( 04 )

545 90 32
                                    

! tw: lenguaje homofóbico, hay una escena en la que alguien entra en pánico y no sé si pueda llamarse homofobia interna, pero lo pongo por si alguien se incomoda.

•••

EL corazón de Harry casi se le cae a los pies cuando ve el Audi de Louis aparecer en la esquina de la calle.

—Jack no pudo venir, Bambi—dice en tono divertido, como si lo de la otra noche no hubiera pasado.— Lo siento—añade más serio.

—¿Por qué te disculpas por él?— entra al auto— Hola—saluda unos segundos después.

—Hola.

Minutos después cae en cuenta del apodo, quiere hacer algún comentario al respecto, preguntar el origen del nombre pero no tiene agallas, así que el trayecto es silencioso y cuando se detienen en un semáforo en rojo, Louis toma su celular y pone Sweater Weather.

—Lo siento, Lou—murmura jugando con el cierre de su chamarra. El otro chico no responde pero por la forma en la que está apretando el volante, sabe que se está conteniendo.— En verdad, lo siento.

Pasan unos segundos.

—Yo también te besé... lo siento.

—¿Huh?

—Que yo te correspondí... también fue mi culpa lo que... lo que pasó—dice con nerviosismo.— Jamás... jamás había besado a un hombre—confiesa en un tono bajo con un temblor en la voz.

—Oh—abre la boca con sorpresa.— ¿No eres gay?—quiere darse un golpe en la cara por la estupidez que acaba de salir de su boca. ¿A él qué le importa la sexualidad de Louis?

Se arrepiente tanto cuando lo nota tensar los hombros y apretar la mandíbula, claramente incómodo.

—Nunca había pensado en eso—contesta un poco cortante.

Quiere añadir algo más, reconfortarlo u ofrecerle ayuda en dudas que pueda tener, pero no sabe qué decir. Así que se queda callado mientras el ojiazul maneja a la casa de algún chico del equipo.

Llegan a una calle que no reconoce y Harry abre la puerta, cuando se cuenta que Louis no se baja se gira a verlo.

—¿No vas a bajarte?

El castaño levanta la mirada y sus ojos hacen contacto. Se ve aterrorizado.

—¿Louis?

—Puta madre—recarga la frente en el volante y respira con pesadez.— Puta madre—repite.

—¿Qué pasa?—pregunta cerrando la puerta, quiere tocarlo, abrazarlo o simplemente hacerle sentir que puede contar con él. Pero sabe que el contacto físico es un límite que no puede cruzar de nuevo.

—¿Cómo...? ¿Cómo supiste qué...?

—¿Cómo supe que era gay?—Louis asiente— Cuando salió Peaky Blinders... tenía como ¿12, tal vez? Nunca entendí porque mis compañeros se fijaban en Grace cuando Tommy Shelby estaba ahí... hasta que le dije a Zayn que los niños eran mucho más bonitos y me preguntó si era gay.

—¿Cillian Murphy fue tu despertar sexual?

—Sí y no. Cuando vi Anna Karenina y desarrollé un crush en Jude Law en vez de Kiera Knightley, supe que no me gustaban las mujeres, solo hasta que le dije a Zayn eso me di cuenta que era gay. No sabía que habían etiquetas.

—¿Y si no soy gay?

—No tienes porque encasillarte ¿sabes? Tal vez solo te gusta... lo que te gusta—Louis parece confundido.— Considero que etiquetas son para las personas a tu alrededor, para hacerlas sentir más... cómodas. No le debes nada a nadie, así que, si no quieres ponerte una, simplemente no lo hagas. No significa que vas a dejar de ser tú o vas a ser otra persona.

—Tu tienes una etiqueta—apunta.

—Eso no significa que tu tengas que tener una, Louis.

Los bonitos ojos azules de Louis brillan aún con miedo y confusión.

—¿Y si no me aceptan?

(—Puedo negarte el servicio.

Harry parpadea perplejo con el billete en la mano.

—Es un café.

—Es mi cafetería, puedo negarte mis servicios, niño—el hombre de barba pelirroja se cruza de brazos y lo ve con desdén.

—¿Qué está pasando aquí?—pregunta un chico posicionándose al lado del rizado, tiene el cabello oscuro y ojos tan cafes que parecen negros, trae una chamarra con el logo de algún equipo en el pecho y carga con unos taquetes en el hombro.

—Este marica cree que puede venir a... a... adoctrinarme con sus creencias asquerosas—señala a Harry.

—¿Adoctrinarte? Te pidió un frappé—el pelinegro dice.

—Tiene las uñas pintadas y es un maldito homosexual, Jack—se excusa.— No es masculino como tú y eso me da asco.

—Mike—sonríe burlón.— ¿Si sabes que yo soy gay, verdad?—hay un silencio— Será mejor que no te vuelva a ver por el estadio... —abrió los ojos con asombro falso y se acercó al mostrador.— Podría contagiarte mi gusto por el pene.

El dueño de la cafetería retrocede con el rostro rojo y una expresión de asco.

—Vamos, te invito a un café a otro lado... de todos modos aquí no está tan bueno—le dice el chico.— Jack Turner, por cierto.)

Sacude levemente la cabeza alejando el recuerdo de la primera vez que vio a Jack y se concentra en Louis quien parece estar teniendo una lucha interna.

—Las personas siempre van a encontrar algo de lo qué quejarse, así que no tiene sentido preocuparse de lo que vayan a pensar—se encogió de hombros.— Al final del día, la única persona que tiene que aceptarte eres tú.

Louis abre la boca para decir algo pero no sale ni un solo sonido.

—No soy gay.

—Entonces no lo eres.

—Tampoco soy heterosexual—dice con las palabras saliendo de forma atropellada.

—Pues no lo eres, entonces.

Louis finalmente asiente y sonríe cansado.

—Iré a casa—Louis vive en un apartamento, piensa Harry.— Nos vemos por ahí, Bambi.

Quiere preguntar por el estúpido apodo, pero Louis no le da tiempo, pues enciende el auto de nuevo y el rizado lo toma como una señal para por fin bajarse, así que eso hace y observa el Audi del futbolista alejarse.

bambi [larry stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora