Capítulo 32: Es hora.

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-Es deprimente las horas que tenemos que pasar en este lugar, haciendo esto – musitó Gia, recogiendo otra cuerda del pasto.

-De verdad tenemos que dejar de hablar durante la clase, es la quinta vez que estamos castigadas – musité de malas.

-Si chisme no fuese mi segundo nombre, prometería cambiar, pero no puedo – dijo Sam, dejándose caer a un lado de los balones que ya estaban en la rejilla.

-¿Podríamos ir a la plaza después de aquí?, necesito un café – sugirió Gia.

-Yo si – respondió Sam, levantando su mano al aire, reí.

-Yo no puedo, le prometí a Harriet ver con ella todas las películas de destino final – ambas me miraron incrédulas – Lo sé, pero ya traté de que vea cosas como la Barbie mil trabajos o princesas que sufren sin su príncipe, pero la niña es rara – rieron.

-Bueno, al menos no nos cambias por Harry – bufe.

-Antes me doy un tiro en la cabeza – volvieron a reír.

-Debo confesarte amiga – comenzó Sam, mientras se recostaba de lado, mirándonos – que les daba una semana antes de matarse, pero has sabido llevar esa relación muy bien, ya casi no lo insultas – reí.

-No creerían que iba a ponerme de melosa como ustedes dos y sus relaciones perfectas de "yo te quiero más" – y rieron una vez más – Harry y yo somos como, la pareja más disfuncionalmente funcional de la historia de las parejas – concluí.

-Ahí tienes un punto, aun no puedo creer que tu triángulo amoroso haya terminado en Harry y tú – bromeó Gia.

-Insisto en que si es un cuadrado, eran 4 – agregó Sam.

-Pues ahora que lo pienso, era un pentágono amoroso – ambas me miraron confundidas – éramos cinco ¿recuerdan a Tom? Con quien de verdad casi me quedo – les recordé.

-O sea, ¿qué todo este tiempo estuvimos discutiendo si era un triángulo o un cuadrado, cuando en realidad era un pentágono?, ha sido la discusión más inútil en toda mi vida – se quejó Sam.

-No, los más inútil es que por este tipo de pláticas nos castigan – esta vez las tres reímos.

- ¡Chicas, no es posible! – escuchamos a los lejos, el equipo de futbol iba entrando a la cancha, encabezado por el quinteto maravilla.

-Fue culpa de Sam – se quejó Gia en voz alta.

-Siempre es culpa de Sam – dijo Louis.

-Ya no me molestaré en negar lo evidente – dijo ella, aun tirada en el suelo.

-Pero ya terminamos – avente la otra redecilla con los aros cerca de los balones.

- ¿Te quedarás a la práctica? – preguntó Harry, acercándose a mí, traía su computadora en la mano, por lo que supuse que seguiría haciendo su proyecto de literatura en las gradas.

-No, Harriet – respondí.

-Cierto, destino final – reí.

-Esa es Harriet Payne – tomé mis cosas del pasto – chicos, me tengo que ir, nos vemos mañana – avisé.

-No olvides la información mañana – pidió Sam.

- ¿Te llevo? – preguntó Harry.

- ¿No te quito tu tiempo de trabajo? – pregunté señalando su laptop.

-Más bien me salvas – reí.

Tomamos camino fuera del instituto, hasta el estacionamiento en donde estaba su auto.

Triángulo...¿o cuadrado amoroso?- Harry Styles y TúWhere stories live. Discover now