𝐂𝐚𝐩𝐞 𝐂𝐨𝐝,𝟐𝟎𝟐𝟑; 𝐀𝐬𝐡𝐄𝐢𝐣𝐢

Capítulo 5: Birthday

Nota: Este capítulo está más extenso que los demás. Espero no fastidiarlxs ❤.

El reloj marcaba las 7:00 AM cuando Eiji abrió el horno para extraer el dichoso pastel de calabaza con cuidado de no quemarse; con pulso tembloroso decoró en el centro un montículo de crema batida.

El omega sonrió satisfecho por su resultado, ya sabía la receta de memoria y era alrededor de la milésima vez que preparaba ese tipo de postres para Ash.

La primera vez que hizo algo similar tenía 19 años. Eran cupcakes por su aniversario; los repitió como cinco veces porque el pan salía muy crudo o quemado y se quedaban pegados a la bandeja.

Ahora se trataba de una tartaleta y olía delicioso en cuanto la retiró de su molde. Estaba seguro de que a su lince le iba a encantar.

El rubio se levantó diez minutos después con el irritante pitido de la alarma que programaba en su teléfono cada noche.

Tallo sus ojos, se levantó de la cama e internó al baño tomando una toalla que estaba doblada sobre los estantes cerca de la regadera. Cuando el primer chorro de agua tibia salió disparado su cerebro empezó a reaccionar para tomar el shampoo y comenzar con su aseo diario.

Su cumpleaños...

¡Hoy era su cumpleaños!

—¡Felicidades!—Eiji lo abrazó calidamente al verlo salir ya vestido con su camiseta negra y sus jeans.

—Gracias, cariño—le dio un casto beso en los labios y divisó el bizcocho a lo lejos —¿Lo hiciste para mí?

—Ya sabes la tradición, me tuve que levantar más temprano, pero valió la pena.

—La pareja se acercó a la mesa. Eiji le cortó una rebanada para entregársela—Estuve buscando por todas partes de la casa, pero no encontré velas y ayer que fui a comprar los ingredientes lo olvidé por completo—le mostró un tenedor.

—Me parece perfecto así—tomó el cubierto y el plato—Detesto cuando la cera se derrite sobre el pan.

—Aun así puedes pedir tu deseo de cumpleaños—insistió el japonés.

—No creo que sea necesario. Todo lo que alguna vez he querido ya lo tengo—sonrió haciendo un profundo contacto visual con su omega generándole un escalofrío.

—Eres un romántico incurable—río proyectando un sonrojo en sus mejillas—Ahora ve y come tu pastel que se va a enfriar. Mientras me daré un baño rápido.

—Lo que digas—camino para tomar asiento llevándose un pedacito a la boca—Mh, está muy bueno~.

—¡Me alegró!

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Jugaba con sus dedos con cierto nerviosismo mientras la ginecóloga preparaba todo para el ultrasonido.

La espera en la sala de estar fue bastante breve; era un lugar con un penetrante olor a desinfectante e hileras de sillones irrumpidas por personas en avanzados meses de gestación conversando o clamando en desesperación que ya no podían más.

Ash los miraba con cierta empatía y mentalmente pidió que los últimos meses fueran amenos para Eiji.

Ya tenía un deseo de cumpleaños.Ojalá el universo escuché su petición.

Iban a un sillón vacío cuando la joven de recepción anunció su nombre.

Ahora Eiji estaba recostado mientras que él tomaba su mano y la apretaba cariñosamente mostrando su apoyo. Ash tuvo que despejar su agenda y realizar un par de favores para tener el día libre.