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ATLANTIS.
Cuando Bella ya estuvo en mejor estado me regalo una sonrisa, mis amigas estaban ansiosas, era primera vez que una humana se convertiría en una de nosotras, el nombre de Isabella, era furor en Atlantis y en las otras ciudades escondidas bajo el mar, sentían una cierta admiración por ella, lo fuerte que era al enfrentarse a algo totalmente fuera de su naturaleza solo por la persona que amaba. Yo igual me sentía orgullosa de ella, era una mujer maravillosa en todos los aspectos.
Tome la mano de mi novia y la conduje por el océano hasta el portal que dividía el mundo Humano con Atlantis, sabia que Bella se sorprendería al verlo, pues Atlantis no era solo una ciudad bajo el mar, también estaba sobre tierra, dividido por lagos, ríos y bosques, todo aquello escondido del ojo humano gracias al portal que llevaba eones escindido, el castillo de mi madre junto a Poseidón, que pocas veces pasaba ahí, ya que residía en el olimpo, era una ciudad terrestre y marítima, habitable tanto para vivir en tierra o en agua, oculta bajo hechizos, para que los humanos no la encontraran jamás, entrar a Atlantis, era como entrar a un mundo mágico, un mundo sin violencia, sin personas malas, las sirenas y tritones que vivían ahí salían al exterior, al mundo humano para alimentarse, Atlantis era una ciudad pacifica y sin desigualdad.
Nos detuvimos frente a unas enormes rocas y con las chicas pusimos nuestras manos en ellas, después de esto unos rayos blancos comenzaron a fluir por las rocas y el agua se volvió mas cristalina, dejando ver a través de ella a los habitantes de Atlantis, se podía visualizar rayos del sol y una Isla a la lejanía, mis amigas ingresaron y me sonrieron para luego irse nadando rápido. Mire a mi novia y ella solo miraba anonada todo lo que estaba en ese lugar, tome su mano y la conduje dentro de las rocas, estas dejaron de emitir esos rayos blancos y el agua dejo de ser cristalina, ya no se veía lo que había detrás de nosotras.
- Esto es hermoso Nadia.- Bella miraba las construcciones elegantes y de color blanco que estaban bajo el mar, literalmente sus ojos estaban presenciando una ciudad moderna escondida en el agua marina, las luces que emitían estos edificios eran gracias a las medusas y también un poco de magia para que dure más.
- Y eso que aun no has visto la zona terrestre, hay un castillo aquí, en el mar que me pertenece a mi y otro en la Isla de Atlantis que es de mi madre, ella controla todo lo que sucede en la isla, cuando las sirenas suben para caminar o residir ahí, acá por el momento lo controla Poseidón desde el Olimpo, hasta que yo me decida venir a custodiar Atlantis .- Ella me miro impresionada, ante lo que decía.
- ¿Y cuando vendrás a custodiar aquí? .- La abrace y tome de sus caderas, haciendo que ella enredara sus piernas en mi cintura, mi cola se comenzó a mover, comenzando a avanzar de forma lenta atreves de todos los edificios que se encontraban en Atlantis.
- Cuando tengamos nuestros hijos y estemos casadas, esa es la ley, tengo que contraer matrimonio para poder reinar, sin embargo tú no estas obligada a quedarte eternamente aquí, yo tampoco, podemos vivir en Forks y por las noches venir aquí y controlar todo, serás la Reina, serás mi reina y la de todos aquí bajo el agua.- Pude sentir como el corazón de Bella se aceleraba de manera rápida.
