Viernes, 29 de octubre de 2021
«Creo que pensé que nunca lo perdería, aunque desde que lo conocí lo quise alejar, él me hizo pensar que siempre estaría a mi lado, sigue diciéndome que quiere estar a mi lado. Creo que nunca pensé que se apartaría de mí tan pronto, menos de esta forma tan cruel. Solía creer que, si un día no lo volvía a ver, sería solo por mi culpa, el resultado de mi egoísmo; nunca creí que él podría causarme tanto dolor. Nunca creí que mi amor por él iba a ser tan fuerte como el odio que ahora siento. Menos aún podía imaginar que yo sería el causante de que sus ojos se cerraran para siempre, pero aquí estoy, apuntando con un arma a la cabeza del único ser del cual una vez me enamoré».
Ethan, después de haber salido del hospital, había sido llevado a un edificio en el centro, uno diferente al que había conocido meses atrás, le habían dicho que era la base principal de operaciones y el refugio de su organización en esa ciudad. El piso más alto era residencial de lujo, por lo que se quedaron a vivir ahí, ya que no podían volver a la mansión después del ataque; los empleados, incluidos Yarine y Sergei, se quedaron un piso más abajo. Sin embargo, el ama de llaves, Mariana, nunca apareció, por lo que pasaron de meras sospechas a confirmar que ella había sido la traidora, aunque nadie entendió sus motivos. Elisa no se quedó en el lugar a petición de su hermano porque Jared, su esposo, había llegado y se iba a quedar una temporada, ella debía estar a su lado, pero iba todos los días a visitar a Ethan. Selim también fue llevado al mismo lugar y otra vez lo habían encerrado en una habitación y no pudo ver a Ethan por una semana, mientras este se recuperaba del parto.
Tanto para Ethan como para Selim, el tiempo parecía haberse detenido desde que se habían separado del pequeño bebé que llevaba su sangre, desde ese día no habían llorado más, como si se les hubieran congelado las emociones, se sumergieron en un vacío sin dolor ni alegría, señal de que ninguno de los dos podía seguir soportando las circunstancias actuales. Por eso mismo, Ethan había decidido acabar con todo, terminar con su venganza y ser libre al fin.
En el subterráneo del edificio, habían llevado a Selim con los ojos vendados y las manos amordazadas tras la espalda a una especie de habitación de torturas insonorizada, e hicieron que se arrodillase frente a Ethan. En el oscuro y húmedo lugar se encontraban Elías y Kenny para asegurarse de que se cumpliera con la sentencia de muerte, Yarine y Sergei para apoyar y cuidar a su jefe, el doctor de confianza de la familia por aquello del rompimiento del lazo y otros hombres listos para sacar el cadáver cuando todo terminara.
Ethan estaba temblando con la pistola que, para estabilizarla, tuvo que sostenerla con ambas manos. Tenía a Selim a su merced, completamente indefenso, ni siquiera lo podía ver por la venda de los ojos. Quitó el seguro del arma y respiró hondo.
—Ethan —lo llamó Selim con voz trémula—, sé que eres tú y sé lo que está pasando. Lo acepto, pero no quiero morir en la oscuridad, quiero verte una vez más —rogó con el tono más lastimero con el que un ser humano se pudiese expresar—, por favor...
—Quítenle la venda y desátenle las manos —ordenó Ethan a uno de los guardias detrás de Selim. Órdenes como esa las hubiera tenido que cumplir Sergei, pero ni él era capaz de ser partícipe de algo como eso—. No quería que la última imagen que tuvieras de la vida fuese tu soulmate disparándote a la cabeza, pero si eso quieres...
—Sí, eso quiero, si vas a matarme quiero que lo hagas mientras me miras a los ojos —dijo Selim con una sonrisa triste.
—Ethan, no le des más vueltas y hazlo —apuró Elías temiendo que se pudiera arrepentir por las palabras del chico.
—¿Tienes algo que decir antes de que lo haga? —concedió Ethan, para que le dijera lo que fuera, tal vez lo mucho que lamentaba haberlo conocido, o lo desgraciado que era por hacer todo aquello.
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El Lazo Roto
RandomPrimer libro de la saga MALDICIONES En un mundo donde los Alfas rigen su imperio por encima de todo y los Betas solo aceptan esa realidad, la casta considerada inferior a todas: los Omegas, son quienes deben someterse y sufrir bajo el cruel e injust...