Natasha se encontraba semi dormida en una gran cama de hospital rodeada de aparatos conectados a su cuerpo que monitoreaban incansablemente sus constantes vitales en busca de cualquier anomalía.
Natasha nunca había tenido un sueño profundo, hasta cuándo estaba dormida su cuerpo la obligaba a estar alerta, le habían enseñado a nunca encontrarse desprevenida.
En un movimiento involuntario dio una inspiración más fuerte y profunda de lo normal y sintió el olor a hospital que impregnaba la sala llenando sus fosas nasales.
Se levantó instantáneamente, despertándose totalmente, quedando sentada en la camilla, tapada con las finas sábanas de hospital.
Echó un vistazo a la blanquecina estancia, tenía tan poca decoración como su propia habitación, para su suerte no había nadie allí.
Se llevó las manos a la cabeza que latía molestamente y poco a poco comenzó a recordar todo lo que había sucedido, desde su primera batalla y el primer ataque de Hydra, hasta cuándo la morena que había salvado anteriormente hechizó de alguna forma su mente haciéndola ver horribles hechos de su pasado, enfureciéndola.
Sin perder más tiempo empezó a arrancarse todos los cables y vías que estaban conectados a la piel hasta que el aparato que comprobaba sus latidos se volvió un molesto pitido plano indicando que no había pulso.
Luego se dirigió hacia la puerta, ignorando el dolor que comenzaba a despertar en sus heridas, ya tendría tiempo de preocuparse por eso más tarde, entonces se percató de que ya no llevaba su ropa, solo un holgado y horrible camisón de hospital, iba a matar a quien la hubiese cambiado.
Al llegar a la puerta, la abrió y continuó por todo el solitario pasillo de la Torre que Tony había transformado en una especie de hospital para tratarlos después de sus continuas misiones que no siempre acababan bien.
Mientras abría la puerta número 27 y se preguntaba internamente por qué diablos tendrían tantas habitaciones si el número de activos del equipo no era tan elevado, escuchó apresurados pasos detrás de ella.
Cuando se volvió vio aparecer apresuradamente a Tony y Steve por el pasillo, seguidos de una pequeña cuadrilla de médicos, seguramente parte del gran personal que Tony había contratado innecesariamente.
- Gracias a Dios que estás bien, se puede saber qué haces? - Preguntó Steve con el tono de reproche que usaba en estas situaciones con ella.
- Busco la habitación de la prisionera, vuestro perfecto código ético os prohíbe entregarla herida. - Contestó sin dar importancia a lo que le decía.
- Acercaos a revisarla. - Ordenó Tony a los médicos, notablemente aliviado de que Natasha no hubiese entrado en parada cardíaca.
Cuando un miembro del personal sanitario se acercó a ella con un estetoscopio para revisar sus latidos, Natasha agarró con fuerza el brazo del médico y lo detuvo.
- Estoy perfectamente bien, ponedme uno de esos aparatitos encima y os parto hasta el último hueso de las manos, desde los carpos hasta las falanges. - Soltó Natasha con voz fría, demostrando sus amplios conocimientos, mientras soltaba bruscamente al médico y este se retiraba con cara asustada a esconderse detrás del resto de hombres.
- Natasha no puedes hacer siempre lo que te dé la gana, vuelve a la cama. - Le dijo Tony desesperado por el comportamiento infantil de Natasha.
- Sí puedo. - respondió Nat, y demostrando que esto era cierto, continuó su camino abriendo puertas, ignorando a los hombres detrás de ella.
- Ainss - suspiró notablemente Tony - está en la 63.
Natasha le devolvió una sonrisa cómplice y caminó hacia ella con paso apresurado.
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Una nueva vengadora
FanfictionEsta va a ser una historia en la que Wanda Maximoff y Natasha Romanof serán pareja. Los poderes de Wanda van a cambiar bastante y también su historia. En esta historia hay parejas homosexuales, si no te gusta vete. Espero que la leais y disfrutéis.