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Bella:

Subí a mi habitación a darme una ducha fría, todavía escuchaba las risas de Taron y de Ana. Cerré con seguro mi puerta, me quité la ropa que tenía puesta; tirándolas al piso como de costumbre. Al entrar a mi baño evité verme espejo, mi cabello estaba recogido en una moña, lo solté y sentí las puntas rozando mi espalda, causando cosquillas

La noche de por sí ya estaba fría y el agua congelada no ayudaba mucho. Llevé la llave hacia el lado izquierdo, la temperatura subió y el vapor inundaba el baño, lavé mi cabello, llevé la esponja con jabón por todo mi cuerpo hasta quedar como una pompa de jabón. Juagué la espuma que rodeaba mi cuerpo y también quité el shampoo de mi pelo. Después de unos minutos ya estaba envuelta en una toalla y nuevamente pasé rápido por el espejo

Eché crema humectante en mi piel, dando pequeñas caricias. Hice el mismo proceso por todo el cuerpo y después me coloqué mi pijama, leí un rato pero el sueño no demoró en llegar. Dejé a en mi mesita de noche el libro y me di cuenta que aún tenía la manilla de Davies puesta, la admiré por un rato

Toqué las cuerdas que se trenzaban y por alguna extraña razón la acerqué a mi nariz. Aún contenía el olor del perfume de Davies, pero era diferente, no el que siempre usa. Dejé el brazalete en su puesto.

Me quedé analizando el día, la manera tan extraña y distinta en la que había actuado Davies, él puede querer ser muchas cosas conmigo pero nunca un amigo. Sé que todo su papel del buen amigo es una farsa pero por ahora no me le voy a enfrentar, quiero ver cómo termina este jueguito

Me desperté tarde, porque era Domingo y no tenía nada que hacer. Bajé a la cocina y como siempre Ana ya estaba preparando el desayuno, ella ya estaba vestida y con su cabello bien peinado

- Buenos días Belly- saludó mientras seguía revolviendo los huevos en el sartén

- Buen día- saludé con poco interés, aparte una silla de la isla y me senté a hi mientras esperaba la comida

- Belly quería disculparme por lo de...

- Tranquila, no te preocupes. Hay que olvidarlo – interrumpí. No quería hablar del tema , porque siempre que peleábamos sobre mis habilidades con mi moto no resultaba para nada bien

- De acuerdo- sirvió los huevos y me acercó un café. Ella ya había desayunado entonces estaba lavado su plato y lo que había usado para cocinar.

El desayuno estaba delicioso, los huevos estaban frescos y con buen sabor. El café estaba en el punto perfecto de dulce y amargo. Agradecí a mi hermana por el desayuno y lavé mis platos

Ella se sentó en el plato en el que yo estaba y comenzó a hablar:

- Belly mañana me voy al campamento- la voz salía de su garganta en un tono angustiante

- ¿Y?

- Es que me preocupa dejarte sola- ¿Esa era su angustia? ¿De verdad?

- Ana ya soy mayor de edad, me puedo cuidar sola

- Lo sé, pero es que sigues siendo mi hermana

- Solo te vas por una semana, no es para tanto- continué lavando lo que había usado

- De acuerdo, tienes todo para cocinar en la nevera, hay algunas cosas que solo debes calentar en el horno- Ana estaba subiendo las escaleras pero algo la detuvo -Prométeme que no solo vas a comer fideos y macarrones.

Coloqué mis ojos en blanco, no me gustaba cocinar y las cosas precalentadas eran mi salvación. Ella seguía esperando mi respuesta, y no quería un no como respuesta

No es muy tarde para decir "Te amo" [WATTYS 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora