Nueva Era: El regreso a casa

El encuentro

Karen:
Estaba tomando un baño, cuando escuchaba un automóvil rodeando el muro. Mi familia no podría ser. Ellos se acaban de marchar. Sali de la ducha, me puse un  pans y una sudadera. Es muy raro tener visitas, por que nunca las tenemos, no conocemos a nadie, a demás de los Cullen. Siento alguien acercarse a mi hogar. Salgo de mi habitación por la ventana y subo al techo para tener mejor visión. ¡Era Alice!
¿Que quiere?, mi corazón comenzó a latir muy rápido y volvieron esas mariposas. Quede en silencio, mientras ella se acercaba, toda la luz de mi casa estaba apagada y solo la luz de mi habitación estaba encendida. Y Alice se dirigía hacia ahí. Asomo la cabeza hacia mi ventana quedándose viendo fijamente al lugar. Que hago, yo estaba parada justamente arriba de ella. Me tiene que dar respuestas.
Karen:
- ¿Qué haces aquí?

Alice voltea hacia arriba, me ve y con un susto. Yo salto bajándome ala segundo piso en donde ella estaba.

Alice:
- Quería saber si estabas bien, ¿estás bien?.

Karen:
- No puedes estar aquí.

Alice:
- ¿Por que?

Con ganas de echarla, pero algo en mi, quería estar con ella. Tan hermosa criatura, piel perfecta, labios hermosos y su mirada tan cautivadora.

Karen:
- ¿Que buscas Alice?

Alice:
- ¿ Por que no puedo estar aquí?, ¿cuál es tu problema ?, ¿Por que me evitas?

Alice se enoja. Veo sus mejillas más arriba de lo normal y su nariz arrugada.
Sonrío y me rio Y a un se molesta más.

Alice:
- ¡Que!

Me empuja.
Hago que vea un lugar malo. un pueblo escalofriante, niños en la hoguera, gente gritando. 

Alice:
- ¿Que es esto?

Karen:
- lo que soy.

Alice:
- por favor, detente.

Vuelve todo a la normalidad, volvemos a ver la realidad, solo ella y yo en mi cabaña.

Alice:
- ¿Que hiciste?

Karen:
- te quiero ahuyentar.

Alice:
- ¿como lo hiciste? 

Karen:
- tengo talentos, se podría decir Dones. Pude ver lo qué hay en tu mente, tu pasado, tus miedos, tus angustias, tu felicidad, tus deseos más ocultos. Eso fue solo una ilusión, qué hay en tus memorias, eso tú lo viviste y es tu peor miedo o recuerdo más triste de tu larga vida de inmortalidad.  Puedo teletransportarnos.

Alice:
- Que?

Con sus ojos a un más grandes, con cara de impresión. La tomo de la cadera y la llevo a la sima de la montaña "Everest". Con una cara de impresión me voltea a ver, y nuestros rostros quedan a 5 cm de distancia.

Karen:
- tengo telequinesis, puedo mover objetos, manipular tu cuerpo, como romper tus huesos por dentro, mover tus dedos sin que tú lo desees y... también... puedo besarte.

La beso, un beso largo y tan más cálido que nunca e tenido, Que estoy haciendo, mi cerebro me ordena apartarme de ella, pero mi corazón se niega, nos teletransportamos a mi cabaña de nuevo, cayendo en mi cama, nos empezamos a besar de forma como bestias, Alice se aparta con fuerza hacia la pared.

Alice:
- Espera... te puedo lastimar

Karen:
- ¿Qué pasa?, ¿no es lo que querías?

Alice:
- Si, pero tú, a un que seamos muy parecidas, sigue corriendo sangre humana por tu cuerpo.

Karen:
- no me puedes lastimar, soy tan fuerte como tu. O si ese no es el motivo. No me puedes engañar, vi lo qué hay en tu ser, y me deseas tanto, que no se cómo pudiste soportar tanto tiempo sin mi.

Ella me ve, yo me levanto la tomo de la mano y la llevo de nuevo a la cama, la beso una segunda vez.
Me quita mi suéter y empieza a besarme el cuello, bajando sus labios sobre mis pechos, es una sensación tan extraña, pero muy placentera, como un deporte extremo. Empieza a besar mis pezones y yo exploto de placer.  Yo me acuesto y dejo que sus labios recorran cada espacio de mi cuerpo, siento sus labios húmedos y carnosos. Cambio de lugar y ahora ella está abajo de mi, empiezo a desvestirla, empiezo con su suéter, terminó con su pantalón, la beso y mis besos van bajando, paso por sus pechos firmes, su abdomen y su hermosa rosa, empiezo hacer movimiento con mi lengua y ella ¡gime y gime!... siento un hormigueo muy intenso sobre mi espalda, también lo estoy gozando. Vuelvo a sus labios, y empiezo hacer movimientos, que ocasionan que mi clitoris y el suyo se encuentren, se dan un hermoso y duradero beso, me muevo más y más rápido, con tanta fuerza y suavidad combinada. Ella empieza a gemir más de placer. Mi manos parecen unos hermosos aretes de Alice. Alice se voltea y muerde mi muñeca, empieza a succionarme, yo lo gozo, grito de placer, y de pronto un grandioso y duradero orgasmo. Volteo a ver a Alice, sus ojos están totalmente oscuros, le quitó mi
Muñeca de su boca, ella forcejea para volver a morder, agarro sus muñecas, la sujeto sobre la cama y empiezo a moverme, más y más rápido, su clitoris me pedía más, de pronto empieza a gemir a un más y tiene un orgasmo de lluvia dorada. Lentamente hago pequeños movimientos con mi cadera, aún estando yo encima de ella, le beso el cuello, me ve con sus ojo ya tranquilos y normales. Me abraza, cerramos los ojos y nos quedamos así un largo tiempo, yo recargada en su pecho, oliendo su delicioso aroma dulce.  De pronto Alice mueve mi brazo.
Alice:
- Karen, ¡Karen!

Karen:
- ¿qué pasó?

Alice:
- me pasó algo muy raro, Solo sentí tranquilidad, paz en mi pecho y cuando abrí los ojos, ya había pasado dos horas.

Karen:
- se llama dormir Alice.

Alice:
- ¿como puede ser eso posible?, ya no recordaba que se sentía.

Me toque mis ojos tratando de despertar un poco más.

Alice:
- ¿que te paso en la muñeca?

Karen:
- fuiste tú Alice, ¿no lo recuerdas ?

Alice:
- No, solo recuerdo que se nublo todo y solo escuchaba tu voz y sentía tu cuerpo. Fue la mejor experiencia de mi vida.

Me beso.

Karen:
- No te preocupes no me puedes lastimar, yo también consumo sangre humana, bueno eso fue hace mucho tiempo, ahora solo me alimento de animales.
Y por tu mordida, será un animal carnívoro. Ya que sabe mejor y me regenera más rápido mi sangre.

Alice:
- No fue mi intención, perdóname, no te volveré a tocar. Ya no podemos tener este tipo de encuentros. A un que será muy difícil resistirme.

Karen:
- los podemos tener. Solo deja bajar a la cocina, mi padre tiene una botella de sangre fresca, eso me ayudará a recuperar mis fuerzas y el color de las mejillas.