POV POCHÉ:
Había despertado gracias a los rayos del sol que entraban por la ventana de la habitación del hotel.
Voltee como de costumbre para buscar a Daniela llevándome la sorpresa de que no estaba en la cama.
La puerta del baño llamó mi atención dejando ver a la perfecta mujer con la que había dormido.
— Buenos días amor — Me regaló una sonrisa.
— Buenos días mi vida — Respondí
Ella se acercó a mi para darme un beso en los labios.
— ¿Cómo amaneciste? — Preguntó
— Muy bien mi amor ¿Y tú? — Acaricié su cara con delicadeza.
— Excelentemente bien — Respondió yo me volví a acercar a ella para capturar sus labios con los míos — Debemos irnos, no han parado nuestros celulares de sonar, tus hermanos deben estar preocupados — Yo asentí para tomar mi celular.
Y en efecto, tenía demasiadas llamadas perdidas de Joél y Valentina.
Teclee el número de mi hermano para llamarlo, a los dos tonos respondió.
— ¡Poché! ¿Donde carajos están? — Su voz reflejaba preocupación.
Voltee a ver a Daniela que también tenía cara de angustia.
— Estoy con Dani — Le sonreí y ella me regresó la sonrisa — Estamos bien en una hora salimos para la casa — Respondí.
Él suspiró de alivio.
— Esta bien, aquí las esperamos — Dijo para colgar.
Me levanté de la cama para tomar del suelo mi ropa ya que solo me encontraba con ropa interior.
Caminé con rumbo al baño para tomar una ducha, pero el agarre de Daniela en mi brazo me detuvo.
— ¿Qué pa.. — En ese momento sus labios atraparon los míos.
Nuestros labios se reconocieron al instante, aproveche para tomar con una de mis manos su nuca y con la otra su cintura para pegarla más a mí.
La temperatura de la habitación aumento envolviéndonos en un ambiente de deseo y amor.
Mi lengua ingresó a su boca y mis labios saborearon los suyos.
Me separé un poco para tomar aire y mirarla fijamente a los ojos, ella reflejaba en su mirada amor, deseo, ternura.
— ¿Te duchas conmigo? — Pregunté, ella sonrió y tomó mi mano para caminar al baño.
——-
Estábamos en el ascensor bajando para salir del hotel, caminabamos tomadas de la mano, en la otra yo llevaba la maleta de Daniela.
Sebastian nos abordó antes de que llegáramos a la puerta advertiéndonos que habían periodistas fuera del lugar.
Voltee a ver a Daniela quien me regaló una sonrisa tierna dándome a entender que estaba lista colocando sus lentes de sol sobre su cara y yo hice lo mismo.
Salimos del lugar e inmediatamente los periodistas se acercaron a nosotras, nuestros guardaespaldas evitaron que se acercaran demasiado ayudando a que pudiéramos avanzar.
Se comenzaron a escuchar preguntas por todos lados que ignoramos mientras avanzábamos.
Daniela, ¿Que opinas sobre la foto que circuló anoche de tu novia y Sofia Reyes?
¿Porqué no estuviste el resto del evento?
¿Poché vino a pedirte perdón anoche?
¿Aún siguen juntas?
Poché, ¿Confirmas que hubo algo con Sofia?
¿Le fuiste infiel a Daniela durante el evento aprovechando que se fue y regresaste a pedirle perdón?
Paré en seco ante eso, mi sangre comenzó a hervir.
Daniela apretó mi mano haciendo que volteara a verla susurrándome un tranquila.
— No tengo porqué darles explicaciones de mi vida personal — Respondí seca.
— ¿Le fuiste infiel a Daniela? — Preguntaron
— Jamás le sería infiel a la mujer que tengo a mi lado —
— Las fotos dicen otra cosa Poché —
— Esas fotos fueron tomadas del ángulo perfecto, como siempre suelen hacerlo —
— ¿Qué opinas de eso Daniela? —
— Siempre intentan montar cosas donde no lo son — Respondió
— ¿Que significa para ti Sofia Reyes, Poché? —
Giré los ojos en señal de fastidio que gracias a los lentes de sol no fue evidente.
— Sofia Reyes es un artista importante para mi empresa, es todo —
— ¿Y sentimentalmente? —
— No significa nada — Fui directa — La única importante sentimentalmente para mi es Daniela Calle — Aseguré para seguir caminando a la camioneta.
Llegamos a ella y ayude a subir a Daniela para subir seguida de ella.
— ¡Hijos de puta! — Grité cuando estuve sentada a su lado, Daniela volteó a verme y tomo mi mano.
— Tranquila amor —
Mi respiración estaba acelerada, sentía demasiado coraje e impotencia, Daniela sólo acariciaba mi cara intentando calmarme.
— Amor prométeme algo — Dije mirando sus ojos, ella asintió.
— Claro, dime — Dijo sin quitar su mirada de la mía.
— Prométeme que jamás creerás lo que digan de mí o lo que pretendan de mí sin antes consultármelo — Mi voz era de angustia.
— Claro que no amor, ¿Porqué dices eso? — Su mirada me analizó con preocupación.
— Porqué tengo miedo que cualquier tontería arruine lo nuestro — Respondí, ella negó con la cabeza.
— No digas eso, primero esta el hablar y lo que sucedió anoche no volverá a pasar te lo prometo — Aseguró, yo asentí y me acerqué a ella para sellar nuestros labios en un tierno beso.
El camino fue dominado por el silencio, yo miraba por la ventana estresada, pensando en todo lo que sucedió minutos atrás, todas las preguntas que nos hicieron, todo lo que pretendían de mí, odiaba que especularan cosas.
Tenía miedo que por algo así nuestra relación tomara un rumbo difícil y peligrara.
Sabía que Daniela confiaba en mi, que estaba consciente de lo que podía suceder, de lo que podían mentir los medios para obtener una nota pero de lo que no estaba segura era si ella pudiera soportarlo.
Nunca estuvo acostumbrada a esto y aunque para mí aun es difícil tratar con los medios sabía llevarlo un poco mejor, pero ahora que la noche anterior una simple foto estuvo apunto de hacer que esto terminara prendió un foco rojo en mi.