15. Consecuencias

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Jungkook abrazó a su madre a penas ella salió de aquel lugar, atravesando el gran portón que era custodiado por los guardias de la penitenciaría.

Su madre le apretó entre sus brazos con fuerza, sin poder ocultar su sonrisa. Jungkook estaba feliz, aunque no era muy grato recibir a un ser querido de prisión, pero estaba bien por tener a su madre de vuelta allí, fuera de ese lugar.

La mujer había salido por libertad condicional. Había tenido un buen desempeño aquellos meses, su situación de adicción y familiar le había ayudado a justificar sus actos y a que los jueces tuvieran en cuenta aquello al momento de juzgarla. Era claro que sus problemas no sólo eran económicos porque su ex esposo la había dejado sólo con algo de dinero ahorrado y su auto, sino también por el alcohol que hacía años venía consumiendo de manera desmedida.

Jungkook siempre supo que tenía problemas con la bebida, que por eso se la pasaba bebiendo, pero nunca le había parecido un problema mayor, o al menos no prestaba demasiada atención a su madre en ese entonces ya que su relación era demasiado áspera.

El chico sintió que esa angustia de haber quedado sin su madre, justo en el momento donde finalmente había podido conectar con ella, se había desvanecido. Al menos en ese sentido, uno de sus asuntos sin resolver ya estaba en su lugar, acomodándose, y lo más importante era que su madre se adaptara a su nueva vida, buscara trabajo y rehabilitación.

Estaría acompañada de su terapeuta, quien iba a guiarla por buen camino para superar los obstáculos que se avecinaban.

La mujer miró al chico al lado de su hijo, esperando que Jungkook se lo presentara.

Yugyeom, como bien sabía fingió una sonrisa encantadora y llena de calidez. Se presentó frente a la mujer y le dijo que él había estado acompañando a Jungkook todo ese tiempo.

"No es lo que crees, es sólo un amigo", dijo el pelinegro, apresurándose a las posibles sospechas de su madre. Si bien no eran amigos, tampoco eran lo que su madre pudiera llegar a sospechar.

Yugyeom le dejó solo, y Jungkook pudo pasar esa tarde con ella, hablando y tomando un café.

Ella le hizo tantas preguntas que él ya no sabía cómo mentirle en todas.

Bueno, no es que le mintiera al cien por ciento, pero omitía algunos detalles, demasiados de hecho. Como el hecho de que él se había convertido en un adicto a la oxicodona y que incluso había terminado internado por sobredosis. Tampoco le dijo exactamente de qué iba su relación con Yugyeom, aunque sí le dijo que gracias a él consiguió un lugar "barato" en el cual quedarse. Le dijo que vivía con un chico llamado Wooyoung, que no eran pareja pero que era una buena compañía para él, lo cual su madre parecía contenta con ello, y eso era lo que esperaba Jungkook, que su madre no le rechazase a esas alturas, y que también estuviera tranquila, sin saber mucho sobre todo el drama que le rodeaba.

Ella insistió en prestarle más dinero, desde que incluso había entrado a la penitenciaría, pero Jungkook se negó totalmente, tomando sólo una pequeña porción para subsistir. Él le dijo que se las ingeniaría de alguna manera, y así lo hizo, aunque si su madre supiera en todos los líos en los que se había metido, se habría horrorizado. Jungkook había descubierto aquellos últimos meses que su madre podía llegar a preocuparse bastante, algo a lo que él había comenzado a acostumbrarse luego de reconstruir su relación.

Ninguno de ellos estaba acostumbrado a vivir de manera precaria, el dinero nunca les había hecho falta, pero Jungkook aprendió lo que era vivir entre la suciedad y cucarachas. Aprendió por las malas cómo era el mundo real. Incluso así, su vida en ese momento era mejor que el nido de víboras que era su universidad. Toda la gente de allí podían irse al carajo si fuese por él.

• Te sigo a la oscura perdición, cariño (Parte II) ~ [KOOKMIN] •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora