Strings | kooktae |

16.

En cuanto cruzó el pasillo dirección a la salida, su corazón dio un vuelco.

Ahí estaba su hombre. Tan guapo y elegante como lo recordaba, como siempre. Sonrió en grande cuando el otro notó su presencia y corrió hacia él. Se fundieron en un abrazo tan intenso que no se sabía si allí había dos personas o una.

—Te he echado muchísimo de menos. - susurró el mayor apretando el agarre.

—Yo mucho más. No sabes cuánto. Te he necesitado cada puto segundo de estos dos meses. - contestó con el mismo tono de voz. - Estoy muy feliz de volver a estar contigo.

Poco después, se separaron para mirarse durante unos momentos que parecieron infinitos.

—Kookie, nos están mirando. Sería bueno que nos vayamos antes de que lleguen los paparazis. He venido sin que John lo supiera, así que pueden llegar en cualquier momento.

—Estás loco. - rio.

—Sí, pero loco por ti. - contestó escondiéndose en el hombro del contrario algo tímido ante lo que había dicho.

Jungkook acarició su nuca, y cuando ese etéreo momento terminó, salieron del centro cogidos de la mano.

Cuando estuvieron cerca del coche del mayor, escucharon el sonido de una cámara y un flash que los apuntaba. Lo siguiente que recordaron es ver fotógrafos salir hasta de debajo de las piedras antes de entrar en el vehículo y salir de allí.

Cuando se alejaron del lugar Taehyung volvió a hablar tras poner en el GPS la dirección del apartamento de Jungkook.

—Lo siento. No debí haber venido sin avisar. - dijo notando el tic de la pierna de su copiloto.

—No te preocupes, es lo más romántico que han hecho por mí. Creo que estoy desentrenado y por eso me he puesto nervioso al ver tantas cámaras. O no sé. Supongo que quiero que lo nuestro sea solo nuestro, no del mundo entero.

—Lo entiendo... es algo extraño estar en el punto de mira. Cuando volví a casa, después de ese mes de descanso, había muchos rumores sobre nosotros. Unos decían que nos habíamos ido del país y habíamos cambiado nuestras identidades. Otros que habíamos fallecido en algún accidente. Otros que tú estabas en tu casa encerrado componiendo y yo me había ido del grupo. Miles de cosas más. Empecé a sentirme muy nervioso más a menudo ante las miradas de todos cuando caminaba por la calle y en ocasiones similares, así que fui al médico. Me dijo que no me preocupara, que si seguía sintiéndome así más veces volviera. Siguió pasando... aunque cada vez menos, y me han diagnosticado estrés agudo. No es una enfermedad grave ni nada parecido, tan solo estrés normal, pero que me dura bastante, nada de lo que preocuparse.

—¿Por qué no me lo dijiste antes?

—No quería preocuparte. No es grave ni mucho menos, pero está ahí.

—¿Tienes que tomar medicamentos?

—No. Si esto se agrava y me diagnostican ansiedad, de cualquier tipo, entonces tendré que empezar a medicarme, pero por ahora no. Tan solo me han dicho que mantenga una buena alimentación, que haga deporte con regularidad y que tenga más momentos de ocio. Quizás así pueda reducir el estrés.

Jungkook no dijo nada. No hubiera imaginado que Taehyung pudiera sufrir un tipo de enfermedad como aquella. Él era el que lo ayudaba, y ahora las tornas tendrían que cambiar, y temía no ser suficiente ayuda para él.

—Hey, no pienses tanto en lo que he dicho. Ya te digo que solo pasa a veces.

—Es que siempre me has ayudado y siempre me he sentido bien después de estar contigo, y me da miedo no poder hacer lo mismo.