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Uraraka estaba devastada.
Iida quería encontrar alguna respuesta a lo que pasaba, a lo que sucedía.
Pero ambos al final llegaron a la misma conclusión.
La clase 1A disminuía en alumnos, esta vez, Midoriya Izuku había, según los maestros, secuestrado.
Inko no dejó de golpear y llorar delante de AllMight, quien no se encontraba mejor que la mujer. Estaba roto, un espejo que había sido golpeado, cayendo de poco los pedazos que pisaba con los pies descalzos.
Aizawa no podía caer, tampoco AllMight, con ello, mucho menos Endeavor quien se recuperó lo más pronto posible y con el Hawks, y otros más héroes.
Estaban quienes se retiraban, otros que simplemente se rendían, cuestionándose que ya de nada servía luchar, que todo era perdida de tiempo y al menos, querían disfrutar un poco de la vida. Aquello era no solo triste o algo que solo los cobardías hacían, pero incluso un cobarde sabía valorar su vida, por lo que, saber que estaba bien o que mal, de difícil de saber.
Uraraka pasó todo el día y noche encerrada en el cuarto sin intensión de salir, no se escuchaba nada, ni llanto o murmullos, lo que preocupo a los de la clase, quien y por qué Aizawa ya había pensado en ello, llamaron a los padres de la chica quienes ingresaron a las instalaciones y, con calma llamaron a su hija quien, al abrir la puerta no dio tiempo de ver su rostro, lanzándose a abrazar a sus padres quienes correspondieron.
—No podemos dejarlos aquí, ya vimos lo peligroso que es –comentó uno de los profesores, aquella no era una reunión cualquiera, ahora todos los docentes tenían palabra.
—Estoy de acuerdo –empezaron otros a alzar la voz —esto ya no es nada personal contra la Yuei, es con todo.
AllMigiht no sabía qué decir, estaba demasiado triste como para oponerse o dar algún comentario con respecto a ello.
—¿Acaso no son solo héroes? –se escucho en la puerta. Nosaka, Haizaki, Kirina y Katora estaban ahí, pero fuera se escuchaba la voz de alguien más, quien parecía estar reprochando algo.
Aquellos que ingresaron no dijeron más, o al menos quien lanzó al aire aquella pregunta dejando a los presentes en un silencio pensativo.
Fue entonces que aquella mujer entro.
Ulvida. Yagami "Ulvida" Reina, les miro. Haizaki, quien había lanzado la pregunta chasqueo la lengua irritado —¿y se dicen ser la mejor institución? No me hagan reír –lo cual hizo, río con ganas.
Kirina parpadeo por aquello y suspiro, Nosaka sonrío ligero y fue Yagami quien pasó a tener la palabra ante la mirada de los docentes y el director —el que se quiera ir... puede hacerlo, al final del día, el tener poder no garantiza aún así la seguridad o felicidad de nadie, lo hemos visto y sido testigos de ello.
—Espera un momento, se alzó otro maestro —¿quienes son para venir a decirnos las cosas? Ustedes siquiera son alumnos de aquí.
—Yo los mande llamar –respondió el animado director bebiendo de aquella taza humeante con té de jazmín —no deja de fascinarme este té –comentó para dejarla a un lado él líquido y enfocarse en los presentes —no son ni somos ajenos nada de nadie. La señorita Ulvida y compañía son alumnos de excelencia de God Edén, quienes tienen bajo a su cargo al joven Bakugou Katsuki y Kaminari Denki, alumnos de la clase 1A
Aquella persona docente volvió a su lugar bufando bajo —lo que sea...
—Aún así... no tienen por qué hablar así, ni por que estar aquí –defendió uno a su compañero.
—Estamos aquí porque ustedes no pueden con su trabajo –habló Hyura.