Secuestrada (por el hijo del Diablo) [+18]

Capítulo 15

Entramos a una cafetería muy cerca de allí, es un poco tarde así que somos unas de las pocas personas sentadas aquí. Su mirada es bastante intensa por lo que juego con mis manos mirando hacia ellas y él sonríe burlón al darse cuenta que no puedo sostener esa pesada mirada. La chica que nos atiende lo mira de arriba a abajo y sonríe. Al parecer él se da cuenta y se pone algo nervioso y ella arregla su escotada blusa con sus pechos a punto de saltar.

- ¿Qué van a querer? -pregunta la chica de cabello rubio. ¿Acaso eso será cliché?

- Yo solo un café por favor -hablo y ella comienza a apuntar

- Me gustaría un sándwich de jamón y queso, quítele el exceso de pechos por favor -suelto una risa burlona y tapo mi boca para no carcajearme en su cara. Ella se va indignada y él me mira de nuevo.

- Bastante sincero -digo

- Solo es una oportunista, imagino que tendrá novio y no se conforma por su manera de actuar. -dice y hago un gesto de negación mientras sonrío

- ¿Siempre analizas a las personas de esa manera? -pregunto

- Sí, pero.... tú eres un misterio para mí, no acabo de adivinar eso que me ocultas. No se si por miedo o es porque quieres. No muestras muchas emisiones con respecto a ese tema. -trago en seco - Y te pone nerviosa hablar de ello

- No busques respuestas que no tienen preguntas Lucas, no ocultó nada

- A mi no puedes engañarme, ¿cuándo confiaras en mí?

- Confío en tí solo que... -la chica llega con los pedidos y se marcha sin mirarnos a la cara, pongo mis dos manos al rededor de la tasa de café ya que está caliente y se siente agradable. El da el primer mordido y mi vista se pierde en ese café después de darle el primer trago. - ....¿Por qué me secuestraste? -pregunto y lo miro

- Creí que tu padre había robado un cargamento de mi pertenencia. Te había visto en fotos y me parecías muy guapa, luego de aquella noche me llamaste aún más la atención. -da otro bocado

- ¿Qué pasaría si en mi lugar hubiera estado mi hermana Alma? -pregunto

- Supongo que tu hermana debe ser idéntica a tí, pero la mirada que se clavó en mis ojos fue la tuya. Fuiste bastante indiscreta aquella noche -sonríe

- No lo fui -discuto

- Claro que sí, estoy bueno y te gusto debes aceptar eso hermosa, además ya eres mía -ladea una sonrisa arrogante

- Eso es tener un ego muy elevado -río - ¿Vas a romper mi corazón? -pregunto sería

- ¿Por qué preguntas eso?

- Porque solo te gusto, sientes atracción por mí solamente. -bajo la mirada

- Ana -toca mi barbilla - Estás en mi cabeza, te metiste ahí y no hay solo segundo del día en que no piense en tí -sonrío - Necesito que confíes en mí, quizás no pueda darte eso que llamas amor aún, solo...dame tiempo.

- Vale -mis ojos se conectan con los suyos - Solo quiero que sepas que haré todo lo que esté en mis manos para que llegues a amarme tanto como yo a tí. -hablo sincera y el solo se mantiene en silencio.

La noche se termina y dormimos acurrucados en su habitación. Despierto en la mañana y recuerdo que ya es fin de semana, es el día de comenzar a descubrir esa verdad que tanto necesito saber sobre mi madre. Miro a mi lado y el sigue durmiendo como un bebé. Miro su cuerpo semi desnudo y aprecio cada tatuaje de sj cuerpo, se ve realmente sexy de esa manera, su cabello despeinado cae en su rostro y esta imagen es perfecta para dibujarla así que la gustado en mi mente...

- Ya sé que soy hermoso, no necesitas despertarme. On esa intensa y apetitosa mirada -dice despertándose y mis mejillas se ponen coloradas.

- ¿Acaso se puede ser más arrogante? -pregunto

- Seguramente no tanto si no me cierra como algo comestible cuando me ves sin camisa -sonríe y me coloco sobre el besando sus labios. Coloca sus manos en mi sintura y la intensidad del beso provoca que mi cuerpo solo comienza un bai ven frotando nuestros sexos sobre la delgada tela que los separa. El gruñe por lo bajo mientras beso su cuello y lo provocó. Me aparto dejándolo ahí con ojos cerrados y confuso.

- ¿Qué rayos? -pregunta sentándose en la cama - Joder nena no nos dejes así -se queja

- Tengo que ir al centro comercial Lucas, ya es algo tarde -sonrío pícara al saber que he comenzado una guerra bastante frustrante

- ¿Con que esas tenemos he? -me mira achicando los ojos algo molesto
Yo solo sonrío y luego de quedarme completamente desnuda ante él me meto en el baño corriendo y cierro la puerta con llave justo cuando el intenta entrar. Una agradable ducha de agua tibia refresca mi piel y cae sobre mi cabello. Lo lavo disfrutando de esa sensación y al terminar de bañarme y cepillarme los dientes envuelvo mi cuerpo en una toalla. Salgo y Lucas ya no está en la habitación, saco un vestuario práctico, una blusa negra junto a unos jeans del mismo color. Mi chaqueta y unas botas bastantes cómodas.
Bajo y desayuno algo. Busco a Brayan por toda la casa, entró a uno de los pasillos y lo descubro acorralando a Lani contra la pared, sus rostros estaban muy pegados y el mío se enrojese al estar en semejante situación. A penas me ven se separan y se me quedan mirando

- Yo...solo buscaba a Brayan -hablo nerviosa y Lani está muy colorada.

- Si, claro ya voy en un segundo -me doy la vuelta y me dirijo al salón. El llega minutos después.

- Bien, podemos irnos -dice algo nervioso y asiento con la cabeza para luego salir.

Una vez en el auto no hacemos ningún comentario. Solo miro por la ventana y pienso en las cosas que estarán comprando las trillizas. Se supone que ellas me cubrirían junto con Lani quién las acompañó al centro comercial.

- Sobre lo de antes... -trata de hablar y lo interrumpo

- No he visto nada, ¿de qué estamos hablando? -finjo y él sonríe - ¿Ya le has dicho que te gusta? -pregunto

- Ella no está segura, nuestra labor es muy peligrosa y en cualquier momento podemos morir. Por eso dice que no quiere tener sentimientos guardados por nadie. -me explica

- Eso es muy cruel -miro mis pies y luego a él quién tiene la vista pegada en la carretera. - ¿No te gustaría tener una familia algún día? -pregunto y se queda pensativo

- Es ahí -estaciona el coche evadiendo mi pregunta y me señala una casa bastante grande en este barrio de personas poderosas.

Me quedó mirando y mis piernas tiemblan un poco. Salimos del auto y tocó la puerta de la casa. Un señor tal vez un poco menor que mi padre de cabello negro y una estatura pronunciada sale por la puerta y me mira con cara de asombro.

- ¿Yesi? -dice el nombre de mi madre y lo miro confusa

- No, soy su hija -ante esto cierra la puerta y yo toco con más fuerza - Por favor, necesito respuestas -grito.

- No tengo nada que decir, ese pasado lo dejé atrás hace mucho niña, vete o llamaré a la policía -amenaza y en ese momento Brayan tumba la puerta
Entramos y lo veo en el suelo bastante asustado.

- Por favor, tengo una vida, tengo hijos y una esposa que espera verme cuando regrese -habla muy nervioso.

Otro por aquí y las dejo con la duda jjj😏
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