hola, ¿Qué pasó, Valt? –se escucho una voz femenina del otro lado del dispositivo. –]
–Nika, voy a llegar un poco tarde, si quieren se pueden ir a la casa.
[–¿Por que? ¿Paso algo? –cuestionó la peli-rosa. –]
–Para nada, es que llegaron unos alumnos nuevos y pues ya sabes, les tengo que mostrar la escuela.
[–Y veo, pues... –no pudo terminar por que alguien la interrumpió. –Quítate!]
–¿Nika? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¡Nika, contesta! –exigió algo alterado. –
[–Tranquilo, esta bien.]
–¿Toko? ¿Qué acaba de pasar? –preguntó al reconocer la voz de su hermano. –
[–Si, solo que como la vi en una llamada quería ver quien era pero no me quiso dar el teléfono, por eso se lo quite.]
–Ya veo.
[–¿De que hablaban?]
–Es que no podre ir por ustedes por que les tengo que mostrar la escuela a unos estudiantes nuevos.
[–Mmm, esta bien.]
–Bien, adiós Toko, me despides de Nika, se cuidan.
[–Tokonatsu (no se si se escribe así) Aoi, dame ese teléfono ahora mismo.]
[–Ya ten. –se escuchó a través del teléfono. –]
[–Perdón por eso Valt. –se disculpó Nika. –]
–Descuida, Nika, ya me tengo que ir, nos vemos en la casa.
[–Esta bien, adiós.]
–Te quiero. –se despidió para finalizar la llamada y guardar su teléfono. –¿Qué haré con ustedes dos? –dijo en un susurro para sí mismo, sin saber que alguien lo escuchó. –
–¿Con quién hablabas? –se escucho una voz calma pero que a la vez irritaba a Valt. –
–Te dije que te metieras en tus asuntos, Kurenai. –dijo con voz seria, una la cual le pondría la piel de gallina a cualquiera y Shu no era la excepción, pero no lo hizo notar. –
–Que agresivo. –susurró. –
En eso el mismo peli-naranja de esa mañana llegó corriendo. –Que bueno que no se ha ido presidente.
–¿Qué pasó, Kitt?
–Revise las cuentas sobre el dinero que se a usado el último mes y están mal. –explicó el peli-naranja. –
–¿Cómo que están mal? –preguntó, como si quisiera que la respuesta no fuera la que él pensaba. –
–Aquí están los registro y cuentas, pero no coinciden con los resultados. –Kitt le mostró una libreta. –
–A ver. –toma la libreta y la leyó rápidamente, confirmando lo dicho por el oji-esmeralda. –Kitt, ¿quién las hizo?
–Akane Delta.
–Vete a casa, yo me quedaré y lo arreglaré.
–¿Esta seguro, Presidente?
–Si, ahora vate a casa y descansa.
–Está bien, se cuida. –se despidió y se fue, dejando solos a Kurenai y Aoi. –
–Kurenai –el nombrado volteo. –Dame 5 minutos, ahora vuelvo. –dijo mientras tomaba de nueva cuenta su teléfono y marcó un número. –
[–Otra vez tu, ¿qué pasó ahora? –se escucho del otro lado del teléfono. –]
–También me da gusto escucharte, Toko. –dijo con sarcasmo. –Veras, puede que tarde más de lo previsto en llegar a casa.
[–¿Por qué? Los recorridos siempre han sido rápidos.]
–Surgió un pequeño problema, unas cuentas están mal y las voy a arreglar. –explicó. –
[–Ya veo.]
–Dile a mamá, los veo al rato.
[–Esta bien, cuidate, te quiero.]
–Y yo a ti, adiós. –colgó la llamada y marcó a otro número, unos segundos después alguien contestó. –¿Dónde estas?
[–¿A que debo el honor de tu llamada, Presidente? –se escucho una voz que claramente reflejaba sarcasmo y burla al mismo tiempo. –]
–Akane, me dicen que hay unas cuentas que están mal.
[–¿Unas cuentas?... Ooh, esas cuentas.]
–Con que sabias que estaban mal.
[–Algo... Algo así. –ahora se escuchaba algo nervioso. –]
–Te quiero en la escuela en 15 minutos. – sentenció. –
[–Esta bien, te veo allá, Presidente. –habló rendido y colgó la llamada. –]
–¿Qué voy a hacer? –suspiró. –
–¿Todo esta en orden? –dudó, pero al final Shu preguntó. –
–¿Tu no entiendes verdad? Metete en tus asuntos –contestó con una voz autoritaria. –
–Esta bien.
–¿Y Sumie? –preguntó al no ver al rubio. –
–Se fue a casa, dice que no necesita los recorridos.
–Ya veo. Bien, vamos. –el albino acato la orden y lo empezó a seguir. –
Ya pasado un rato el recorrido termino.
–Y eso es todo. – finalizó el recorrido Valt. –
–Está escuela es increíble. –Shu admiró las instalaciones del plantel, el cual era muy amplio. Pero el teléfono de Valt empezó a sonar. –
–Dame un segundo –se apartó un poco del lugar y contestó la llamada. –¿Qué pasó, Akane?
[–Te estoy esperando afuera del salón del consejo. –]
–Bien, dame unos segundos –colgó la llamada y regreso con Shu. –Bien, Kurenai, eso es todo, ya te puedes retirar.
–Esta bien, adiós. –sin decir nada más, Shu se retiró del lugar para dirigirse a su hogar. –
Valt se fue a la sala del consejo, se puso a arreglar las cuentas con Delta y terminaron a las 7:35 de la noche, después ya cada quien se fue a casa.
En la casa Aoi.
–Ya llegue. –anunció su llegada Aoi. –
–Bienvenido a casa. –Toko recibió a su hermano. –
–Mamá no está, salió con unas amigas, dice que no llega a hasta mañana. –Nika informó al recién llegado. –
–¿Qué tal te fue en la escuela?
–Bien, ¿ya se bañaron? –pregunta el mayor de los hermanos Aoi. –
–Yo ya, Nika aun no.
–Nika vete a bañar mientras hago la cena. –ordenó el de ojos chocolate. –
–Ya que. –y la niña se fue a bañar mientras Valt fue a la cocina y junto a él Toko lo siguió. –
–Valt, ¿te puedo decir algo?
–Dime lo que sea, Toko. –dijo con una pequeña sonrisa. –
–Me gusta alguien. –soltó mientras en sus mejillas se alojaba un pequeño sonrojo. –
–¡¿En serio?! ¿Quién es la afortunada? –Valt estaba emocionado, ¡u hermano menor enamorado! Era genial. –
–Es que, veras, es un hombre. –respondió un tanto nervioso Toko. El siempre buscaría la aprobación y apoyo de Valt y si el no estaba de acuerdo con una relación homosexual él no lo haría. –
–¿Un... Hombre? –repitió, no era que le enojara, solo no lo esperaba. –
–Por favor no te decepciones de mi. Si no estás de acuerdo no estaré con otro hombre. –se apresuró a decir el menor. –
–¿Por qué estaría decepcionado de ti?
–Porque me gustan los hombres.
–¿Y que con eso? Siempre serás mi hermanito, aunque te gusten los hombres o las mujeres o lo que sea... Gracias Toko.
–¿Por qué me das las gracias?
–Por confiar en mi, sabes que siempre te apoyaré.
–Gracias, Valt, eres el mejor hermano.
–Bien, vamos a terminar de hacer la cena.
–Okey.
Ambos siguieron cocinando, después llegó Nika y puso la mesa, cuando los hermanos terminaron empezaron a cenar.
–¿Y que tal les fue en la escuela? –preguntó Valt mientras comía. Al mayor le gustaba estar al tanto de la vida de sus hermanos, no por ser tóxico mi nada de eso, solo para que Toko y Nika supieran qué el estaba para ellos y que les importaba. –
–Bien. –responde Toko. –
–¿Si pudiste arreglar el asunto? –cuestiona Nika. –
–Si, aunque fue agotador, llame a Delta para que me ayudara. -
–Valt sacó su teléfono y vió que eran las 8:30. –¿Les puedo pedir un pequeño favor?–¿Qué pasó?
–¿Podrían lavar los trastes? No e hecho mi tarea.
–No hay problema. –los gemelos asienten y empiezan a recoger los trastes sucios.
Tras recibir una respuesta afirmativa el mayor de los hermanos Aoi se fue a bañar y posteriormente hizo la tarea.
A la mañana siguiente.
–Toko, Nika, despierten de una buena vez. –Valt intentó despertar a sus hermanos, eso es lo que hacía desde hace 10 minutos. –Despierten!! –gritó ya frustrado de no obtener respuesta de sus hermanos. –
–¡Ya desperté! –exclamó Nika mientras se caía de la cama por el susto. –
–¿Qué pasó? –preguntó aún adormilado Toko. –
–Pasa que si no se apuran llegare tarde.
–Ya vamos. –murmuró con flojera Toko. –
–Los espero allá abajo, no les va a dar tiempo de desayunar, se van a tener que llevar un pan en la boca.
–Como digas. –la niña tomó a loco a su hermano. –
–Apúrence. –dicho esto el mayor salió de la habitación y se fue a la suya para arreglar su mochila. –
Cuando Valt ya tenía todo listo se fue al baño y se puso una venda en el brazo y encima se puso su suéter de siempre, después fue por sus cosas y bajo para darles el almuerzo a sus hermanos y finalmente se fueron a la escuela, los gemelos apenas y llegaron mientras Aoi tenía que ir corriendo, por suerte llegó unos pocos minutos antes que el profesor. Pero claro, por haber corrido tanto le empezó a dar calor, por lo que se quitó el suéter.
–Aoi, ¿qué le paso en el brazo? –le preguntó el profesor al ver los vendajes del "alumno estrella". –
–Nada, profesor, solo me pegue, nada grave. –se excusó. –
–Esta bien, pero si se siente mal me dice.
–Si. –afirmó Aoi.–
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Bien, ¿qué les parece?