Caminos Entrecruzados - Taekook

Grandes Promesas

- que te parece si... ¿Vamos mejor a tus clases de baile? -el mayor miró a la pequeña que se encontraba mirando a los demás niños jugar.- recuerdo que me dijiste que ya casi se acercaba un torneo, ¿No?

- si, pero no creo que pueda ir -suelta un pequeño suspiro.

- pero que dices Soomin, ¿Por qué no?

- papá no tiene el suficiente dinero para que vaya a competir a Daegu -se bajo del banco.- pero tienes razón, vamos

El mayor asintió con la cabeza agarrando de la mano a Soomin para empezar a caminar juntos, el la quería como su hermana pequeña. Jin había conocido al señor Jeon -como solía decirle- una tarde en el supermercado cuando Soomin tenía dos años, estaba con un traje y con la bebé en una cargadera para bebés mientras le daba algo de comer en su biberón.

Estuvo unos minutos mirándolos cuando vio como se le había caído algo del carrito de compras y la pequeña bebé había empezado a llorar fue cuando el decidió acercarse a ayudarlo, a pesar de que era "demasiado" joven decidió trabajar cuidando de la pequeña bebé.

Ambos caminaron hasta la escuela de baile de Soomin le gustaba el baile al igual que a su padre, había heredado muchos de los gustos y talentos de el como la fotografía, el baile, el canto, el arte y las artes marciales.

- muy bien pequeña ojos de Bambi -le acarició una mejilla.- ve a divertirte yo estaré sentado esperándote en el lugar de siempre

- está bien -le sonrió antes de entrar corriendo al lugar.

- ¡¡esto no es una jodida broma Jungkook!! -grito molesta.- ¡¿Crees que el embarazo es un juego?!

- se que fue mi error -pero el no creía que fuera uno.- pero madre-

- ¿Que vas hacer entonces? -lo interrumpió.

- me haré cargo de el o ella -dijo con total seguridad aún que no lo estaba del todo.- no dejaré sola a Jieun

- largo de la casa -dijo sin mirarlo.- ya arruinaste tu vida al ser novio de esa chiquilla y ahora serás padre, no tendrás mi apoyó ni el de tu padre, vete de una vez y no vuelvas

En ese momento Jungkook lo único que hizo fue llorar, sabía que era su culpa el no haberse protegido pero el se haría cargo de ese "error", como todos lo llamaban.

- créeme cuando te dijo que es lo último que haría -salio del lugar dejando sola a su "madre".

Las primeras lágrimas no tardaron en salir después de salir de aquél lugar que solía llamar hogar, ya no había vuelta atrás. Fue corriendo a casa de su novia, la estuvo esperando por veinte minutos mientras ella hablaba con sus padres y cuando salió ella solo negó con la cabeza mientras lágrimas caían por sus mejillas.

Pero al final le fue igual, no tenían el apoyo de ninguno de los dos y la habían echado de la casa también, estaban completamente solo y solo tenían 17 y 16 años. Lo primero que habían hecho fue ir a casa de uno de sus amigos pero todos se habían negado o bueno eso fue hasta que uno de ellos los dejo quedarse en su casa solo por unos días. En esos días Jungkook se había encargado de buscar trabajó, ya no podría seguir estudiando obviamente. Su primer trabajo había sido vendiendo dulces en las calles pues en ningún lugar aceptaban a un chico de 17 sin los estudios completos.

Los primeros días habían sido difíciles para los dos, habían discutido mucho cuando Jungkook se enteró que Jieun quería abortar. Fue difícil convencerla de no hacerlo, pero al final lo había logrado. La primera vez que fueron a ver cómo se encontraba su bebé Jieun tenía dos meses, fue difícil juntar el dinero para poder pagar la revisión pero había valido la pena. En esos dos meses Jungkook había conseguido un pequeño departamento y un nuevo empleo que consistía en repartir comida en una moto, que a pesar de no saber usar una aprendió después de caerse cinco veces.