O4 : s e e u l a t e r

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Tu alma gemela será un
extraño a quien reconozcas.

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La noche cayó y las luces alrededor del local se fueron encendiendo, iluminando la calles. Paso una hora desde que estaban los dos conversando, mientras comían aunque Mark estuvo haciendo su esfuerzo por no ponerse nervioso.

Lo espero afuera y se dio cuenta que todo el frío nocturno le entraba hasta los huesos. Frotó sus manos rápidamente, asustándose de ver a Yoonoh a su par. Este se notaba relajado y empezó a caminar dejándolo atrás.

—¡Hyung! —lo llamó al verlo ir muy lejos. Pero este no se dio vuelta. Un tanto decepcionado siguió con su camino hacia su hogar.

Cerró la puerta de su habitación y se tiró a la cama un tanto cansado de la caminata. Dio vueltas al recordar que tenía en su disposición su número celular. Estaba por pegar un chillido de la emoción por su logro cuando su madre entró a ver cómo estaba.

—Minhyung, en el microondas deje tú cena servida. —este asintió entendiendo. —Voy a salir con unas amigas vendré más tarde, cuídate.

Salió un suspiro de su boca luego de que escuchara la puerta principal ser cerrada. Fue a cambiarse en ropa más cómoda, posiblemente se vaya a ver una serie a la sala aprovechando que esta solo en casa.

Fue a la cocina por unas palomitas. Mientras esperaba a que estuvieran busco algo de tomar en el refrigerador. No había más gaseosa carbonatada y resopló tomando una botella de cerveza enojado.

Cuando se acomodó en el sillón. Unos mensajes hicieron que se iluminara la pantalla del celular, notando que se traba de Yoonoh. No creía que llegaría vivir esta situación de poder tener el privilegio de poder hablar con su crush.

Porque debía de ser sincero, tiene leve sentimientos hacia él pero no lo conocía del todo para estar cierto de lo que siente total. Por eso se hallaba en un limbo, si debía de contestarle ya o esperarse unos minutos.

El sonido de llamada lo sorprendió igualmente el sonido del microondas indicando que ya estaban las palomitas. Tomó la llama y fue por su snack.

Dios pensé que te había pasado algo después que te dejamos dormido ahí en el parque. —la voz de Chenle sonaba en su oído izquierdo.

Bueno para tu información estoy muy bien. Me siento feliz. Yoonoh es muy agradable.

Unos aplausos y gritos de festejo se escucharon por parte de su amigo. Al final el plan del chino funcionó a la perfección. Mark tuvo que decirle que parará porque le empezó a doler el oído.

Tienes que agradecerme por conseguirte novio. —el canadiense no pareció convencido con ello. —Yo... bueno fue Ji quien le dijo que estabas allá. No sabes pero creo que te estaba buscando.

Los ojos de Mark se abrieron grandes y intento calmar sus emociones. —Chenle estas mintiendo, no me ilusiones con eso.

Un tanto confundido por lo que había dicho Chenle, no sabría debía creerle. Acabo su noche quedándose viendo una serie que no retomaba hace dos meses pero le distrajo por un tiempo. Sus ojos se cerraron lentamente el alcohol le llego. Olvidándose de responder los mensajes de Yoonoh.

(( 💬 ))

Un tanto despistado y apresurado se levantó del sillón. Reviso la hora, corrió escaleras arribas para vestirse para ir al colegio. Colocó rápidamente su uniforme y agarró su mochila.

En el metro mantuvo su cabeza despierta debido a todo la bulla que había, aunque no era así todo el recorrido. La mayoría es gente que va hacia su trabajo o estudiantes que madrugaron para ir a estudiar. Sinceramente sentía su cuerpo pesado y con un dolor de cabeza fatal.

Una voz a lo largo lo hizo voltear y buscar con la mirada quien podría estar llamando. Hasta que lo vio acercársele. Podía sentir su corazón correr un maratón de lo feliz que es al ver la linda cara del mayor.

—Mark, me alegra tanto verte. —habló y le revolvió el cabello. —Te vez bien con uniforme.

Las mejillas del canadiense no evitaron sonrojarse. —Gracias y igual me alegra verte. ¿Vas a algún lado?

—Si voy a la universidad. Los miércoles son un día muy pesado para mi, sólo mira tengo que cargar mi regla T a todos lados conmigo.

Los ojitos de Mark observaron los gestos que hacia Yoonoh mientras hablaba lo contento que está de estudiar arquitectura. Le parecía fascinante como levemente se marcaban los hoyuelos, en si él se ve atractivo pero ese pequeño detalle lo hace ver adorable.

—Y bonito no se te olvide responderme los mensajes. Ayer estaba esperando una respuesta. —dijo en tono cantarina, que lo hizo asentir con una sonrisa.

—Bueno adiós, Hyung. Tengo que irme, nos vemos en el parque en la noche. —se despidieron con la mano hasta perderse de la vista de ambos.

Sabe que las horas en el colegio pasan muy despacio y hoy justamente quiere que pasen en un abrir y cerrar de ojos para así poder volver a ver a Yoonoh. Quiere apreciar nuevamente su rostro, porque sin duda es una persona bondadosa. Que se irá ganando su corazón poco a poco.

Deos que emoción siento cada vez que escribo sobre esta historia

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Deos que emoción siento cada
vez que escribo sobre esta historia.
Me agrada mucho el resultado uu

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