Capítulo IV

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(Caps 10 y 11)

POV NATALIA

Por suerte, después de la ducha me quedé mejor y la rubia bajita no me tuvo que ayudar a ponerme la ropa.

Aun así, estuve incómoda con su presencia, ya que al final, me acabé quitando la ropa interior mojada y sentía que la toalla no me tapaba del todo.

Pero si te duchas siempre con las chicas, ¿por que te da vergüenza que te vea la Reche?-pensé

Salimos las dos del vestuario con el pelo mojado lo cual nos daba bastante igual por la calor.

Fuimos al campo donde seguían entrenando las chicas para hablar con el entrenador y que vea lo bien que estaba después del susto.

-Hola, Manu. Ya tenemos aquí a Natalia consciente.-dijo Alba

-Hombre, la persona que no se hidrata. ¿Me han dicho unos cuantos pajaritos que en ningún momento te han visto con un botellín de agua en las manos, ¿eso es cierto Lacunza?

-Puede...-dije intentando ocultar mi cara en la camiseta.

-En serio Lacunza, es imprescindible hidratarse en un entreno o partido y más con esta calor y sudando cómo un pollo.-me echó la bronca Alba.

-Si ya, lo sé, pero no tenía sed.-alcé los hombros intentando justificarme

-Bueno, ahora a casita y a descansar. Para ti el entrenamiento ya ha terminado. Alba, debes seguir con el trabajo.-nos mandó el entrenador.

-Tengo que esperar a Marta, hemos venido juntas en mi coche y tengo yo las llaves de casa así que me quedo aquí viendo el entreno.

-Ni de coña Natalia. Aquí fuera no te puedes quedar. ¿O es que quieres tener otro golpe de calor? ¿No, verdad? Pues venga.

-Está bien... ¿Y dónde me espero entonces?

-Conmigo, en la sala y tomándote agua con azúcar para que te suba la tensión porque te veo flojita. Ya verás que bien te sienta.

-Si mama, lo que tú digas.-dije con tono irónico

Alba se me acercó todavía más y me proporcionó una pequeña colleja en toda la nuca.

-Anda espabila, que yo tengo que seguir trabajando.

Me reí por la situación y la seguí de lejos contemplando su bonito culo. En ese momento me daban ganas de tenerlo en mis manos y tocarlo y masajearlo... Uff

Para de pensar eso Lacunza, que es el culo de tu fisio.-me dije a mi misma.

Llegamos a la sala otra vez pero esta vez yo andando. Menos mal que no estábamos solas, ya que habían venido 2 compañeras más para que la rubia las tratara.

-Anda toma el vaso de plástico y el azúcar. Lo llenas de agua, pones el azúcar y te lo bebes.

-A sus órdenes Reche.-le hice el saludo militar y lo cogí.

-Ja ja ja que personaje.-se rió de mi y lo dijo en un susurro, pero aun así lo escuche, y se me quedó una sonrisa de tonta la cual oculté cuando llegue de llenarme el vaso de agua.

-Anda, te sientas y te lo bebes.

Acabó el entrenamiento y Marta y yo fuimos al coche para irnos.

En todo ese camino solo me preguntó cómo estaba. Normalmente, al salir de los entrenos siempre salíamos entre risas y comentando partes del entrenamiento, pero se ve que esta vez no.

Abrí el coche, dejé la mochila detrás y fui a ponerme en el asiento del conductor.

-¡Tú! ¡¿Dónde te crees que vas?!

Dame Alas| Temporada 1| (Casi)CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora