Capítulo 84

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-¿Es para mí?- sorprendida se prueba un vestido simple de medio muslo adelante y a los costados casi las rodillas de color negro y mangas largas hasta su muñeca las cuales se harían a gran tamaño

-Sí, es muy hermoso y te queda perfecto- Vendrac la mira contento y se le acerca amable- Me dijiste que tu padre no te dejaba usar ropa de mujer. Ahora eres libre, puedes usar lo que quieras, espero que puedas vivir la vida que quieras vivir

-Vendrac....

-Llámame Morer, ese es mi nombre - le acaricia la mejilla y ella sostiene su mano un poco sonrojada con la calidez

-Morer... Por cierto, mi padre... - Le mira de nuevo

-Ya lo liberé, junto a los otros, él fue tan cruel contigo ¿Por qué sigues preocupándote tanto por él?

-No siempre fue así, pero se convirtió en otro hombre desde que mi madre fue asesinada por los demonios- Lo mira algo triste al recordar ese suceso de cambio.

-Debe ser desgarrador perder a un ser amado, por lo que no puedo culparlo- se acerca a ella y leda un tierno abrazo-  Lo siento... nunca voy a dejarte.

-Estaremos juntos para siempre.

En ese momento no sabía que sería un deseo que jamás se volvería realidad.

Un día, poco después de eso, el destino de nosotros tres, Elen, Adán y yo, cambiaría radicalmente y no podría ser reparado. Una taza que se rompe más allá de poder ser reparada.

-¿Eh? ¿Dónde está Adán? ¿Estará divirtiéndose en algún lado otra vez?- Una fracción de segundo bastó para que ella una mano desconocida la tomara por detrás obstruyendo su respiración- (Mi mirada se vuelve borrosa... ¿Qué... está... pasando?- y en segundos queda totalmente inconsciente.

-¿Eh?- recupera la consciencia lentamente, abriendo sus ojos- (Me siento mareada ¿Dónde estoy?- en el piso de una habitación de ladrillos de concreto

-Lila, ¿Estás despierta? - Aparece su padre junto a su ex-prometido atreves de las rejas de la habitación haciéndole comprender en que lugar se encontraba, alarmándola

-¡Padre!

-Leila, por fin estás a salvo; finalmente,  hemos encontrado una manera de eliminar a ese demonio. Pero tendrás que quedarte en esta celda por un tiempo, más no te preocupes pues es muy seguro

-¡Esperen! ¡No va a funcionar!

-Si lo hará, tenemos un plan muy sólido- extiende su mano frente a ella mostrándole que sostenía el pequeño y golpeado cuerpo del zorrito, lleno de sangre

-¡Adán!- se queda atónita y los ojos cristalinos de lo que está viendo- ¡Padre! ¡Él es inocente! ¡No le puedes hacer una barbaridad así!

-¡Ellos son los bárbaros!- explota en cólera el padre por defender a lo que él creía malvado- ¿Olvidaste lo crueles que fueron cuando asesinaron a tu madre? Mientras que nuestro clan exista ¡No les dejaremos andar por ahí lastimando humanos!

-¡Espera! ¡Padre, por favor!

-Quédate aquí hasta que las cosas se calmen.- Empieza a caminar hacia la salida

-Leila, no te preocupe, terminaré con la vida de ese demonio y podremos casarnos como estaba planeado.- Se inclina a su altura- Y no eres pura pero igualmente te tomaré como mi esposa, deberías estar muy agradecida por mi lealtad.

-¡Eres una vergüenza! ¡Todo lo que quieres es hacerte con el poder de mi familia!

Luna MenguanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora