Capítulo 78 "yes, it's true"

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Una fuerte luz blanca sobre mis ojos dificultaba mi visión. ¿Dónde me encontraba? Veía una silueta borrosa frente a mí ¿_______? Imposible, era más grande. 

-Hey Zayn - era Liam - ¿Cómo te encuentras? 

-¿Dónde estoy? 

Mi cabeza me dolía un montón, sentía un agudo dolor en mis costillas. Luego de poder enfocar bien mi vista hacia Liam noté lo agotado que se veía su rostro. 

-Tranquilo, amigo - se acercó - ¿Recuerdas lo que pasó anoche? 

-No muy bien. 

-Tuviste una pelea en un bar, llegaste a mi casa, ______ enloqueció, te llevamos a casa, y en la madrugada ______ llamó a urgencias porque te quejabas del dolor de espalda. Tienes una fractura en tus costillas. 

No puede ser... 

-Maldición - cerré los ojos y pasé una mano por mi frente - ¿Y ______, dónde está? - volví a mirarlo. 

-Fue a tu trabajo, a dejar la licencia para evitar algún tipo de problema - mis ojos se abrieron más de lo esperado... ¿Qué acaba de decir? 

¿A MI TRABAJO? No puede ser... seguramente se encontrará con Leila. Esto no puede estar pasando. 

-Necesito mi teléfono - tragué saliva con dificultad, esperando a que Liam me entregara mi teléfono. 

-¿Qué ocurre Zayn? - me miró asombrado. 

-Lo necesito, ahora - mascullé. 

-No lo sé hombre, no me dejaron ningún artefacto personal, quizás ________ lo tenga. 

-Necesito comunicarme con ella enseguida. Préstame tu teléfono. 

-¿Cuál es el problema Zayn? - Liam ya estaba más preocupado de lo normal. 

-¡NECESITO EL MALDITO TELÉFONO, LIAM! - grité y estiré mi brazo para que se diera prisa. 

Noté la preocupación en el rostro de Liam, nervioso sacó su teléfono y me lo entregó. ______, _______ comencé a buscar su nombre en la lista de contactos, y marqué. 

Narra ________ : 

-¿Qué haces aquí? - pregunté pasmada.  

Leila, la mismísima Leila, estaba sentada de piernas cruzadas, con unos tacones altísimos. Su cabello rubio caía por sobre sus hombros, sus labios rojos esbozaban una sonrisa enorme, y bastante asombrada, pero nunca tanto como yo... 

-Querida... sabía que en algún momento te enterarías y nos tendríamos que ver las caras, claro que para mi no es un agrado ver la tuya, créeme - rió. 

-Leila - mascullé. 

-¿Cómo es eso de que vienes a dejar una licencia médica? ¿Zayn está bien? - se puso de pie y su rostro automáticamente mostró preocupación. 

-Eso no es de tu incumbencia, Leila. 

-Con cuidado, querida no querrás que la supervisora de tu esposo tenga una mala imagen de ti ¿No? - levantó una de sus perfiladas cejas - Debes comprender, que en este último tiempo han pasado algunos hechos bastantes extraños... ¿Quién iba a pensar que terminaría en el mismo empleo que tu querido esposo? 

-No es para nada coincidencia, Leila, sé claramente que eres una estúpida sin cerebro, con un montón de dinero de respaldo - se acercó y posó su dedo índice en mis labios. 

-Silencio - dijo - no es que esas palabras me vayan a herir o hacer reaccionar respecto a mi vida, sé porqué estoy aquí, y creo que tu queridísimo esposo no te ha informado de nada, ¿Es así? 

¿Informado? ¿A qué se refiere? tomé suficiente aire para poder aguantar lo que saldría de su boca. 

-¿Crees que Zayn ha llegado tarde a casa solo porque es un adicto al trabajo? ¿O porque quiere un ascenso e intenta surgir en este empleo? 

Me hice un paso atrás, pero Leila se acercó rápidamente a mí, con su esbelta y marcada figura, tomó mi brazo y me sentó en una de las sillas. Sacó su teléfono y me enseñó unas imágenes. 

-¿No te contó lo que estuvo haciendo? - rió - corrijo, lo que hemos estado haciendo. 

Y las imágenes eran fotos de él, en un restaurant totalmente lujoso, con comida totalmente de alta costura. Copas de cristal con champagne. Y la mano de Leila sobre la suya. 

-Esa debió ser siempre su vida, y tu cariño, nunca se la podrás dar. Han sido dos días totalmente fabulosos. Cenamos luego del trabajo, oh - sacó el teléfono de mis manos - ¿Te contó nuestra hazaña de ayer? Cerramos un trato con una empresa totalmente exitosa, y fue logro de ambos. Somos un equipo indestructible, nuestro jefe nos felicitó, estuvimos celebrando en su oficina. Seguramente no se molestó en despertarte anoche... Tuvimos un, rato a solas, sabes a que me refiero - guiñó su ojo. 

-No te creo ni una sola palabra, Leila - dije firme - Zayn no haría eso. 

-¿Ah no? - dijo firme. 

-No, está casado conmigo - mostré mi sortija - ¿Acaso nunca comprenderás eso Leila? Él formó una familia conmigo - marqué lo mejor posible las últimas palabras.  

Pero volvió a poner su teléfono frente a mis ojos. Una foto, de ellos dos, abrazados subiendo a un auto... Esas aún no eran excusas para creer que Zayn estaba con ella, no podía estar pasando. 

-Aún así no te creo, Leila - mi voz ya no era firme. 

-Querida, Zayn renunciará a ti, tarde o temprano, él ya... 

Y el sonido de mi teléfono cortó la frase de Leila, ella rió e intentó ver quién marcaba. Liam decía en pantalla. Corté.

-Wow, que rápido tienes un nuevo pretendiente - sonrió - creí que dolería más la ruptura de Zayn y tú. 

-No habrá ninguna ruptura, Leila - la miré fijamente a los ojos, pero mi teléfono volvió a interrumpir. 

-¡Ah! Que patético - levantó sus brazos y caminó hacia su escritorio. 

-Liam, este no es un buen momento - respondí y traté de decirlo lo más rápido posible. 

-¡Princesa! - era la voz de Zayn, estaba desesperado... 

-¿Zayn? - dije extrañada.

-Oh... esto se puso divertido - se acercó a mí -¡Hola cariño! - dijo con su voz repulsiva. Solo tenía ganas de golpear su rostro. 

-Por favor, déjame explicártelo, no escuches nada de lo que diga - dijo Zayn. 

-¿Qué no crea nada de lo que diga? - se interpuso Leila - Zayn, cariño ¿Recuerdas las palabras que te dije aquel lunes en la tarde? 

-Zayn ¿De qué habla? - interrumpí. 

-Cariño ¿La recuerdas? - insistió Leila. 

-Sí - masculló Zayn. 

-Perfecto, entonces... Podrías decirle a tu adorable esposa que estos días que has llegado tarde has estado conmigo, por favor, no me dejes como una mentirosa. 

-Sí, es verdad - dijo Zayn apenas. 

Mi garganta formó un nudo enorme, mis ojos se cristalizaron, corté la llamada y miré los ojos victoriosos de Leila. 

-¿Creías que mentía? 

-Aléjate de mi, Leila.

Me puse de pie y antes de marcharme le di un empujón a Leila con ambas manos, pero solo escuché una risa burlona. Cabizbaja caminé lo más rápido posible por aquellos pasillos, evitando que mis lágrimas corrieran por mis mejillas. Subí al auto, y manejé lo más rápido posible. Quería irme lejos, quería desaparecer. 


Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora